Indicadores: por qué debes conocer esta herramienta clave para las políticas de infancia

30/01/2023 | Ciudades Amigas de la Infancia, Derechos de la Infancia, Desarrollo de capacidades, Metodologías, guías e indicadores, Pobreza, Política Local, Previas

 

  • Necesitamos medir y evaluar si nuestras políticas locales o planes de infancia son eficaces, si estámos haciendo lo que estaba previsto. Una herramienta que permite hacerlo son los indicadores
  • UNICEF España publica una Guía de indicadores para las Entidades Locales interesadas en conseguir mejorar el bienestar de la infancia

 

→ ¿Hasta qué punto nuestras políticas están dando un resultado y transformando la realidad?

→ ¿Cómo evaluamos lo que estamos haciendo?

→ ¿En qué medida, a partir de esa evaluación, podemos plantearnos mejorar, corregir o incluso elevar el listón de nuestros objetivos y ambiciones?

Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos al elaborar y poner en práctica las políticas públicas, según plantea Javier Malagón, consultor con amplia experiencia en políticas locales de infancia y adolescencia.

Evaluar es una acción imprescindible en cualquier proceso. No importa si estamos llevando a cabo las Políticas locales, el Plan local de Infancia y Adolescencia o durante los procesos de participación infantil: necesitamos un sistema de seguimiento y evaluación para medir los logros alcanzados y saber si estas medidas son eficaces a la hora de satisfacer necesidades y demandas de los niños y niñas.

“Para afrontar el reto de la evaluación tenemos que recurrir a algunos instrumentos que nos lo permitan, y uno de ellos son los indicadores”, dice Malagón.

 

Los indicadores: qué son y cómo usarlos

 

Los indicadores son un elemento fundamental para evaluar las políticas locales de infancia y adolescencia. La presencia de indicadores a lo largo de todo el ciclo de planificación de este tipo de políticas asegura que las intervenciones públicas puedan ser objeto de análisis, midiendo su impacto en el bienestar y la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes.

Por eso, desde el área de Políticas Locales de Infancia de UNICEF España hemos elaborado la Guía de indicadores, incluida en la caja de herramientas del Reconocimiento de Ciudades Amigas de la Infancia cuyo fin es reforzar el trabajo de acompañamiento que realizamos hacia las Entidades Locales.

 

Guía: Indicadores, concepto y utilidad en las políticas locales de infancia y adolescencia

 

“Contar con datos para tomar mejores decisiones, como nos ha recordado el Comité sobre los Derechos del Niño en su Observación General nº 5, es fundamental. Los indicadores son un instrumento para ello. Por eso esperamos que esta guía resulte de utilidad a las Entidades Locales interesadas en conseguir mejorar el bienestar de la infancia y, a la vez, poder medir, mejorar y compartir dichos logros”, explican en la guía desde el área de Políticas Locales de Infancia y Participación de UNICEF España.

 

Algunas preguntas clave

 

Extraemos de la Guía algunas cuestiones clave en torno a los indicadores:

 

Qué es un indicador

Un dato o un conjunto de datos que nos ayudan a medir objetivamente la evolución del sistema de gestión (AEC, 2022).

Una característica específica, observable y medible que puede ser usada para mostrar los cambios y progresos que está haciendo un Iniciativa hacia el logro de un resultado específico (ONU Mujeres, 2022).

 

Qué permite hacer un indicador

    1. Saber hasta qué punto o en qué medida se están logrando los objetivos previstos, tanto del plan en general como de sus medidas.
    2. Evaluar el desempeño de la Entidad Local frente a sus metas, objetivos y responsabilidades con los grupos de referencia.
    3. Contar con información para analizar cualquier área de la organización y para verificar el cumplimiento de los objetivos en términos de resultados.
    4. Detectar y anticipar desviaciones en el logro de los objetivos u otros logros previstos.
    5. Contar con información fiable, frecuente, breve y precisa que facilita el aprendizaje de las organizaciones.
    6. Objetivar la toma de decisiones (es decir, que esté basada en datos contrastables y no solo en percepciones u opiniones).

10 aspectos de un buen indicador

La calidad de un indicador, es decir, su valor como instrumento útil para el conocimiento objetivo de la realidad, depende de que sea:

    1. Válido con relación al aspecto de la realidad que nos interesa conocer.
    2. Confiable, de modo que la medida pueda realizarse de la misma forma, a lo largo del tiempo y por diferentes observadores.
    3. Preciso para que no haya dudas operativas acerca de qué es lo que hay que observar y con qué tipo de dato se debe responder.
    4. Medible, es decir, cuantificable matemáticamente con algún sistema de medida concreto.
    5. Oportuno, aportando información a intervalos relevantes y apropiados en términos de las metas y actividades previstas.
    6. Útil, sirviendo realmente para obtener un conocimiento significativo.
    7. Importante programáticamente, esto es, vinculado a una política, plan, Iniciativa y/o actividad y a sus objetivos.
    8. Con un equilibrio entre la información que proporciona y el coste.
    9. Estar redactado de forma comprensible.
    10. Objetivo, para ello deberá recurrirse a fuentes de información contrastadas, documentadas y veraces.

3 tipos de indicadores

    • Indicadores “de proceso”: Por ejemplo, el número de de niños y niñas que reciben una beca para material escolar.
    • Indicadores “de resultados”: Por ejemplo, el grado de satisfacción del profesorado, estudiantes y progenitores respecto a la concesión de becas de material escolar.
    • Indicadores “de impacto”: Por ejemplo, la tasa de abandono escolar.

Qué es la Gestión Basada en Resultados

Es un enfoque que se centra en los resultados deseados, asegurando que se obtiene evidencia clara de para qué han servido realmente las intervenciones públicas, de modo que se pueda aprender de ese conocimiento para hacerlo cada vez mejor.

 

 

Los indicadores y la infancia vulnerable

 

Los niños y niñas más vulnerables o en riesgo de exclusión social (incluyendo aquellos con discapacidad, hijos de padres con alcoholismo o drogodependencia, de etnia gitana o migrantes no acompañados, en el sistema de protección social o de familias monoparentales) tienen situaciones y necesidades específicas. Sin embargo, la falta de datos hace que sea difícil abordar dichas necesidades.

 

Frente a la escasez de datos sobre infancia en riesgo, un informe destaca a las Ciudades Amigas de la Infancia

 

Frente a esta situación, los indicadores son especialmente útiles a la hora de conocer la realidad de la infancia vulnerable. Permiten, como especifica la guía, medir la evolución de distintos aspectos de la realidad, tanto de carácter material como psicosocial. En la lucha contra la pobreza infantil el primer paso es conocer cuál es la distribución territorial de los niños y niñas a nivel lo más desagregado posible, herramienta útil para ayuntamientos y para diseñar las políticas del Estado.

La guía también advierte de algunos desafíos, como la falta de recursos (personal, conocimiento, etc.) o la dificultad de acceso a los datos. Estos problemas se complican cuando, además, no existen criterios comunes a la hora de formular indicadores con perspectiva de infancia. Frente a esos desafíos, los autores proponen algunas estrategias para que las Entidades Locales puedan sacar el máximo rendimiento a esta herramienta aliada en la tarea de garantizar los derechos de la infancia.

 

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