En sus propias voces: cómo la participación de niños, niñas y adolescentes transforma sus municipios

05/02/2025 | Ciudades Amigas de la Infancia, Ciudades y niños, Participación Infantil, Planificación urbana

Imágenes de Voces del Órgano de la Participación Infantil y Adolescente (VOPIA) de Las Palmas de Gran Canaria (fuente de la imagen)

 

  • Las propuestas de los consejos de participación infantil se traducen en mejoras de las infraestructuras de los espacios públicos, actividades de ocio o culturales y acciones de sensibilización
  • Estos órganos liderados por los más jóvenes contribuyen a convertir en sus localidades en espacios mejores para la infancia
  • “Muchas de nuestras propuestas se han cumplido y se mantienen en el tiempo”, dicen en el consejo de Armilla (Granada)

 

Los consejos locales de participación infantil y adolescente son órganos donde chicos y chicas de cada municipio expresan sus opiniones, propuestas y preocupaciones sobre los temas que les afectan. Su objetivo es garantizar su derecho a la participación a nivel local. Pero, más allá de la teoría, ¿cuál es el efecto que tienen en la práctica? ¿Cómo contribuyen a mejorar sus entornos y sus vidas?

 

¿Cuál es el efecto que tienen en la práctica? ¿Cómo contribuyen a mejorar sus entornos y sus vidas? Se lo preguntamos a ellos y ellas

 

Se lo preguntamos a ellos y ellas. Según la encuesta realizada el pasado Día Internacional de la Infancia, a la que contestaron 41 órganos de participación infantil (consejos locales de infancia y adolescencia, foros infantiles, espacios jóvenes, entidades de centros educativos y grupos de participación infantil y adolescente), estos son los que consideran sus logros más relevantes:

 

Formar parte de la toma de decisiones

 

Los niños y niñas adoptan, a través de estos espacios, un rol activo en la toma de decisiones locales. Participan, por ejemplo, en los plenos del municipio junto con las autoridades municipales, donde expresan sus inquietudes y propuestas; también, en celebraciones como el Día de los Derechos de la Infancia o los encuentros organizados por UNICEF, como el encuentro estatal celebrado en Bilbao.

 

Consejo del Puerto del Rosario, Canarias

 

Los niños, niñas y adolescentes han sido pregoneros en fiestas patronales, organizado plenos infantiles y han formado parte de los presupuestos participativos de sus municipios, como en Puerto del Rosario (Las Palmas).

Para los chicos y chicas es importante que sus propios consejos adquieran visibilidad en los municipios. Para el Consejo de Participación Infantil y Adolescente de Toledo, un logro es “sumar a gente nueva al consejo cada curso escolar”. También, la ampliación de sus actividades y consolidación como órganos relevantes en la toma de decisiones, como en Herrera del Duque (Badajoz). En Inca (Mallorca) han conseguido “implicar a mucha gente en el Consejo de Niños y nuestras propuestas”.

 

Mejoras reales en los municipios

 

Las propuestas de los órganos de participación infantil han promovido la creación y renovación de espacios recreativos y públicos, incluyendo parques infantiles, zonas verdes y circuitos de bicicletas, para hacer de los pueblos y ciudades lugares más amigables para la infancia.

 

Consejo de participación Laracha (A Coruña)

 

Un ejemplo lo encontramos en Polán (Toledo), donde los niños y niñas del consejo local de infancia y adolescencia propusieron, en el Pleno Infantil de 2023, la reparación de un parque infantil situado en el centro de la localidad, junto a un arroyo, y que quedó totalmente destruido tras la riada causada por una DANA en 2022. “Desde el Ayuntamiento de Polán, se tomó nota de esta propuesta y, en junio de este mismo año, el parque se ha vuelto a reabrir siendo muy usado por todos los niños y niñas”, cuentan.

 

En Polán (Toledo), el consejo local propuso la reparación de un parque infantil destruido tras una DANA en 2022. El Ayuntamiento tomó nota y el parque se reabrió, siendo muy usado por niños y niñas

 

Pero hay muchos otros ejemplos de mejoras impulsadas por la participación infantil y juvenil: mejora de parques, áreas deportivas, aseos y colegios, así como de aceras y pavimentos en mal estado o ampliación de carriles bici; en Llanera (Asturias) se instalaron pictogramas inclusivos para personas con diversidad funcional; en Santa Eulària des Riu (Islas Baleares) se logró una playa sin humo.

“Muchas de nuestras propuestas se han cumplido, como por ejemplo la ampliación de zonas verdes, la mejora de la iluminación y de las aceras en las zonas que señalamos, junto con la petición de limpieza y mantenimiento de los espacios de reciclaje y basuras”, dicen desde el Consejo local de Infancia y Adolescencia de Armilla (Granada). Además, “esas propuestas conseguidas se mantienen en el tiempo”.

 

Derechos de la infancia y sensibilización

 

Los consejos locales también tienen una importante función de sensibilización sobre los derechos de los niños y niñas. Solo existiendo, estos espacios ponen de relieve el derecho a la participación, uno de los más olvidados. A través de ellos, los chicos y chicas forman parte o lideran campañas y actividades para crear conciencia, como la conmemoración del Día de los Derechos de la Infancia en cada localidad, el Día del Juego, el 8M o iniciativas como talleres contra el bullying o el curso de prevención de adicciones en Alhaurín el Grande (Málaga).

 

‘Aprendemos jugando’, de la Comunidad Valenciana

Actividad ‘Aprendemos jugando’ con consejos de participación de La Pobla de Farnals, Comunidad Valenciana

 

En Toledo, los Consejos han informado sobre salud mental y prevención de violencia “con vídeos y folletos explicativos, compartidos con todos los coles e instis y en nuestras redes sociales”. En la lucha contra la violencia que sufre la infancia los chicos y chicas también han tenido un rol protagónico: los consejos de municipios como Azuqueca de Henares o Alovera (municipios de Guadalajara) han formado parte del proyecto de prevención de UNICEF España.

 

Creación de espacios propios

 

La habilitación de espacios diseñados por los propios niños, niñas y adolescentes, y gestionados por ellos mismos, fomenta la autonomía y capacidad de decisión.

¿Algunos ejemplos? La creación de los “Punts Joves” en cada parroquia como espacios de encuentro para jóvenes en Santa Eulària des Riu, o la Casa de la Familia, un espacio para los chicos y chicas a cuya creación contribuyó el VOPIA (Voces del Órgano de la Participación Infantil y Adolescente) de Las Palmas.

En Azuqueca de Henares, los jóvenes consideran un logro contar con un espacio físico propio decorado por ellos y ellas, “con todo lo que hemos querido: microondas, frigorífico, ordenador portátil, equipo de música, proyector y pantalla”. Por último, en Alovera han creado una asociación juvenil y un proyecto de Ocio Joven los viernes por la tarde gestionado por los adolescentes.

 

Promoción cultural, de ocio y deportiva

 

Los grupos de infancia han impulsado también diversas actividades culturales, deportivas y de ocio en sus localidades. En Toledo se organizó un Escape Room sobre la LOPIVI, mientras que en Sigüenza (Guadalajara) se creó un club de lectura. Eventos innovadores como el encuentro multicultural VOPIA Fest en Las Palmas también han fortalecido su visibilidad y relevancia. Allí, el VOPIA participó también en la organización de una carroza de Navidad, una discoteca infantil, actividades acuáticas y un mariposario.

En Alhaurín el Grande promovieron fiestas adolescentes y rutas históricas con centros educativos. L@s Cotorr@s de Castrillón (Asturias) organizaron festivales participativos y solidarios, además de acciones de calle y vídeos.

También han influido en planes deportivos, como el Pla Insular d’Esports en Mallorca, donde el Consell D’infancia I Adolescéncia (CIAM) asegura que “hemos conseguido un Plan insular de deportes donde se incluyen nuestras demandas de más actividades deportivas para los niños, niñas y adolescentes y no contar con el requisito de tener que pertenecer a un club deportivo”.

Los jóvenes han propuesto y conseguido la instalación de canchas deportivas y rocódromos en varias localidades. En San Pedro del Pinatar (Murcia) lograron un parque de parkour, y en el también murciano municipio de Lorquí, una cancha de baloncesto, zonas de patinaje y parques con equipos deportivos.

 

Retos pendientes

 

A pesar de los avances, los órganos de participación reconocen que aún tienen desafíos por delante que limitan su impacto. Entre ellos, dar mayor visibilidad a los propios consejos para incrementar la participación de los chicos y chicas de los municipios, o la creación de espacios que incluyan a la infancia con discapacidades.

Otro reto es contar con acceso a recursos y apoyo institucional. Los consejos piden un mayor compromiso por parte de las autoridades, que estas pasen de escucharlos a trabajar activamente junto a ellos y que reduzcan los plazos entre las propuestas y su ejecución, como plantea el Consejo de Laviana (Asturias): “Que desde que se plantean los proyectos hasta que se realicen no pase mucho tiempo”. De esa forma los consejos de infancia y adolescencia, que han demostrado ser herramientas eficaces para construir comunidades mejores para todos, podrán consolidar su labor y seguir transformando las vidas de niños, niñas y adolescentes.

 

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