- Presentamos en varios congresos sobre derechos de infancia el proyecto de UNICEF España, que busca que los municipios se centren en la prevención, detección e intervención de las situaciones de riesgo
Todo niño o niña debe contar con una comunidad: un entorno en el que todo el mundo se involucre para garantizar sus derechos y su desarrollo pleno. Y en España muchos gobiernos locales se han puesto manos a la obra para crear esos espacios protectores para la infancia en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño y de la LOPIVI (Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia Frente a la Violencia).
Desde UNICEF España queremos ayudarles y por eso trabajamos desde hace dos años en nuestro proyecto piloto de protección a la infancia desde lo local. Esta iniciativa busca que las entidades locales centren sus esfuerzos en la prevención, detección e intervención de las situaciones de riesgo de violencia contra la infancia, impulsando la participación infantil y adolescente y con una mirada comunitaria.
Apoyado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través del Plan de Recuperación y Resilencia y financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU, el proyecto es “un buen ejemplo del enfoque comunitario y la involucración de todos en los derechos de la infancia”, dice Paola Bernal, Especialista en Políticas Locales de Infancia de UNICEF España.
El trabajo parte de una hipótesis: que fortalecer los servicios comunitarios de los ayuntamientos permite realizar intervenciones eficaces ante el riesgo.
Bernal ha presentado el proyecto de protección en dos encuentros en torno a los derechos de la infancia. Por un lado, en el II Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Inclusión Social, realizado por la Cátedra UNED de Inclusión Social el 9 y 10 de noviembre en Tomelloso. Por otro, en el 38º Congreso de la Sociedad Internacional de Pediatría Social y Salud Infantil (ISSOP) en Valencia, celebrado en 16 de noviembre con el lema ‘Construyendo espacios seguros’ y organizado por las Sociedades Internacional y Española de Pediatría Social.
II Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Inclusión Social en Tormelloso
En este segundo encuentro se habló sobre cómo influye la protección y promoción del estado de bienestar en la vida de los niños, niñas y adolescentes, y el poder transformador de la gobernanza adaptada a la infancia, con una audiencia de especialistas en salud infantil. Entre las ponentes, Louise Thivant, directora ejecutiva del Child Friendly Governance Project, habló de qué sucede cuando no escuchamos a los niños y niñas ni los involucramos en decisiones que afectan su salud y bienestar.
Según la Convención sobre los Derechos del Niño, “los niños y niñas tienen derecho a ser escuchados en las decisiones que impactan sus vidas, ser informado y a disfrutar de los más altos estándares posibles de salud”, dice Thrivant.
Una gobernanza con enfoque de infancia se refiere, por un lado, a un marco y un enfoque de gobernanza que priorice la participación activa de los niños en la toma de decisiones; por otro, al desarrollo de políticas, programas y servicios informados por las voces, las prioridades y el interés superior de los niños.
¿Qué puede aportar una gobernanza con enfoque de infancia? “La participación de los niños y niñas produce mejores resultados para todos”, explica Thrivant:
- Los niños y niñas mejoran su autoestima, confianza y desarrollan habilidades como la comunicación y resolución de problemas.
- La comunidad también se beneficia de la participación infantil: experimenta una mejora de los servicios, mayor cohesión social, una gobernanza más transparente, responsable y eficaz y un mayor compromiso cívico y confianza en la democracia.
- Existen incluso beneficios de la participación infantil en la atención sanitaria. Las investigaciones han demostrado que ayuda a mejorar la calidad de los servicios de atención y aumenta la sensación de bienestar de los niños y niñas, entre otros aspectos.
Un proyecto participativo
Nuestro proyecto se está diseñando de manera piloto en 10 municipios de tres comunidades autónomas, y parte de una primera fase de diagnóstico, realizada durante 2022, a través de grupos focales de profesionales y de niños y niñas de los municipios participantes, entrevistas en profundidad y encuestas a profesionales y familias.
Bernal ha compartido algunos de los resultados preliminares obtenidos en esa primera fase, que muestran qué opinan los niños, niñas y adolescentes y sus familias sobre la violencia. En general se muestran concienciados sobre la incidencia de la misma y creen que puede darse en cualquier núcleo familiar; además, identifican más fácilmente la violencia con el bullying y consideran a la minoría como un factor de riesgo (por ejemplo, los más pequeños consideraban a los adolescentes como la fuente de violencia).
“Se consultó con los niños y niñas la fase de diagnóstico, la de diseño, la de implementación y la de evaluación que estamos haciendo ahora mismo”
Esta primera fase de diagnóstico ha estado seguida por la de diseño del modelo y la de implementación en los 10 municipios participantes a fin de, en la última fase, valorar su funcionamiento, eficacia e impacto. Estas cuatro fases se han llevado a cabo de forma participativa, y junto a los niños, niñas y adolescentes, con un enfoque de participación infantil: “Se consultó con ellos la fase de diagnóstico, se consultó con ellos la fase de diseño y están formando parte de la fase de implementación piloto y la de evaluación que estamos haciendo ahora mismo”, dice Bernal.
Así fue el encuentro de grupos motores de niños, niñas y adolescentes
El segundo enfoque del proyecto es el enfoque comunitario. Partiendo de que en España son los servicios sociales la autoridad competente en ámbito de prevención, sin embargo todos los actores deben estar involucrados en la protección de la infancia: profesionales de los centros escolares, las instalaciones deportivas, la biblioteca, profesionales sanitarios, etc.
Así fue el encuentro de grupos motores de profesionales de infancia
La ventaja de la red de Ciudades Amigas
En cuanto a la replicabilidad del proyecto, existe una gran ventaja con la que contaron desde el principio: “Partimos de la base de las más de 300 Ciudades Amigas de la Infancia que tenemos en España”, dice Bernal. “Tenemos un canal directo con los más de 300 municipios con los que trabajamos. El trabajo que estamos haciendo, que ahora mismo ha estado restringido a esos 10 municipios, el año que viene lo vamos a ofrecer a cualquer municipio que pueda estar interesado”.
Thrivant y Bernal durante el 38º Congreso de la Sociedad Internacional de Pediatría Social
A la hora de elaborar su plan de trabajo, cada municipio participante escogió dos de las cuatro estrategias del modelo, y eso permite una escalabilidad: “El objetivo es que estos 10 municipios escalen el trabajo el año que viene y vayan en profundidad, agreguen nuevas soluciones y estrategias”, propone Bernal. “Queremos que el modelo sea flexible y permita que los municipios trabajen a pequeña escala, en una estrategia, o si tienen recursos que trabajen con las cuatro”.
En la actualidad, el proceso se encuentra en fase de validación del modelo propuesto a través de la implementación en los municipios. Y se están realizando cuatro evaluaciones: del diseño del modelo, del proceso (importante para poder incorporar las mejoras), de resultados y de coste-beneficio: “La prevención es importante pero necesita que se la dote de recursos”, añade Bernal. Trabajar desde un enfoque preventivo es la clave para llegar a tiempo a todos los casos de violencia contra la infancia.
