violencia infancia

Ilustración para el informe de Mathias Sielfeld

 

  • Naciones Unidas publica por primera vez una versión de su informe anual sobre la Violencia contra los Niños adaptada para la infancia
  • “Ofrecernos una plataforma para expresarnos es uno de los pasos más importantes para terminar con la violencia infantil para 2030”, dice Ojaswi, de 17 años

 

Para abordar la violencia contra la infancia es necesario conocer el problema y, por tanto, contar con las aportaciones y opiniones de quienes lo sufren. La participación de la infancia es, por tanto, clave en esta lucha, que supone una de las metas de la Agenda 2030.

Niños y niñas de todo el mundo se organizan y cooperan para paliar la violencia que sufren ellos y sus pares, como deja claro el mapa de la participación de Naciones Unidas. Sin embargo, muchos de ellos continúan enfrentándose a barreras para ser escuchados o tenidos en cuenta debido a su edad, y sus voces son silenciadas por culpa de la falta de canales de expresión o incluso a las propias situaciones de violencia, matrimonios forzosos, exclusión, etc.

 

¿Qué debemos hacer los municipios para poner en práctica la Ley de Protección a la Infancia contra la Violencia?

 

Cada año, Naciones Unidas presenta un informe de la Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños. En él se aborda este problema a nivel global y se incluyen algunas iniciativas y medidas que se están llevado a cabo en el mundo para proteger a los niños y niñas frente a esta realidad.

Este año, por primera vez desde el establecimiento del mandato, la Representante Especial de la Secretaria General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Najat Maalla M’jid, ha publicado una versión del informe adaptada para niños y niñas.

 

 

Se trata de una versión ilustrada y con mensaje adaptado, amigable para la infancia, que ha sido revisada por niños y niñas de todo el mundo. El texto se ha nutrido de sus aportaciones y opiniones, y también incluye mensajes de unos niños a otros, empoderándolos para actuar en sus comunidades.

En sus páginas se explica lo que está haciendo la Secretaría de Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y se hace hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional invierta más en la infancia: tanto en la prevención de la violencia como en la participación y en mejores servicios para niños, niñas y adolescentes.

 

Erradicar la violencia: una prioridad

 

Uno de los mensajes clave del informe es que es necesario seguir actuando contra la lacra de la violencia infantil, que tiene un coste terrible para los niños y niñas, las familias e incluso para las sociedades en conjunto.

Cada vez que un niño o niña es víctima de violencia, el gobierno tiene que gastar dinero para proporcionar los servicios necesarios para responder a lo que la violencia causó (por ejemplo, gastos de hospital, de salud mental, apoyo de profesionales como trabajadores sociales, etc.).

“La violencia contra los niños y niñas está aumentando y es cada vez menos visible. Ha sido exacerbada por la pandemia y también por la actual crisis humanitaria, las guerras, los conflictos, el cambio climático y, más recientemente, la guerra de Ucrania”, ha explicado Najat Malaam en el evento Investing on Integrated Services to Prevent and Respond to Violence Against Children, celebrado el 7 de marzo.

 

La voz de la infancia es clave

 

Millones de niños y niñas somos ignorados y tratados por los gobiernos de nuestros países como ciudadanos invisibles. Incluso cuando hay democracia, en su mayoría nos excluye. Las decisiones que consideran nuestra propia seguridad y bienestar no están en nuestras manos”. Quien habla es Ojaswi, una joven de 17 años activista infantil de la India que también participó en el evento.

“Ofrecernos a los niños una plataforma para expresarnos es uno de los pasos más importantes que puede tomar para terminar con la violencia contra los niños para 2030”, añade. “Debéis permitirnos contar los problemas que tenemos para resolverlos y necesitáis escucharlos de nosotros”.

Niños y niñas de todo el mundo se reunieron en otro encuentro digital con la Secretaria General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños para consultar con ella sus dudas y compartir sus historias.

En este encuentro, Reem, una joven siria de 19 años que vive en Líbano, se interesó sobre la solución para el matrimonio forzado que sufren miles de niñas y adolescentes refugiadas como ella. Desde Indonesia, Angelita, de 15 años, preguntó qué puede hacerse ante el acoso online. Kiara, niña de 14 años de Perú, habló de la violencia de género y en qué casos afecta a la infancia. También se abordaron temas como la explotación laboral infantil o los impactos del cambio climático.

“Estos son problemas que los adultos y los responsables políticos no escucharán en sus reuniones regulares. No existe una vía directa de comunicación para que nuestras luchas lleguen a ustedes”, dice Ojaswi.

 

Los niños y niñas son agentes de cambio

 

El informe ha puesto énfasis en la capacidad de la infancia como agente de cambio y como parte de la solución para poner fin a la violencia. Incluye ejemplos de cómo los niños y niñas de todo el mundo están tomando medidas para erradicar la violencia, liderando estas acciones junto a sus compañeros, compañeras, y coordinándose con sus comunidades y responsables políticos.

Algunos ejemplos:

  • La red ‘Tremendas’ en México, liderada por adolescentes, se enfoca en la violencia contra las niñas y el trabajo infantil mediante la educación y el empoderamiento de las niñas en la escuela desde una edad temprana.
  • En Ghana, grupos de niños y niñas están utilizando el teatro, la poesía y la danza para crear conciencia sobre la pobreza y el abuso que enfrenta la infancia que vive en las calles.
  • En la India, niños y niñas de la organización ‘Terre des Hommes’ están desarrollando proyectos artísticos para sensibilizar sobre el trabajo infantil, el matrimonio forzoso, la migración insegura y la desigualdad de género.
  • En Camboya, los niños y niñas en situación de calle, que trabajan o cuyos padres han emigrado se conectan con otros jóvenes y las autoridades locales para ayudar a reducir la violencia contra la infancia, y luego educan a otros niños en sus comunidades.

 

Invertir en la infancia e involucrarla en el proceso

 

Por último, el informe incide en la necesidad de invertir en los niños y niñas e involucrarlos en el proceso de presupuestos de infancia.

Zanuka, de 19 años, es de Nepal y ha compartido su experiencia en participación infantil. Ella ha formado parte de un club infantil durante seis años, un elemento clave de participación con el que cuenta cada uno de los más de 700 municipios de Nepal comprometidos con los derechos de la infancia.

“Incluir a los niños en el presupuesto es una de las mejores prácticas aquí en Nepal”, asegura Zanuka. Y explica cómo es el proceso de elaboración de presupuestos con la infancia: “Discuten todos los problemas y cuestiones, hacen un plan de acción desde la perspectiva de los niños y lo llevan al gobierno local”.

Los niños y niñas participan en ese proceso de toma de decisiones con el gobierno local, en los planes y el presupuesto, añade. Así, “los niños entienden el proceso de hacer un presupuesto”.

“Nos enfrentamos a muchos desafíos”, concluye Zanuka. “Los políticos no nos consideran su interés, razón por la cual los niños y adolescentes se sienten políticamente desconectados. También hay falta de consuelo intergeneracional. Pero el desafío más importante es la implementación: es realmente pobre. Nuestras voces se escuchan, pero solo en papel”.

 

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