Cuatro requisitos para que tu municipio sea Ciudad Amiga de la Infancia

10/05/2023 | Ciudades Amigas de la Infancia, Previas

Foto de Michal Vrba en Unsplash

 

  • Analizamos algunos aspectos imprescindibles para optar a la convocatoria del Reconocimiento, como tener un diagnóstico o un Plan Local elaborados de la mano de la infancia

 

Para los niños y niñas, poder ejercer sus derechos y alcanzar su pleno desarrollo tiene, en parte, mucho que ver con su entorno: las entidades locales son quienes deben favorecer que esto ocurra creando entornos seguros y las condiciones óptimas.

El Reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia es un proceso de aprendizaje y mejora continua por el que las Entidades Locales desarrollan, junto a otros actores sociales, entornos que favorezcan la aplicación real de la Convención sobre los Derechos del Niño.

¿Cómo convertirse en una Ciudad Amiga de la Infancia?

Hasta el 14 de agosto está abierto el plazo para participar en la convocatoria Ciudad Amiga de la Infancia 2023, en los tres niveles disponibles: entidad candidata, entidad reconocida o entidad que renueva.

Todas estas entidades que aspiran poner en valor los resultados de un proceso transformador para la vida de los niños y niñas no están solas: desde UNICEF España las acompañamos en este camino. Por eso, desde el área de políticas locales y participación,t Helena Serrano y Paola Bernal han analizado en un seminario los requisitos necesarios para obtener este reconocimiento tan importante para la vida de los niños y niñas.

 

Requisitos básicos para ser candidata

 

1. Mecanismo de coordinación interna

Una de las condiciones es contar con un mecanismo de coordinación interna: un espacio del gobierno local que tiene como fin transversalizar la política local de infancia. Una “mesa de trabajo que formaréis todas las áreas de la Entidad Local y en la que se tratarán de forma coordinada y transversal todos los temas de infancia y adolescencia”, dice Helena Serrano.

La importancia de este órgano radica en que ese grupo es el encargado de elaborar el diagnóstico y el Plan de Infancia, así como de dar el seguimiento de la implementación del Plan y su evaluación.

“Muchas veces montamos ese órgano de coordinación y luego no lo mantenemos en el tiempo”, dice Serrano. “Cuando tengáis que hacer el seguimiento y evaluación del Plan, si ese mecanismo no está consolidado vais a tener muchos problemas”.

 

2. Espacios de participación infantil y adolescente.

No hablamos solamente de establecer un consejo local de infancia: pueden existir muchos otros espacios. “Lo importante es que funcionen de manera continuada, que formen parte de la vida de los niños, niñas y adolescentes”, dice Serrano. También, “que estén representados niños y niñas de todo el municipio, y que la entidad local los reconozca como un órgano de participación (que el ayuntamiento sepa que es el órgano de consulta de los niños y niñas)”.

Por último, es importante que se cumplan las condiciones para una participación infantil significativa: que sea real, significativa, inclusiva, amigable y con rendición de cuentas.

8 pilares para una participación infantil significativa

 

3. Diagnóstico

El diagnóstico es ese documento en el que se refleja el estado de la infancia y la adolescencia, cuyo fin es detectar las necesidades, problemas, demandas y propuestas de la población de entre 0 y 17 años.

“Os vamos a pedir que conozcáis qué está pasando con los niños y niñas en vuestra localidad, sus problemas, necesidades, con qué recursos contáis… No solo en las áreas de infancia y adolescencia (como Servicios Sociales, educación o juventud) sino también de deporte, salud, medioambiente…”, explica Serrano.

 

4. Plan Local de Infancia

Una vez que sabemos la situación de los niños y niñas, vamos a planificar qué acciones y líneas de trabajo ponemos en marcha para mejorar esa situación. Esa es la elaboración del Plan Local de Infancia (PLIA).

Su finalidad es mejorar la situación que hemos detectado en el diagnóstico, y suele plantearse con un horizonte mínimo de tres o cuatro años para conseguir esos cambios que nos hemos planteado.

Debe ser planificado, discutido y consensuado, y debe hacerse de manera participativa, “no en un despacho, sino que la mesa de trabajo que hemos montado previamente nos va a ayudar a elaborarlo”, propone Serrano. Y anima a tener en cuenta en su elaboración a entidades locales y otros actores, así como a los niños, niñas y adolescentes de la localidad.

 

La participación infantil como algo transversal

 

Tanto el Plan Local de Infancia como el diagnóstico deben contar con la participación de la infancia para ser elaborados.

“En la parte de metodología se pregunta si los niños y niñas han participado en el diagnóstico y el Plan. Es una manera de saber si este órgano ya ha empezado a involucrarse en temas que tengan que ver con el impulso de los derechos de infancia en el ámbito local”, explica Bernal.

“Cuando hacemos un diagnóstico podemos utilizar varias técnicas para consultar con niños y niñas. Una encuesta, entrevistas, grupos focales…”, añade.

“Lo importante es que el documento recoja las aportaciones de los niños y niñas y, si en el momento de elaboración del Plan el consejo de infancia ya está en funcionamiento, recomendamos que haya un espacio en el consejo para que puedan hacer aportaciones al Plan”, aporta Serrano.

 

 

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