violencia online infancia

 

  • Las brechas digitales y las diferentes formas de violencia online amplifican las desigualdades y expulsan a los niños, niñas y adolescentes de los espacios digitales
  • Esta violencia afecta más a las niñas, la infancia con discapacidades y colectivos vulnerabilizados por motivo de origen, orientación sexual o etnia, dificultando su participación

 

Un entorno digital seguro no solo protege de las formas de violencia contra la infancia: también garantiza sus derechos. Muchos niños, niñas y adolescentes se enfrentan a riesgos de exclusión digital debido a ser receptores de este tipo de violencia y por falta de acceso, barreras educativas o falta de acompañamiento.

Si no se logra la inclusión digital, es probable que aumenten las desigualdades existentes y que surjan otras nuevas, como señala el Ministerio de Juventud e Infancia en un nuevo informe para el que ha analizado las desigualdades online que sufre la infancia y en el que ha recopilado 107 medidas para garantizar entornos digitales seguros para niños, niñas y adolescentes.

 

Si no se logra la inclusión digital, es probable que aumenten las desigualdades existentes y que surjan otras nuevas

 

El informe, en el que han participado organizaciones como UNICEF, Save the Children y el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, busca proteger sus derechos, fomentar su participación y establecer una Estrategia Nacional de entornos digitales seguros. Entre sus propuestas está regular el sector tecnológico, proteger contra prácticas como el sharenting y realizar campañas de sensibilización para familias y educadores.

 

Brechas digitales e infancia

 

Lejos de ser un espacio neutro, el entorno digital refleja y amplifica desigualdades preexistentes, como recuerdan los autores de la investigación “ParticipaTIC 2024”, un análisis en profundidad sobre el estado de los derechos digitales de la infancia, adolescencia y juventud en situación de vulnerabilidad.

Queralt Tornafoch, investigadora de la Fundació Ferrer i Guàrdia y una de las autoras de ParticipaTIC, explica en la presentación del informe que han constatado “una brecha de acceso no superada, sobre todo de acceso de ordenadores, pero también a la hora de conectarse desde el propio hogar”. La accesibilidad es limitada también para las personas con discapacidad, algo que plantean un reto para tener autonomía y afecta a las posibilidades educativas.

“El acompañamiento tiene un papel clave”, dice Tornafoch. Un acompañamiento que a veces está limitado “por pocas competencias digitales, y a veces se adoptan medidas que tienden a la prohibición”.

 

Violencia ‘online’ y grupos a los que afecta

 

La Observación General 25 fue un paso histórico para garantizar los derechos de los niños y niñas en el entorno digital: impuso a los países y las empresas la responsabilidad de tomar medidas para abordar los riesgos online para la infancia. Sin embargo, sigue habiendo colectivos que sufren especialmente estas violencias online. Algunos aspectos clave:

 

  • ‘Ciberbullying’

Uno de cada tres adolescentes podría estar sufriendo acoso escolar y uno de cada cinco, ciberacoso, aunque solo el 3,3% lo reconoce. Entre quienes han sufrido estas formas de violencia, el 16% presenta depresión grave y la ideación suicida se cuadruplica, según datos de UNICEF España.

 

  • Discursos de odio

Si bien el entorno online ofrece posibilidades a las minorías para crear comunidades afines, los colectivos vulnerabilizados son los principales receptores de los discursos de odio que suelen tener razones de género, origen, orientación sexual, etnia, etc. El ya mencionado informe del Ministerio de Juventud e Infancia advierte de que este discurso nocivo “se redimensiona en el entorno digital por el anonimato y la percepción de irrealidad que se tiene en este entorno”.

 

  • Infancia LGTBIQ+

En 2020, una encuesta europea mostró que el 70% de las personas LGTBI+ había sufrido agresiones a través de las redes sociales en los últimos cinco años. Según el Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España del Ministerio de Interior de 2021, las tercera motivación de los delitos de odio en España es la identidad de género (16,3 %). Solo dos de cada 10 experiencias de odio sufridas por el colectivo LGTBI+ se denuncian.

 

  • Infancia con discapacidad

Los niños y niñas con discapacidad, y especialmente quienes experimentan discapacidades cognitivas, presentan una mayor vulnerabilidad a la exclusión digital y a los riesgos que implica el uso de la tecnología. Sufren barreras de accesibilidad de varios tipos que dificultan su derecho a participar: por la ausencia de adaptación, barreras de acceso a la educación digital y de comunicación y riesgo de seguridad online.

“Un riesgo incrementado de verse expuestos a situaciones de acoso, agresiones o violencia en los entornos digitales, debido a las dificultades para comprender las sutilezas de la interacción social en línea, así como para identificar los riesgos que surgen en estos contextos”, advierte el informe del Ministerio de Juventud e Infancia.

 

  • Perspectiva de género

Las mujeres y niñas son particularmente vulnerables a formas graves de abuso digital, incluidas insinuaciones sexuales no deseadas, violencia sexual y la distribución no consentida de imágenes íntimas.

Según los datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) sobre violencia digital de género, en España, más del 25% de las mujeres jóvenes ha recibido insinuaciones inapropiadas, y los delitos de contacto sexual con niñas mediante tecnología se han quintuplicado en una década. El 42% de las víctimas de acoso online experimentaron baja autoestima y pérdida de confianza.

 

En España, los delitos de contacto sexual con niñas mediante tecnología se han quintuplicado en una década según datos del ONTSI

 

Según el informe, “internet se ha convertido en un espacio privilegiado en el cual se ejercen diversas formas de violencia contra las mujeres y las niñas: no solo la pornografía, sino también los juegos online sexistas y la distribución no consentida de imágenes íntimas”.

 

¿Cómo afecta todo esto a la participación infantil?

 

Participar es un derecho reconocido; sin embargo, esta violencia suele derivar en la expulsión de los niños y niñas que la sufren de los espacios online y abstenerse del uso de internet. Un ejemplo es que el 28% de las chicas que fueron objeto de violencia basada en las TRIC han reducido deliberadamente su presencia en línea, mientras que otras se han aislado socialmente.

 

“La presencia de discursos de odio tiende a expulsar a estos colectivos de los espacios digitales y por tanto de participar en este entorno”

 

En el caso de los colectivos vulnerabilizados, “la presencia de discursos de odio tiende a expulsar a estos colectivos de los espacios digitales y por tanto de participar en este entorno”, explica informe del Ministerio de Juventud e Infancia. “Se constata la exclusión de estos colectivos por tanto hay situación de desigualdad a la participación. Estos colectivos tienden a percibir mayores riesgos, ya sean mensajes de odio, acoso online u otras violencias digitales. Es importante el papel de los algoritmos de la IA, que tienden redimensionar esta desigualdad”.

 

Amnah, del consejo de participación de Puertollano. @UNICEF España/Fran Ferrer

 

Amnah, del Grupo Asesor de UNICEF España, puso un ejemplo durante su ponencia en el VI Congreso de Ciudades Amigas de la Infancia, en el que se habló de qué supone la violencia para la infancia:

“[Violencia] puede ser una publicación racista en redes, un meme o un comentario que ridiculice a minorías étnicas o religiosas. Yo tengo derecho a ver las redes sin sentirme atacada. Muchas veces ese contenido lo generan los adultos”.

 

El informe ParticipaTIC también habla del fenómeno de la expulsión de la infancia vulnerable del entorno online. “A menudo las estrategias que siguen son salir del videojuego al que estoy jugando o desconectarme, quedando excluidos de este entorno”, confirma Tornafoch, y añade que las desigualdades impactan en las posibilidades educativas, dificultando el ocio, cultura y juego. “A menudo el juego se desarrolla en un ambiente adulto, propicia ciertas conductas como el grooming, que de nuevo supondría la expulsión de los colectivos”, dice, y destaca el papel de las big tech.

Por otro lado, la desinformación, fake news, así como la falta de acceso a información confiable y de habilidades críticas para analizarla limita la participación democrática de los niños y niñas.

El acceso equitativo a la tecnología puede empoderar a los niños y niñas para ejercer sus derechos en todos los ámbitos. ¿Cómo garantizarlo? Según el informe del Ministerio de Juventud e Infancia, proporcionando acceso gratuito y seguro en espacios públicos, invirtiendo en políticas inclusivas y garantizando la seguridad digital en los entornos educativos, comunitarios y familiares. También destaca la necesidad de proteger a los menores en el entorno digital mediante regulaciones, educación y medidas específicas para que la igualdad de acceso y la seguridad sean una realidad, minimizando los riesgos y desigualdades.

 

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