- Hablamos con algunos de los chicos y chicas del Grupo Joven de UNICEF España que formado parte del proceso de elaboración de la primera Ley de Juventud y Justicia Intergeneracional que prepara el Gobierno
Mediante un proceso colaborativo y contando con las voces de los y las jóvenes: así está siendo elaborada la primera Ley de Juventud y Justicia Intergeneracional, impulsada por el Ministerio de Juventud e Infancia (INJUVE) y cuya creación el Gobierno anunció en enero. La ley, que se encuentra en fase de desarrollo, es un proyecto inédito: busca recoger las necesidades de los niños, niñas y adolescentes en temas como vivienda, natalidad, familia, igualdad, medioambiente, empleo o participación.
Basada en la Estrategia de Juventud 2030, la ley se estructurará en cuatro ejes: derechos económicos y cobertura social; derechos democráticos y participación política; salud mental y bienestar, y crisis ecosocial y derechos de las generaciones futuras.
¿Qué planeta estamos dejando de herencia para las generaciones que han de venir?
Para todo ello, se está contando con las opiniones de los más interesados: los jóvenes. Chicos y chicas de entre 16 y 30 años y de diversos perfiles han participado en el proceso de elaboración de varias formas:
- una consulta pública previa,
- un grupo de trabajo permanente,
- encuentros sectoriales con colectivos específicos (jóvenes con discapacidad, LGTBIQ+, extutelados, etc.,
- encuentros territoriales, organizados junto al Consejo de la Juventud de España en colaboración con los consejos de juventud autonómicos.
Hablamos con Lara, Martín y Aitana, del Grupo Joven de UNICEF España y algunos de los chicos y chicas que han formado parte de la elaboración de la ley.
Mecanismos de consulta pública
El proceso de creación de la ley empezó con una consulta pública previa, a la que los chicos y chicas han podido enviar sus aportaciones hasta el 30 de noviembre, en el marco del artículo 48 de la Constitución Española, que promueve su participación activa en el desarrollo político, social, económico y cultural del país.
Lara, del Grupo Asesor Joven de UNICEF España, cuenta cómo fue esta consulta. “La idea principal era intentar que el mayor número de jóvenes pudiese participar”, dice. “Hicimos la sesión online con jóvenes de distintos grupos de UNICEF, como jóvenes del grupo de Generation-Unlimited; posteriormente, cuando tuvimos las conclusiones, las pasamos por los distintos grupos para que la gente que no pudo estar pudiese participar”.
El siguiente paso fue la creación de un grupo de debate formado por jóvenes entre 16 y 30 años que han trabajado los contenidos de esta nueva normativa. Lara, que dinamizó esta sesión, explica que intentaron que fuese lo más amena posible, con trabajos en grupos y distintos ejes que iba a tratar la ley.
“Ver a tantos jóvenes involucrados, que tienen tantas ideas y que estás recogiendo todas ellas para llevarlas a una futura Ley de Juventud es impagable”, dice Lara
“Normalmente los temas legislativos no están al alcance de la juventud”, dice. Por eso, incentivaron a los participantes a que trabajasen sobre los distintos puntos de la ley previamente e incentivar el debate a partir de las ideas que traían. Martín, del Grupo Asesor de UNICEF España y otro de los chicos que formó parte del proceso, destaca que todo fue dinámico y se les dio información sobre el contexto: “Me pareció súper interesante para trasladarla a nuestros grupos locales”.
Lara cree que todos pudieron aportar y disfrutó mucho moderando el espacio: “Ver a tantos jóvenes involucrados, que tienen tantas ideas y que estás recogiendo todas ellas para llevarlas a una futura Ley de Juventud es impagable”.
Representación de la infancia y adolescencia
Durante el encuentro, se animó a los chicos y chicas a que diesen sus propias opiniones. “Sobre las aportaciones que hicimos, se hizo mucho hincapié en temas relacionados con el futuro, la estabilidad de cara a la vida adulta y en ámbitos como la vivienda, precariedad laboral, de la que salieron muchísimas propuestas interesantes y reclamaciones”, cuenta Martín. “Creo que muestran que la juventud está más que preocupada por el futuro, por cambiarlo y por dejar huella”.
“La juventud está más que preocupada por el futuro, por cambiarlo y por dejar huella”, dice Martín
Uno de los puntos clave fue conseguir que las voces de todos los chicos y chicas estuvieran representadas en el proceso de consulta. Para Aitana, fue muy enriquecedor que se contara con chicos y chicas con discapacidades como ella.
“Me llamó la atención cómo la discapacidad sigue siendo un tema secundario en muchos espacios de decisión”, dice. “Creo que es fundamental que la juventud con discapacidad participe en estos espacios porque somos quienes viviremos las consecuencias de las decisiones actuales. Nuestra implicación ayuda a conseguir una sociedad más inclusiva y sostenible. Además participar nos permite romper con dinámicas de sobreprotección, visibiliza nuestras capacidades y aportar soluciones adaptadas a nuestra realidad”.
“La implicación de la juventud con discapacidad ayuda a conseguir una sociedad más inclusiva y sostenible y romper con dinámicas de sobreprotección”, dice Aitana
Para la futura ley, algunas de las propuestas de su colectivo fueron fomentar la participación directa de las personas con discapacidad en el asociacionismo, consejos de juventud y partidos políticos y eliminar barreras físicas. También destacaron problemas como el informe de actitud en oposiciones, que creen que resulta discriminatorio, o la falta de inclusión de las personas con discapacidad en los planes de acción frente a desastres naturales sin tener en cuenta sus necesidades específicas.
Espacios para aportar
Los chicos y chicas también hablan sobre la importancia de generar estos espacios y procesos de participación. Martín destaca el papel que tienen este tipo de consultas públicas en la forma de involucrarse de los más jóvenes.
“Creo que es súper importante que los jóvenes intenten aportar su grano de arena a estas propuestas, realmente tienen un impacto real”, dice. “Vemos la democracia como salir a votar cada cuatro años, pero en realidad tenemos muchos otros mecanismos, como los grupos de participación, las consultas públicas, el asociacionismo, que nos dan esa oportunidad de crear un cambio real desde los ciudadanos”. Destaca de esta experiencia el espacio de diálogo, que permite poner encima de la mesa tantas perspectivas y puntos de vista distintos.
“Vemos la democracia como salir a votar cada cuatro años, pero en realidad tenemos muchos otros mecanismos: grupos de participación, consultas públicas, el asociacionismo, que nos dan esa oportunidad de cambio”, dice Martín
La gente joven, dice Lara, quiere que la Ley de Juventud sea ambiciosa, interseccional, que integre a todo el mundo y a todos los campos legislativos. Y, sobre todo, que de verdad se tenga en cuenta a la infancia y adolescencia, no de forma simbólica: “El proceso para esta ley deberá continuar y seguir abierto, habrá que ir puliéndola, no solo desde arriba sino que nosotros podamos ir añadiendo cosas”. dice. “Los procesos legislativos no suelen estar adaptados a la gente joven y mucho menos abiertos a que podamos opinar. Por una vez se nos abre el espacio para participar y tener en cuenta nuestra opinión, y además para la creación de una ley que nos concierne precisamente a nosotros”.