- La Observación General 26 versará sobre los derechos de los más jóvenes frente al desafío medioambiental y contará con la colaboración de la infancia y adolescencia
- Todos los niños y niñas hasta 17 años pueden participar rellenando un cuestionario online antes del 30 de junio de 2022
El cambio climático y el desafío medioambiental se han convertido en un peligro para los derechos de los niños y niñas que hoy pueblan el planeta, pero también los de las generaciones futuras. Según el Índice de Riesgo Climático de UNICEF, más de 1.000 millones niños y niñas viven en países de riesgo extremadamente alto al cambio climático.
Por eso, el Comité de los Derechos del Niño quiere adaptarse a los tiempos. Como ya hiciera con el reto de los derechos de la infancia en el ámbito online, ahora el Comité trabaja en la creación de la Observación General 26, un documento que abarcará el problema medioambiental. En él se explicará lo que los gobiernos de todo el mundo deben hacer para que los niños, niñas y los jóvenes vivan en un mundo limpio, verde, sano y sostenible.
La Observación General 26 explicará lo que los gobiernos de todo el mundo deben hacer para que los niños, niñas y los jóvenes vivan en un mundo limpio, verde, sano y sostenible.
Y, por supuesto, el Comité quiere hacerlo con la participación de los niños, niñas y adolescentes. Para ello, anima a que todos los jóvenes de hasta 17 años participen en una consulta online para compartir sus opiniones y experiencias sobre sus derechos, el medioambiente y el cambio climático.
El desafío medioambiental para la infancia
Los niños y en especial las niñas son las principales víctimas del cambio climático en el mundo, también en las ciudades, como ha recordado Julio Díaz Jiménez, científico del instituto de salud Carlos III, en el evento “La infancia y la crisis climática” organizado por la Plataforma de Infancia y celebrado el 31 de marzo.
Díaz Jiménez ha hablado de los efectos en salud de la contaminación química y acústica en las ciudades y por qué afectan especialmente a los niños y niñas. Ha destacado la necesidad de aumentar los espacios verdes en las zonas urbanas y, principalmente, reducir el número de coches.
El evento también ha incluido ejemplos inspiradores que muestran que la ciudadanía no está de brazos cruzados ante este grave problema medioambiental. En los últimos años hemos visto movilizaciones e iniciativas ciudadanas, como la Revuelta Escolar, que pide el cierre de tráfico en los entornos escolares, o el Juicio por el clima de entidades como Ecologistas en Acción.
Pero muchas veces la iniciativa la toman los más jóvenes: en todo el mundo miles de niños, niñas y adolescentes han entendido que el problema les afecta especialmente a ellos y se han manifestado de diferentes formas, como los movimientos de jóvenes indígenas, la iniciativa global Fridays for Future o las huelgas por el clima.
“Cuando hablamos de la infancia imaginamos qué será de los niños y niñas cuando sean adultos. Tenemos que bajar a los propios derechos de la infancia”, dice Sergio Aires Machado, de Juventud por el Clima. “Defender que puedan vivir ahora, su derecho al juego, y los de las generaciones que vendrán después”.
Chicos y chicas activistas por el clima
En el evento también han participado chicos y chicas de diferentes asociaciones involucradas con la causa medioambiental, y han explicado cómo comenzó su interés por el tema.
“La inquietud empieza cuando en tu día a día ves cómo el mundo está cambiando”, cuenta Nadia, de la iniciativa Just1Planet de Ayuda en Acción. “Si echamos la visa a años atrás, todo lo que está pasando lo veíamos como muy lejano. Ahora nos va cambiando la mente, vamos diciendo que como no hinquemos codos no vamos a llegar a que las próximas generaciones tengan un mundo sostenible. Nos juntamos en base a esa inquietud”.
Lucía, de la Liga por la Tierra de UNICEF, ha explicado el trabajo de su asociación: su objetivo es idear y desarrollar actividades relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y proponérselas a los niños y niñas de grupos de participación y asociaciones. Este objetivo, dice Lucía, “superó cualquier expectativa, acabaron participando más de 5.000 niños y niñas de diferentes grupos de participación”.
“Siento esperanza por ver a gente de mi edad implicada por la lucha por el planeta”, dice Lucía.
Propuestas de los chicos y chicas en cinco áreas de derechos de infancia
También han debatido sobre la importancia de la educación a la hora de crear conciencia en la juventud sobre el reto medioambiental.
“Se debe educar desde el hogar”, dice Jordi, de Plan Internacional. “Un niño o niña actúa en el futuro como han hecho sus padres en la mayoría de los casos”. Propone que el sistema educativo sea más dinámico, con actividades y charlas: “Algo participativo que nos motive”.
Para Luis González Reyes, de la asociación FUHEM, se puede hacer mucho para evitar la llamada “ecoansiedad” en la juventud. “Es fruto de la realidad que estamos viviendo. Esto no podemos edulcorarlo, sino que tenemos que encararlo”. Para ello, propone darle al alumnado herramientas: “Necesitamos proyectar imaginarios utópicos deseables a nuestro alumnado. Necesitamos meter proyectos ilusionantes, resilientes, sostenibles, que hay en nuestras ciudades, dentro de las escuelas”.
Por qué hace falta la voz de la infancia
“Los niños y niñas nos han demostrado que se dan cuenta de que son las principales víctimas de la crisis climática, están reivindicando el derecho a vivir en un planeta sano”, dice la Directora General de Derechos de Infancia y Adolescencia, Lucía Losoviz.
Losoviz recuerda que son los adultos quienes están tomando estas decisiones y poniendo el riesgo el planeta. Por tanto “somos los adultos y los gobiernos quienes tenemos que generar los canales posibles para que los niños y niñas sean escuchados, sus opiniones y propuestas, e incluirlos en la toma de decisiones”.
Sin embargo, es algo que no siempre sucede. En España, durante una protesta, unos niños pidieron al gobierno que protegiera el medioambiente. Obtuvieron una respuesta negativa enérgica de las autoridades. Algo que demostró “una falta de respeto por el derecho de los niños a expresar sus opiniones sobre esta importante cuestión”, opina Luis Pedernera, miembro del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
El Comité aboga por la participación infantil y adolescente. “Somos el órgano de control y los niños y niñas son los principales actores en nuestro Comité”, dice Pedernera. “Nos interesa, por lo que nos han enseñado a partir de los movimientos generados de manera genuina en diferentes partes del mundo sobre reclamos medioambientales, tenerlos a ellos en este proceso”.
“Creo que en este aprendizaje la participación protagónica de los niños es un elemento crucial del Comité para mejorar la construcción de estándares”, añade.
Se ha creado un cuestionario global online para que los niños, niñas y jóvenes puedan ayudar a elaborar el primer borrador de la Observación General nº 26. En él podrás compartir tus opiniones y experiencias sobre tus derechos, el medio ambiente y el cambio climático. Tus respuestas serán anónimas.