- El acceso a una alimentación saludable es un derecho de todos los niños y niñas pero la pandemia ha supuesto un retroceso en los avances por la nutrición, también en España. ¿Qué pueden hacer los municipios?
La seguridad alimentaria se produce cuando cuando todas las personas tienen acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para cubrir sus necesidades nutricionales.Y, si bien es importante a cualquier edad, lo es especialmente en la infancia.
Alimentarse correctamente es crucial durante los primeros años de vida. Los niños y niñas que padecen malnutrición en sus diferentes formas o problemas de sobrepeso u obesidad son más propensos a sufrir diversas enfermedades, como las cardiovasculares o la diabetes.
En las últimas décadas ha habido muchos avances para garantizar la alimentación y nutrición de todos los niños y niñas a nivel global. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un retroceso en esta importante tarea, como advierte el informe de UNICEF Evitemos una década perdida.
Según el informe, la crisis sanitaria ha perjudicado la nutrición y la seguridad alimentaria de los niños y adolescentes (especialmente de aquellos que viven en la pobreza). Ofrece algunos datos preocupantes:
En el mundo…
¿Sabes qué porcentaje de niños y niñas de 6 a 23 meses recibe una alimentación mínimamente variada?
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Sólo el 29%
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¿Y qué porcentaje recibe una frecuencia mínima de comidas?
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Sólo el 52%
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De acuerdo con este informe, existen varios aspectos que pueden impulsar una crisis nutricional:
- Crecer en la pobreza. Las familias que viven en países y hogares de ingresos bajos suelen tener dificultades para adquirir alimentos nutritivos y sanos para sus hijos, como frutas, verduras, leche, pescado, huevos y carne.
- Los conflictos, el cambio climático y la pandemia de COVID-19 también contribuyen a que los alimentos nutritivos y sanos sean menos accesibles y asequibles para millones de niños pequeños.
- La abundancia de alimentos procesados baratos y poco nutritivos, ricos en azúcar, sal y grasas poco saludables.
España: el impacto de la pandemia
En tiempos de crisis y emergencias no debemos olvidar que el acceso a una alimentación saludable es un derecho de todos los niños y niñas. Pero en España la pandemia por la COVID-19 también ha tenido un impacto negativo en los avances contra la pobreza infantil y, por tanto, en la nutrición de los niños y niñas.
Entre los motivos, según el informe de UNICEF, estuvieron las medidas de cuarentena de restricción de movimientos, el deterioro de las condiciones económicas de las familias y el cierre de las escuelas, que han provocado un aumento drástico de la inseguridad alimentaria.
Además, los niños han consumido más alimentos procesados al pasar más tiempo en casa, y han realizado una menor actividad física, poniendo en riesgo la salud de los niños y niñas con sobrepeso u obesidad, tasa que aumenta entre los hogares con menos ingresos.
Según el estudio ALADINO 2019, el 23,2% de niños y niñas de entre 6-9 años de familias con rentas inferiores a 18.000 euros brutos anuales sufre obesidad en España
Cómo revertir la crisis de nutrición infantil
La Garantía Infantil Europea (GIE) tiene como objetivo la lucha contra la pobreza y la exclusión infantiles en varios países europeos, y propone hacerlo a través de la garantía de servicios básicos en cinco áreas de actuación prioritaria. Entre ellas está el área de la nutrición.
Desde un punto de vista de derechos de infancia, todos los niños y niñas deben tener acceso a servicios esenciales de calidad, incluyendo las medidas de apoyo nutricional. En ello tienen un papel muy importante las entidades locales, y la coordinación entre la administración local y los niveles de gobierno central y autonómico resulta fundamental.
Las políticas locales jugarán un papel clave en la lucha contra la pobreza infantil
Algunas de las medidas de los gobiernos locales para mejorar las condiciones nutricionales de la infancia han estado fuertemente vinculadas a aquellas destinadas a la lucha contra la pobreza infantil.
Por un lado, aquellas medidas de emergencia que se pusieron en marcha desde el principio de la pandemia, cuyo fin era el apoyo al acceso de comidas saludables, incluyendo las ayudas económicas destinadas a las familias como el reparto de alimentos o los vales o tarjetas de alimentación.
Este tipo de iniciativas han experimentado una expansión a raíz de la crisis sanitaria debido al cierre de los comedores escolares y al empeoramiento de las condiciones económicas de la ciudadanía. Especialmente los primeros meses de pandemia cobraron protagonismo todas las medidas tomadas por los gobiernos locales para evitar el impacto de la crisis en la pobreza infantil, como comedores públicos o ayudas económicas a las familias.
Ejemplos de buenas prácticas: El programa de refuerzo nutricional del municipio de Azuqueca de Henares (Guadalajara), la tarjeta-monedero con recomendaciones sobre alimentación saludable del Ayuntamiento de Alcalá de Henares (Madrid) o el programa ‘Madrugadores’ del Ayuntamiento de Llanes (Asturias).
El otro tipo de iniciativas, más a largo plazo, consiste en programas de promoción de la nutrición saludable y actividad física, así como la prevención y reducción de la obesidad infantil.
Ejemplos de buenas prácticas: El programa “Escudella”, del Ayuntamiento de Palma de Mallorca (Baleares), además de elaborar menús saludables sugieren menús a las familias para las cenas y los días no lectivos. El Programa gratuito “ENTREN” del Hospital Universitario Niño Jesús (Madrid) para niños y niñas de entre 8-12 años con exceso de peso.
Reducir la pobreza infantil desde la nutrición
El informe de recomendaciones de UNICEF para implementar la Garantía Infantil Europea ofrece una serie de propuestas de políticas y programas que se pueden implementar por parte de la administración local para contribuir a reducir la pobreza infantil desde el ámbito de la nutrición. También, sus factores de éxito y obstáculos que presentan:
- Comedor social, banco y reparto de alimentos, vales y tarjetas familiares
- Garantía alimentaria y talleres en los centros escolares y en los campamentos de verano
- Garantía y formación alimentaria en los centros de educación infantil
- Programas para la reducción de la obesidad infantil
- Tratamiento integral y transversal de la nutrición saludable
Para elaborar estas recomendaciones se han basado en programas que ya han tenido éxito desarrollados desde la administración local. Pero también han contado con la opinión de los niños y niñas.
Entre las propuestas de la infancia, recogidas también en el informe, están aumentar las becas del comedor escolar y mantenerlas en verano, crear bancos de alimentos, informar a las familias sobre las ventajas de la alimentación saludable y abaratar los precios de los alimentos sanos, de forma que el derecho a la alimentación esté garantizado para todos.
