Frente al dilema de las pantallas en la infancia: regular y acompañar

30/01/2024 | Crianza, Derecho al juego, Derechos de la Infancia, Derechos online, Educación, Informes, Previas, Tecnologías

pantallas infancia

Foto de bruce mars en Unsplash

 

  • La presencia de la tecnología digital ha transformado la vida de los niños y niñas: reciben su primer móvil de media a los diez años. ¿Es necesario regular o prohibir estos dispositivos?
  • Los expertos recomiendan que entre los 7 y los 12 años se usen las pantallas solo una hora al día (aunque los estudios dicen que la realidad es cinco veces más)

 

En España, el 62% de las familias españolas está a favor de una ley que regule el uso de pantallas en menores de 16 años. El 31,2% considera perjudicial su uso excesivo por parte de los jóvenes. Si bien es cierto que estos dispositivos pueden tener un efecto negativo en los niños y niñas más pequeños, los estudios que existen hasta ahora no son alarmistas:

  • Por ejemplo, la revista Nature Human Behaviour publicó una revisión de casi 2.500 estudios que concluyó con que el uso de pantallas se asocia con riesgos y algunos beneficios, pero que, en cualquier caso, los efectos son pequeños.

 

En todo caso, la pregunta es urgente: ¿cómo actuar frente a esta realidad que ya forma parte del día a día de los niños, niñas y adolescentes?

El Comité de Derechos del Niño nos recuerda en su Observación General nº 25 que los derechos de la infancia deben respetarse, protegerse y hacerse efectivos también en el entorno digital. En este marco, se ha desarrollado la propuesta de Pacto de Estado para proteger a los menores en el entorno digital, de la que formamos parte UNICEF España, que recoge las medidas para avanzar en los derechos digitales para la infancia. Para ello propone medidas de orientación, atención y educación en ciudadanía digital responsable para los niños y niñas y las familias, poniendo también el enfoque en todos los agentes implicados, incluida la industria.

 

Un diálogo intergeneracional en torno a internet y sus amenazas

 

¿Uso excesivo?

 

Uno de los principales problemas asociados a los móviles y tablets es su uso excesivo. Según el Instituto Nacional de Estadística (2022) un 94.9 % de los niños y niñas entre 10 y 15 años han usado internet en los últimos tres meses y de ellos un 69.5 % disponen de móvil. A partir de la pandemia se intensificó el uso de las plataformas.

 

Un 94.9 % de los niños y niñas entre 10 y 15 años han usado internet en los últimos tres meses y un 69.5 % disponen de móvil

 

¿Cómo afecta esto a su día a día? El informe de 2023 sobre el impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de los adolescentes revela algunos datos:

  • un 44,6% de los chicos y chicas reconocen que les quita tiempo de estudio,
  • un 12,9% que han reducido el tiempo dedicado a salidas culturales,
  • Un 9,4% pasa menos tiempo con sus amistades,
  • un 26% reconoce estar bastante o mucho tiempo solo desde que usa dispositivos tecnológicos.

 

Hay que tener en cuenta que los smartphones y sus aplicaciones son diseñados con el objetivo de captar nuestra atención y hacernos pasar el máximo tiempo posible utilizándolos: se calcula que cada persona mira el móvil una media de 150 veces al día. Esto puede provocar pérdidas importantes en la capacidad de concentración y comportamientos adictivos.

 

Peligro para los más pequeños

 

Si existe una franja de edad verdaderamente vulnerable a la influencia del uso de pantallas es la que va entre 0 y 6 años. En los primeros años de vida, para que el niño o niña se desarrolle con normalidad, debe estar protegido de las pantallas. Si el cerebro en desarrollo recibe una sobreestimulación visual y auditiva a través de las pantallas, afectará negativamente en varios ámbitos:

  • Pérdida de atención

“Esta estimulación dopaminérgica hace que después el mundo natural resulte aburrido, porque no hay suficientes estímulos”, explican los expertos. Quienes crecen con este tipo de contenido se acostumbran a necesitar nuevos estímulos y sorpresas, a no profundizar y a tener dificultades para fijar la atención. Los niños y niñas sobreexpuestos a pantallas tienen más irritabilidad, menos paciencia y toleran menos la espera.

  • Socialización

Los niños y niñas aprenden a socializar desde la edad más temprana, principalmente en los ámbitos de la familia y la escuela, pero también los medios de comunicación. Antes, el proceso era paulatino y la entrada de información no era masiva; en el entorno multipantalla, esto ha cambiado.

  • Pensamiento crítico

Sin burbuja protectora frente a la avalancha de información, los niños y niñas tendrán más dificultades para adoptar un pensamiento crítico o una escala de valores clara.

  • Ámbito emocional

La infancia necesita el juego para aprender toda serie de habilidades nuevas; sin embargo, como los estímulos que les llegan de las pantallas son tan atractivos, el deseo de jugar desaparece, afectando al desarrollo infantil como vimos que sucedió después de la pandemia.

  • Efectos físicos

Hablamos de alteraciones del sueño, dolor de cabeza, problemas visuales, problemas psicopatológicos, problemas muscoloesqueléticos, obesidad… Por ejemplo, durante la pandemia aumentó el uso de pantallas y eso influyó en un aumento del sedentarismo.

  • Ámbito neurológico

El uso demasiado temprano de pantallas está provocando un incremento de problemas de lenguaje y alteraciones del aprendizaje.

 

El uso de pantallas por edad

Los autores del Manifiesto sobre el uso de las pantallas para promover un desarrollo saludable en la primera infancia recomiendan que:

    • de 0 a 3 años no haya ninguna pantalla.
    • de 4 a los 6 años, un máximo de 30 minutos diarios, acompañados, y no introducirlo como un hábito.
    • de 7 a los 12 años, una hora al día (aunque los estudios dicen que actualmente es cinco veces más).

 

¿Regular o prohibir?

 

Los expertos recomiendan huir de los discursos alarmistas y ayudar a las familias a gestionar el uso de los dispositivos digitales y educarlas en este sentido. “Es necesario que ayudemos al niño, niña o al adolescente a estructurar su tiempo de ocio, y que el tiempo de pantallas esté equilibrado con tiempo libre de pantallas y priorizando las actividades artísticas y deportivas que le gusten”.

 

 

Además, los representantes políticos “deben generar políticas activas para proteger a las familias, políticas que vengan desde arriba y que cuestionen, por ejemplo, la industria del videojuego y de las redes sociales”.

Para Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, se debe regular el uso del móvil pero no solo en los colegios. “No se trata de regular el uso del móvil solo en los centros escolares sino también en otros espacios de la vida cotidiana: la vida cotidiana, la vida social. Se requiere ver qué sucede en todos esos espacios y de qué manera intervenimos”, dice.

 

“Si tenemos capacidad para pasar más tiempo con nuestros hijos e hijas seguramente tengamos más mecanismos para poder prevenir y protegerlos”

 

En esa tarea, Rego cree que adquiere importancia el elemento de la conciliación: “Muchos padres y madres están organizados en torno a esto, con una legítima preocupación, plantean que los usos del tiempo son elementos importantes. Si tenemos capacidad para pasar más tiempo con nuestros hijos e hijas seguramente tengamos más mecanismos para poder prevenir y proteger a nuestros niños y niñas. Jornadas laborales, conciliación… son medidas más estructurales”. También aboga por poner límites al papel de la industria.

 

 

En cuanto a las aulas, Nacho Guadix García, Responsable de Educación y Derechos Digitales de la Infancia de UNICEF España, sugiere que progenitores y profesores necesitan un marco claro para abordar esta situación, pero no propone un marco restrictivo.

 

 

“Es fundamental abordar la relación con la tecnología desde una postura que garantice los derechos de la infancia de una forma integral”, dice. Tanto el derecho a la educación como el derecho al desarrollo de las competencias digitales se deben garantizar.

“Las acciones deben ir acompañadas de la responsabilidad que adquiere el entorno protector de la infancia en su conjunto (familias, educadores, alumnado, instituciones y la industria que provee los servicios y contenidos) para poner en marcha los mecanismos necesarios que garanticen un acceso a un entorno digital protector como se recoge en nuestra legislación”, dice Guadix.

 

Destacamos

Últimas noticias

Ir al contenido