lopivi

Fotografía: La-Rel Easter / Unsplash

 

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La aprobación en 2021 de la Ley Integral de Protección de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) ha supuesto un paso muy importante en el camino hacia la desaparición de la violencia contra los niños, niñas y adolescentes.

La ley destaca por su enfoque preventivo y precisará de la puesta en marcha de numerosas medidas en diversos sectores (educativo, sanitario, de ocio y tiempo libre, judicial, entre otros), algo en lo que las administraciones públicas tendrán un rol clave. Pero ¿cómo aplicar la LOPIVI de forma práctica?

El pasado 26 de abril celebramos un encuentro online para conocer y compartir recursos útiles, como un estudio participativo de la situación en España y construcción de propuestas para mejorar la atención a la infancia y adolescencia, una guia con claves para comprender la violencia contra niños, niñas y adolescentes y para desarrollar medidas de protección eficaces, y una hoja de ruta para la aplicación de la nueva ley.

 

¿Qué debemos hacer los municipios para poner en práctica la Ley de Protección a la Infancia contra la Violencia?

 

Atender a las víctimas de la violencia supone haber llegado tarde, como recuerda José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. Por ello, “nuestros esfuerzos se ponen en la prevención, en que los espacios donde los niños y niñas viven sean espacios seguros”. Esa construcción de entornos protectores, añade, es aún más urgente en casos de infancia migrante, refugiada, separada de sus familias o en situación de vulnerabilidad.

“Toda ley se vuelve papel mojado si no se asegura su aplicación vía instituciones, con los recursos adecuados y las personas que estén capacitadas para ello”, recalca.

Para José Luis Castellanos Delgado, Subdirector de la Dirección General de Políticas de Infancia y Adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, esta ley “es una gran oportunidad de erradicar la violencia contra la infancia en nuestro país”. Resalta que la construcción de protocolos que implica la LOPIVI debe contar con la voz de los niños y niñas: “Tiene que hacerse desde la perspectiva del protagonismo de la infancia”.

En ese contexto, Castellanos ha destacado la reciente puesta en marcha del Consejo Estatal de Participación, un hito en la garantía del derecho a la participación infantil en el país, que considera que debe ser “el grupo consultivo de las políticas y consensos que tengan que ver con el desarrollo de la LOPIVI”.

 

La LOPIVI: un punto de partida

 

“Nuestro sistema normativo no era ni adecuado ni completo”, explica Clara Martínez, de la Cátedra de Derechos del Niño de la Universidad Pontificia Comillas. La aprobación de la LOPIVI, que partió de una recomendación del Comité de Derechos del Niño, no era un punto de llegada sino de partida, según Martínez: “La ley era el medio, era necesaria para después construir la respuesta de protección integral frente a la violencia contra niños, niñas y adolescentes”.

Pero todo nuevo camino requiere un mapa y, del mismo modo, la LOPIVI precisa una hoja de ruta. Martínez, ha coordinado dicha hoja de ruta para la acción. Ella presenta el camino sobre qué hay hacer, quién debe hacerlo (las competencias de cada eslabón de la cadena de profesionales) y cuándo (una estrategia temporal). Incluye medidas a corto, medio y largo plazo en ámbitos como el educativo, sanitario, de servicios sociales, de ocio, judicial y de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Para Clara Martínez, el Estado y Comunidades Autónomas tienen que otorgar un papel fundamental a las entidades locales. “La principal conclusión de esa hoja de ruta es que todo el camino está por andar”, concluye.

 

De la teoría a la práctica

 

Con el fin de generar un conocimiento compartido y colectivo y de contribuir a la implementación práctica de la LOPIVI en cada territorio, se llevó a cabo el informe Infancia y Violencia. Análisis de la situación, percepciones, desafíos y oportunidades de la Consultoría DIRDIRA, con recursos para contribuir a la implementación de la norma y a crear entornos protectores.

Carlos Arguilea, miembro del equipo del estudio, lo ha presentado junto a sus objetivos y su proceso de elaboración, en el que estuvieron involucrados 500 adultos y 2.700 chicos y chicas de 12 a 15 años.

Jon Echeverría, investigador del estudio, ha compartido algunas ideas extraídas de este proceso: “Hay mucho acuerdo sobre la oportunidad que supone esta ley”, dice, aunque reconoce que en algunos aspectos sigue habiendo diferencia de opiniones, por ejemplo, sobre cómo hacer sensibilización. “A todo el mundo le ha parecido que la ley está bien orientada pero ahora hay que ponerla en práctica”.

Los investigadores plantean que hay tres retos importantes por delante: cómo atender a las personas que han sufrido daño ya, cómo crear espacios seguros para la infancia y cómo hacer accesibles los espacios de apoyo y escucha a las personas jóvenes que tienen menos oportunidades (por discapacidad, género, etc.)

 

Para entender mejor la LOPIVI y su aplicación en el ámbito autonómico hace falta ver ejemplos prácticos. Un caso inspirador es el de Asturias, donde la extensa participación infantil en las políticas municipales de infancia suponía ya un punto de partida muy favorable.

Marta del Arco, Directora del Instituto Asturiano para la Atención Integral a la Infancia y a las Familias, ha compartido los pasos que están dando desde su Consejería, como la elaboración de un anteproyecto de Ley de Infancia y Adolescencia de Asturias. Esta ley se ha elaborado con la participación de 1.700 niños y niñas dinamizados por el colectivo de los Glayus y reflejará los avances de la LOPIVI para la protección integral de niños, niñas y adolescentes. Abordará los derechos de la infancia, las competencias y temas como la prevención o la parentalidad.

Por otro lado, añade del Arco, desde su Consejería están revisando el modelo de atención, los protocolos para situaciones de desatención y el modelo de acogimiento residencial. “Todas estas revisiones, cambios y nuevos modelos van a estar incorporados a la estrategia de infancia y adolescencia, que pretende ser un horizonte con la Agenda 2030”, concreta del Arco.

 

Detectar la violencia para prevenirla

 

Otro aspecto clave en el que incide la Ley de Protección de la Infancia es el de la formación de los profesionales y la creación de entornos protectores para la infancia.

“Si queremos que los niños, niñas y adolescentes tengan la protección adecuada necesitamos que los entornos sean protectores para garantizar esa seguridad”, ha explicado F. Javier Romeo Biedma, de Espirales Consultoría de Infancia.

Para ello, es necesario que todas las personas que trabajen con niños, niñas o adolescentes cuenten con una formación que les permita saber ver y detectar la violencia para poder prevenirla. Esto incluye a profesionales de los centros de protección, de acogimiento residencial, educativos, de ocio, deportivos, etc.

Para ello, Biedma ha presentado la guía formativa “Ver para Proteger. Claves para comprender la violencia contra niños, niñas y adolescentes y para desarrollar medidas de protección eficaces”. En ella se ofrece una definición de qué es la violencia y de qué formas puede darse, así como las creencias que nos impiden ver algunos tipos de violencia que sufre la infancia.

Además, explica cómo desarrollar las medidas de protección eficaces y elementos clave para crear entornos seguros y protectores para la infancia.

Puedes ver la grabación de toda la jornada:

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