El coste de la vivienda impacta en los demás derechos de la infancia

06/03/2024 | Garantía Infantil Europea, Informes, Pobreza, Política Estatal, Protección social, Salud, Salud mental, UNICEF, Urbanismo, Vivienda

vivienda e infancia

iStock. Crédito: Aleksandra Iarosh

 

  • El encarecimiento de la vivienda amenaza con sumergir en la pobreza a otros 780.000 niños y niñas, según el nuevo informe de UNICEF España

 

La vivienda se está convirtiendo en uno de los factores cruciales para que la tasa de pobreza infantil de España sea de las más altas de Europa. Carecer de acceso a un hogar es una barrera para el futuro de miles de niños y niñas, y afecta a otros derechos de la infancia, como el derecho a la educación, la salud o la salud mental.

Con el fin de promover el debate público y político sobre la relación entre vivienda y pobreza infantil, desde UNICEF España presentamos el informe Yo también vivo aquí: por una vivienda digna para la infancia, que confirma que la falta de acceso a un hogar adecuado impacta en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes y, pese a ello, no se les tiene en cuenta a la hora de tomar medidas relativas a esta materia.

 

 

¿Por qué afecta especialmente a la infancia? Datos del informe:

  • El encarecimiento de la vivienda amenaza con sumergir en la pobreza a otros 780.000 niños y niñas, e incrementa en casi 10 puntos porcentuales los ya muy altos niveles de pobreza infantil en España.

  • Los hogares con niños suponen el 72% de todos aquellos en riesgo de pobreza que están en alquiler en España.

  • En cuanto a los hogares que han tenido retrasos en pagos relacionados con la vivienda, todos que tienen niños y niñas en su seno superan al resto en este indicador. Los más afectados son los hogares monoparentales, en los que en un 80% la responsable es una mujer.

  • Carencia severa en el ámbito de la vivienda (hacinamiento, tener humedades, tener goteras, etc.): más de medio millón de niños y niñas en España (el 6,2%) está en esa situación de carencia severa, mientras que para la población adulta es un 3,2%. “Estamos por debajo de la media europea”.

 

Más de medio millón de niños y niñas en España (el 6,2%) está en esa situación de carencia severa en el ámbito de vivienda, mientras que para la población adulta es un 3,2%

 

¿A qué nos referimos exactamente con el concepto de vivienda digna? El informe se centra en cuatro características de las siete con las que la define Naciones Unidas:

    1. Seguridad en la tenencia: la permanencia en la casa, no estar expuesto a desahucios, etc.
    2. Disponibilidad de servicios materiales e infraestructuras.
    3. Asequibilidad.
    4. Habitabilidad.

 

Contexto de la vivienda en España

 

“La vivienda es una preocupación general para una gran parte de la población”, dice Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia de UNICEF España, durante la presentación del informe el pasado 5 de marzo. 

 

 

Como sugiere González-Bueno, la vivienda se está convirtiendo en nuestro país en un bien cada vez menos accesible para parte importante de la ciudadanía. El experto ha descrito un contexto nacional marcado por un incremento de precios, sobre todo del alquiler, un modo de tenencia que involucra en especial a hogares con niños y niñas:

 

Datos del informe:

  • Los hogares con niños son el 33,5% del total de hogares en España, pero el 59% de los que están en alquiler.

 

Por otro lado, el gasto en vivienda es el gasto predominante en los hogares y ha crecido su peso en los últimos año:

 

Datos del informe:

  • Los hogares destinan al menos un 40% de su renta a gastos relacionados con el hogar.
  • La sobrecarga en el gasto en vivienda en el hogar es mayor para los menores de 18 años que para el resto de los grupos de edad, cosa que solo ocurre en seis países de la Unión Europea y nos sitúa en la cuarta posición de los países de la UE (2022) en este indicador.

 

Además, en España hay un escaso parque público de vivienda y, relacionado con esto, una escasa inversión en protección social en ese ámbito. Algo a lo que se le suman “dinámicas en el mercado de vivienda como la especulación, la gentrificación o el destino a otros usos (especialmente al turismo) que actúan sobre los precios y la disponibilidad de vivienda”, destaca González-Bueno.

 

La vivienda y los derechos de la infancia

 

Este panorama lleva a muchas familias con hijos e hijas a soportar costes excesivos, disponer de menos recursos para otras necesidades de los niños y niñas, vivir hacinados, en hogares precarios o, directamente, en infraviviendas.

La falta de un hogar adecuado se convierte en un obstáculo crítico para acceder un buen desarrollo de un niño o niña, e impacta en casi todos los demás derechos.

Por ejemplo, en el derecho a la salud: pasar demasiado frío o calor en casa, vivir en casas precarias o en entornos con altos niveles de contaminación puede derivar en problemas de salud física para los niños y niñas.

 

“Cuando se les proporciona un hogar mínimamente estable mejoran su situación en el colegio, su comportamiento dentro del hogar, están más tranquilos, etc.”

 

También, en el derecho a la salud mental: “Causas como las mudanzas forzosas, la incertidumbre de si voy a vivir en esta casa mañana o no o el hacinamiento tienen consecuencias como el riesgo de abusos, dificulta los estilos de crianza, u otras consecuencias como la depresión, el deterioro de la socialización con otros, el estigma o la marginalización”, dice González-Bueno.

Finalmente, dificulta también el cumplimiento de otros derechos, como el derecho a la educación: “La poca luz o la falta de intimidad tienen consecuencias en el rendimiento académico”, añade.

Los niños que han tenido un proceso de desahucio, “cuando se les proporciona un hogar mínimamente estable, mejoran su situación en el colegio, su comportamiento dentro del hogar, están más tranquilos, etc.”.

 

Hacia un modelo que incluya a la infancia

 

Para José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España, es necesario abordar este problema teniendo en cuenta a los niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, en muchas políticas públicas de este ámbito, la infancia está invisibilizada: “El Plan Estatal de Acceso a la Vivienda, por ejemplo, no menciona ni una sola vez a los niños y niñas o a la infancia, solo los considera un ‘anexo’ a la situación familiar”, dice.

 

 

En el informe, UNICEF España recomienda medidas para asegurar un hogar digno para niños y adolescentes. Entre ellas, conceder ayudas a familias vulnerables para el acceso a vivienda, mejorar las condiciones del alquiler y priorizar a las familias con niños y niñas en los programas de vivienda.

“Hay más de un 10% de familias con hijos que tienen que decidir cada semana si calientan su casa, si comen carne o si reparan una mesa para el estudio. Hay que enfrentarlo con ayudas de forma directa”, recuerda Vera.

 

 

Además, el informe propone incrementar el parque de la vivienda pública de alquiler y dotar de recursos mayores a los planes y estrategias de lucha contra la pobreza. “Ahora tenemos un buen vector que es el de la Garantía Infantil Europea al cual podría dotarse de más recursos”, dice Vera. “Esto podría facilitar una vivienda pública mayor y ayudas específicas a las familias más vulnerables”.

Otras medidas son mejorar los datos sobre dónde y cómo vive la infancia y la adolescencia, incorporando la participación infantil; proteger a la infancia en procedimientos de desahucio; erradicar los asentamientos chabolistas; facilitar el empadronamiento para las familias migrantes; prevenir el sinhogarismo en jóvenes del sistema de protección y garantizar un hogar seguro para niños refugiados.

“Son medidas concretas que son alcanzables, que se deben dotar de recursos y exigen de una voluntad política”, concluye Vera.

 

Recursos:

 

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