- En el escenario actual de crisis medioambiental y contaminación, el transporte y la movilidad juegan un papel fundamental, como nos ha recordado la Semana Europea de la Movilidad
En las ciudades, el espacio público tiene más importancia de la que creemos. Cuando este espacio está bien repartido entre las personas y las modalidades de transporte de una ciudad, tenemos un lugar con más equidad social, más seguridad vial, menos ruido y contaminación del aire y una mejor calidad de vida para todos, especialmente para la infancia.
En el escenario actual, marcado por la crisis medioambiental y la contaminación del aire que afecta la salud de los habitantes de las grandes urbes, el transporte y la movilidad juegan un papel fundamental. España es un país especialmente vulnerable al cambio climático, que afecta más severamente a las ciudades: el 26 % de la población española vive en grandes urbes.
Por todo ello, la Semana Europea de la Movilidad se ha celebrado del 16 al 22 de septiembre, este año con el lema “Espacio Público Compartido”. La iniciativa propone medidas para que las ciudades sean un espacio seguro y para la creación de un nuevo espacio público en las ciudades, así como para la adaptación y mitigación al cambio climático.
Un espacio para vivir y compartir
¿Cómo se reparte el espacio público en nuestras ciudades? ¿Con cuánto espacio contamos para caminar? Ana Montalbán, Directora técnica de la Red Ciudades que Caminan, responde a estas preguntas en el acto de presentación del Manifiesto ‘Avanzar hacia municipios más habitables y saludables’, celebrado el 17 de septiembre de 2024.
“Si lo comparamos con otros países, no estamos tan mal por la configuración de nuestras ciudades”, dice. “Pero nuestra condición de partida no era esa, era la de la ciudad mediterránea con una gran riqueza en el espacio público para vivir y compartir”.
Montalbán ha compartido algunas conclusiones del estudio “callegrafías” ‘¿Cómo son las calles españolas?‘ que publicó la Red Ciudades que Caminan en 2023.
“Hay un dato que es el reparto del espacio público. Un 68% es para los vehículos aparcados o circulando y el resto, 22%, para las personas, árboles, vehículos mal aparcados, sin contar parques y plazas. Ese dato nos dice que estamos muy mal. El trozo más pequeñito del pastel lo estamos repartiendo entre el mayor número de comensales”.
“El trozo más pequeñito del pastel lo estamos repartiendo entre el mayor número de comensales”
En España, en los últimos 50 años se ha diseñado las urbanizaciones pensando en el coche. “Estamos viviendo en el siglo XXI con el mismo esquema de mediados del siglo XX”, dice el urbanista y experto en diseño sostenible Carlos Moreno, en un acto organizado por el Ministerio de Transporte. “En la segunda mitad del siglo XX, nuestras ciudades, a nivel mundial, se estructuraron no alrededor de las necesidades de los humanos sino por el modelo de negocio de tres elementos materiales: los automóviles, el petróleo y el cemento”.
“Las ciudades eran para la gente, los vecinos, los mercados, lugares de diversión, espacio público”, añade. “La libertad del auto es un paréntesis, 90 años, y nos hacen creer que es la normalidad”.
Espacio público y equidad
El concepto de ciudades de 15 minutos, explica Moreno, “busca bienestar, servicios, una sostenibilidad que sea menos huella carbón, una economía más local, trabajo cerca y más inclusión social en una sociedad del cuidado”.
Por un lado, promover el espacio público puede contribuir a la lucha contra el cambio climático, como se ha demostrado del modelo de las supermanzanas de Barcelona.
Sobre la importancia de la relación con el entorno, encontramos algunas pistas en el informe ‘Análisis sobre políticas de movilidad sostenible para la infancia’, que publicó Plataforma de Infancia en diciembre de 2023. En sus páginas encontramos que la movilidad desempeña un papel fundamental en la vida de las personas, y puede mitigar la desigualdad: constituye una puerta de acceso clave para las oportunidades laborales y empresariales, servicios públicos y actividades de ocio.
Utilizar el transporte público ayuda a potenciar la autonomía de las familias en relación con su ciudad, algo especialmente importante para la infancia
Con la Declaración de Barcelona, los ministros y ministras de Transporte de la Unión Europea reconocieron el papel crucial que desempeña la movilidad en el avance de la cohesión social y territorial. En las grandes ciudades, la combinación de una mayor diversidad poblacional, espacio limitado y transporte público accesible acercará físicamente a diversos individuos entre sí, reduciendo la segregación socioeconómica cotidiana.
Además, es que utilizar el transporte público ayuda a potenciar la autonomía de las familias en relación con su ciudad, algo especialmente importante para la infancia, ya que ayuda a potenciar su independencia.
Construir ciudades para todos
Uno de los objetivos que plantean estos expertos es revertir el mal reparto del espacio público urbano.
“Es tan fácil como esto”, propone Montalbán. “Imaginemos una calle con dos aceras pequeñas, dos carriles por sentido. Si quitamos un sentido y cada tres o cuatro plazas de aparcamiento ponemos árboles y se revierte el porcentaje. Estas medidas pueden tener un coste político, pero hay muchas ciudades que ya aplican esta medida, de colores políticos distintos”.
Carlos Moreno, que ha desempeñado un papel importante en el diseño urbano de París durante la alcaldía de Anne Hidalgo, explica: “En París hemos hecho que en las escuelas el espacio cerrado se abra los fines de semana. Son 280 escuelas y 220 calles que se convierte en miniparques, que se conectan con los patios de la escuela. Estamos generando otra nueva cultura urbana, de apreciar el encuentro entre niños, padres, abuelos”.
“Estamos generando otra nueva cultura urbana, de apreciar el encuentro entre niños, padres, abuelos”
En España también hay muchos ejemplos de medidas de rediseño urbano de la mano de los ayuntamientos, la institución más cercana a la ciudadanía. Entre los casos de éxito está Vitoria, referente en sostenibilidad y primera capital española en convertirse en Capital Verde Europea.
“Vitoria fue una de las primeras ciudades que peatonalizó calles. Tenemos una larga trayectoria, va en nuestro ADN”, dice Beatriz Artolazabal, Concejala de Espacio Público y Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, en el acto de presentación del Manifiesto. “No solo tenemos que verlo desde un punto de vista de salud, también de desarrollo humano y económico, oportunidades de una nueva movilidad en el desarrollo de nuestras ciudades y sociedades”.
Algunas medidas que han tomado en los últimos años son el incremento líneas autobuses y tranvía, bicicleta o trabajo de diseño de caminos seguros para el colegio. Artolazabal explica que no lo han hecho solos, sino en base a un pacto social que se hace en 2007.
“Vitoria hace muchos años apostó por una movilidad sostenible e impulso de las políticas medioambientales”, concluye. “Las ciudades somos responsables desde lo local para transformar a lo más amplio, cada uno desde nuestra responsabilidad, tanto individual como institucional”.