- “Antes los niños y niñas tenían la agencia de elegir a qué jugar y cómo. Esa agencia es muy importante para el bienestar de la infancia”, dice la especialista Ingrid Skeels
“Cuando tenía siete años, llegaba del colegio e inmediatamente salía de nuevo para jugar al fútbol en la calle. Le gritaba a mi madre que me iba a jugar y salía por la puerta, sin más. Ella sabía dónde iba a estar: dos calles más allá en nuestro pequeño vecindario en Bow East London”, dice Lotte Wubben-Moy. Hoy es jugadora del Arsenal y ganadora de la Eurocopa, y una prueba de que el juego infantil es la base de la formación como deportista de una persona.
Pero jugar con libertad en la calle no solo permite a los niños y niñas que se formen como deportistas, sino en todos los ámbitos de la vida. El juego es un derecho de la infancia reconocido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, y debe ejercerse de forma libre, accesible e inclusiva.
El juego infantil es un derecho y debe ejercerse de forma libre, accesible e inclusiva
En un seminario organizado por Playing Out, organización británica que defiende el derecho de la infancia al juego, su cofundadora Ingrid Skeels recuerda cómo ella y sus amigos jugaban de niños libremente en espacios seguros y próximos a su casa, y sin depender de los adultos: una cadena de oportunidades clave para desarrollar la alfabetización física y el desarrollo y habilidades que permite el juego.
“[Jugar] nos permitía practicar actividad física diaria y adquirir nuevas habilidades, como escalar o interactuar con nuestro entorno y con nuestro cuerpo, y habilidades formales (ir en bicicleta, gimnasia)…”, recuerda Skeels. “Permite ejercitar la imaginación inventando juegos, la independencia y a resolver problemas sin tener a los adultos alrededor. El juego que involucraba reglas reales o inventadas requería seguirlas y arbitrar esas reglas”.
Por otro lado, para Skeels jugar en la calle sirve también a los niños y niñas para fomentar el sentimiento de comunidad: “Sentirse parte de donde vivimos, un sentido de pertenencia, y conocer nuestro barrio”.
Fomentando la participación
Un aspecto que se contempla poco del juego infantil es su capacidad de fomentar la participación de la infancia: “Los niños y niñas tienen que decidir a qué jugar, con quién y cómo jugar, lo que implica mucha cooperación, negociación, compromiso y liderazgo”, dice la cofundadora de Playing Out.
En el pasado, el juego “estaba dirigido por niños y niñas, ellos tenían la agencia de elegir lo que estaban jugando o dejar de jugar, y cómo. Esa agencia que conocemos ahora es muy importante para el bienestar de la infancia”.
“Tener un espacio seguro cerca de casa donde jugar con libertad supone garantizar un acceso democrático a muchos aspectos importantes para la infancia”
Algunos aspectos fomentaban esta capacidad de la infancia para tener autonomía: poder jugar en espacios cercanos a los hogares, que fueran gratuitos, y que no dependieran de un automóvil o un adulto que pudiera acercarlos al lugar.
“Tener un espacio seguro cerca de casa donde se podía jugar con libertad era garantizar un acceso democrático de los niños y niñas a muchos aspectos importantes para su salud y bienestar, incluyendo la actividad física, la alfabetización, el desarrollo y el deporte”, dice. “Y debido a esto, la participación era, de forma natural, extremadamente amplia e inclusiva. Niños y niñas jugaban allí donde vivían: niños de diferentes edades, antecedentes, escuelas, culturas, etnias, todos jugaban”.
El juego infantil hoy
Jugar ya no es una parte normal de la vida cotidiana de la mayoría de los niños. “Lo vemos cuando miras a tu alrededor. A veces simplemente no veo a ningún niño jugando”, observa Skeels. Y ofrece algunos datos:
- El 80,4% de los adultos jugaba habitualmente en la calle o el barrio cuando eran niños, frente a sólo el 27,4% de los niños de hoy, según el estudio hecho en Reino Unido Play England de 2023.
- Tres cuartas partes de los niños del Reino Unido pasan menos tiempo al aire libre que los reclusos (encuesta Persil de 2016).
- En España, el 82% de los niños de 0 a 12 años juega al aire libre menos tiempo del recomendado.
¿Cómo juegan los niños y niñas hoy? En el interior de las casas, a través de pantallas o en parques que suelen ser áreas cercadas y restringidas, “a menudo necesitan un adulto para que les lleve”. El juego en casas privadas o las actividades organizadas “no es gratis, y también necesita de un adulto para llevarlos allí”.
“Estas cosas no llegan a los niños de todos los orígenes y grupos demográficos con tanta facilidad”, concluye. “En líneas generales, las vidas de los niños y niñas de hoy están mucho más organizadas por adultos, restringidas, suceden en el interior de las casas, inactivas y a menudo bastante aisladas de los demás (si no contamos el ámbito online)”.
- Solo el 47% de los niños obtienen el promedio mínimo de 1 hora diaria de actividad que necesitan para estar sanos y bien. El 30% realiza menos de 30 minutos de actividad.
- En las áreas más desfavorecidas, casi 1/3 de los niños sufren obesidad infantil a los seis años.
Proteger el juego infantil: una obligación
La especialista advierte de que es fácil culpar a los padres y madres de esta situación, pero hay que mirar fuera de casa. “La principal razón que dan los padres y un gran cambio desde los años 70 y 80 es el tráfico. Los automóviles se han más que duplicado desde entonces. Las calles ya no son espacios seguros. El tráfico es una barrera importante. Pero hay otros aspectos: reglas poco acogedoras (como las señales de prohibido jugar), falta de espacios verdes u otros espacios locales vendidos para construir, el desconocimiento de los vecindarios…”
“El tráfico es una barrera importante. Los automóviles se han duplicado, las calles ya no son espacios seguros”
El propio Comité de los Derechos del Niño emplaza a proteger el juego infantil y advierte que el aumento de la población urbana, especialmente en los países en desarrollo, junto con la comercialización de las estructuras de juego, “están modificando las formas en que los niños realizan sus actividades recreativas, culturales y artísticas”.
En su observación General 17 de 2013 dedicada al juego, el Comité explica a los estados (con especial enfoque en los municipios) cuáles son sus tareas concretas para garantizar este derecho y cumplir con la Convención. Esta observación:
- Estipula los factores que determinan un entorno óptimo para ejercer este derecho (entre ellos, que el niño o niña cuente con espacio y oportunidades para jugar al aire libre y con un espacio accesible para jugar sin control ni gestión de los adultos, libre de contaminación, tráfico y otros peligros físicos).
- Dictamina que los municipios deben evaluar las instalaciones de juego y recreación para garantizar la igualdad de acceso de todos los grupos de niños, prestando atención a aspectos como la accesibilidad, que haya zonas verdes, etc.
Una tarea, en resumen, en la que los municipios tienen un rol clave.