- En España hay más de 889.000 niños y niñas en situación de carencia material y social severa. ¿Cómo afrontar un principio de curso marcado por el aumento de los precios?
Para algunas familias, la vuelta al colegio está cargada de ilusión; para otras, puede ser especialmente difícil. La inflación ha hecho aumentar los precios de la cesta de la compra, de servicios como la energía o suministros de la vivienda y de los productos en papel (lo que aumentará el coste de los libros y el material escolar), así como los servicios de comedor.
“La alta inflación tiene un impacto absolutamente devastador sobre las familias en una situación de mayor vulnerabilidad”, advierte José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España, que ha definido el panorama como “preocupante”. Un ejemplo es Castilla-La Mancha, comunidad donde la vuelta al cole será la más cara de los últimos años.
“La alta inflación tiene un impacto absolutamente devastador sobre las familias en una situación de mayor vulnerabilidad”
Existen iniciativas de los propios padres y madres, las AMPAS y los centros escolares para hacer menos penosos los gastos de principio de curso. Una de las iniciativas es la de la socialización de libros de texto y del material escolar, consistente en unificar los gastos que las familias deben asumir en el inicio de cada curso en material escolar.
Desde UNICEF España hicimos la propuesta de garantizar la gratuidad de los artículos y servicios relacionados con la educación obligatoria (como libros de texto, comedor o transporte escolar), especialmente para los hogares con menos ingresos.
Por otro lado, los comedores escolares cumplen una función fundamental desde el punto de vista nutricional y también educativo. Sin embargo, para muchas familias se ha convertido en casi un lujo.
Un nuevo curso difícil
La Encuesta de Condiciones de Vida 2021 publicada en junio dibujó un claro panorama de la huella de la pandemia en la infancia en España. Los niños y niñas se han convertido en el colectivo con mayor riesgo de pobreza: la pobreza infantil aumentó en 1,5 puntos y este aumento muestra una tendencia al alza.
Según la encuesta, el riesgo de pobreza y exclusión social de los menores de 18 años en es del 33,4%, y hay más de 889.000 niños y niñas en situación de carencia material y social severa, el nivel más extremo de escasez. El 27,4% de los niños y niñas están en situación de pobreza en nuestro país, frente al 17,9% de los países UE-15.
En España, el 27,4% de los niños y niñas están en situación de pobreza, frente al 17,9% de los países UE-15
Los hogares con mayor riesgo de pobreza, muestra la encuesta, son aquellos monoparentales y con uno o dos niños a cargo, mientras que las menores tasas de riesgo de pobreza o exclusión social se dan claramente en los hogares sin niños.
Las causas de la pobreza infantil son múltiples. A la actual situación de inflación se le suman otros aspectos, como la mala calidad de los empleos familiares o el coste de la vivienda en las grandes ciudades. Y a estos factores hay que añadir la débil protección social a las familias, denuncia Vera: “España aún protege poco y mal a su infancia, ya que dedica escasos recursos a las familias y estos apenas se focalizan en las de menores ingresos”.
Como recuerda Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España, nuestro país todavía está a la cola de la Unión Europea en el impacto de la acción pública sobre la reducción de la pobreza infantil: las prestaciones públicas solo reducen la pobreza de los niños en 6,4 puntos, mientras que la media de los países europeos se sitúa en 13,4 puntos.
Invertir en infancia
El incremento de la pobreza infantil se ha visto contenido por el impacto del escudo social y de las medidas desplegadas para paliarla. A nivel estatal se han producido avances en políticas públicas para reducir la pobreza infantil, como el Ingreso Mínimo Vital o la Garantía Infantil Europea (GIE), en la que UNICEF España participó haciendo recomendaciones encaminadas a mejorar su implementación.
Sin embargo, las acciones y medidas que contempla la GIE deben complementarse con la mejora de las prestaciones a la infancia. Del mismo modo que hubo un consenso sobre la protección social de los mayores a través de un sistema de pensiones, debe hacerse ahora con los niños y niñas.
Desde UNICEF España presentamos 14 medidas para los Presupuestos Generales del Estado para ayudar a la infancia más vulnerable. Entre ellas está la inclusión en el IRPF de una deducción fiscal reembolsable de 1.200 euros por hijo menor de edad, que supondría un apoyo a la crianza y reduciría la pobreza infantil. También, propuestas en otras áreas, como educación, salud y salud mental, lucha contra la violencia o protección de los menores migrantes no acompañados.
Invertir en la infancia es un imperativo moral y contribuye a garantizar la Convención sobre los Derechos del Niño. Y, en situaciones como la actual, es lo que permitirá que el curso escolar comience para todos y todas.