El acceso a un medioambiente saludable: un derecho humano

26/09/2022 | Derechos de la Infancia, Informes, Medioambiente, Participación Infantil, Previas, Salud

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Foto de Annie Spratt en Unsplash

 

  • La Observación general n.° 26, en la que trabaja el Comité de los Derechos del Niño, explica cómo los gobiernos de todo el mundo pueden garantizar que la infancia viva en un mundo limpio, verde, sano y sostenible
  • El Comité ha lanzado una consulta para conocer la opinión de los niños y niñas, y los resultados muestran la magnitud del impacto de la crisis climática en sus vidas

 

El 28 de julio de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas tomó una decisión histórica: reconoció por primera vez que el acceso a un medioambiente sano, adecuado o ecológico es un derecho humano.

Desde hace un año, el Comité de los Derechos del Niño trabaja en la creación de la Observación general n.° 26, un documento donde se explicará qué pueden hacer los gobiernos de todo el mundo para que los niños, niñas y los jóvenes vivan en un mundo limpio, verde, sano y sostenible.

Para garantizar que esta Observación general sea representativa de las diversas experiencias e intereses de los niños y niñas en todo el mundo, se está dando especial importancia a la participación infantil y adolescente. ¿De qué forma? El Comité ha animado a que todos los chicos y chicas de hasta 17 años participaran en una consulta para conocer sus opiniones y experiencias sobre el medioambiente y el cambio climático.

 

Infancia y medioambiente

 

En este proceso de consulta participaron 7.416 niños y niñas de 103 países de todo el mundo. Con sus colaboraciones se ha elaborado un informe que reune todas las aportaciones de la infancia y adolescencia sobre la Observación general nº 26.

 

Este informe arroja algunos hallazgos sorprendentes, una muestra de la magnitud del impacto de la crisis climática en la vida de los niños y niñas. A la pregunta ‘¿Ha cambiado su vida o su comunidad debido a las consecuencias del cambio climático?‘, el 35% de los niños (2.508 en total) respondieron afirmativamente. El 42% de los niños y niñas dijo que su vida había cambiado debido a las consecuencias del daño ambiental.

Por región, la mayoría de los niños y niñas de África Subsahariana (64%) informaron haber experimentado cambios en sus vidas debido a las consecuencias del cambio climático, seguidos por los niños de América Latina (la mitad) y de Asia Central y Meridional (47%).

 

A la pregunta ‘¿Ha cambiado su vida o su comunidad debido a las consecuencias del cambio climático?’, el 35% de los niños respondió afirmativamente

 

Más de la mitad (57%) de los niños informaron sentirse preocupados por la salud del medioambiente, y más del 11% informaron que sus vidas diarias se ven afectadas por cómo se sienten sobre el daño ambiental. Mientras tanto, el 12,47% se siente optimista y confía en que los desafíos se resolverán, y el 18% no piensa muy a menudo en el daño ambiental.

En las preguntas abiertas, los niños y niñas también compartieron sus sentimientos relacionados con la ansiedad, el miedo y la tristeza frente al daño ambiental y el cambio climático, así como la rabia frente a la falta de acciones por parte de los actores responsables:

 

  • “Cuando se inunda nuestro lugar, no podemos dormir bien porque tenemos ansiedad sobre lo que sucederá a continuación o si estamos seguros así” (niña de 16 años, Filipinas).
  • “¿Qué pasará con la tierra si seguimos así?” (niña de 11 años, China).
  • “Yo antes vivía en un lugar muy bonito, pero ahora, debido al aumento del calentamiento global, mi entorno y la naturaleza ya no lo son. Cada vez que veo ríos o bosques en la actualidad me apeno porque es deprimente ver cómo se destruyen cosas tan hermosas. Yo creo que debido al calentamiento global, mis incentivos y nociones han dado un gran giro, y estoy algo afectado mentalmente” (niño de 14 años, India).

 

Demandas de la infancia a los adultos

 

Una de las peticiones que hacen los niños es la de un ambiente limpio y saludable:

 

  • “Cada vez que voy con mi padre y mi madre por el río, veo muchos ríos bloqueados y sucios, así como en las calles. Quiero ver ríos y caminos limpios de basura” (niña de 13 años, Indonesia).
  • “Dejen de quemar materiales químicos en las minas que están más cerca de los hogares y las instalaciones comunitarias para proteger a los niños y reducir la contaminación. Deberían dejar de tirar basura de todos modos” (niño de 17 años, Zambia).
  • “Pido que nos den un espacio para vivir donde no haya inundaciones” (13 años, Argelia).
  • “Que tomen medidas ahora para la protección de las especies y la protección de los océanos y no del petróleo en el mar” (17 años, Armenia).

 

Los niños, niñas y adolescentes quieren, además, ser informados respecto al cambio climático, y no solo eso: quieren ser escuchados, tomados en serio y desempeñar un papel en la acción medioambiental. A la pregunta ‘Si ha compartido sus puntos de vista y opiniones sobre el medioambiente o el cambio climático con los responsables políticos, ¿cree que ha marcado una diferencia?‘, solo el 28,7% de los niños respondieron afirmativamente.

 

A la pregunta ‘Si ha compartido sus puntos de vista y opiniones con los responsables políticos, ¿cree que ha marcado una diferencia?’, solo el 28,7% de los niños respondieron afirmativamente

 

Más del 60% de los niños que se sienten ignorados en África Subsahariana y Asia Central y Meridional, 58% en Oceanía, alrededor de 37% tanto en África del Norte y Asia Occidental como en Asia Oriental y Meridional. La cifra baja a un 30% en América Latina, Europa y América del Norte.

 

  • “Me gustaría que escuchárais más nuestras opiniones” (niño de 11 años, Japón).
  • “A los niños hay que escucharnos y enseñarnos a cuidar y proteger el medioambiente, y para eso hay que ver a los adultos haciendo lo que quieren que aprendamos porque para nosotros aprendemos viendo” (niña de 12 años, Burundi).
  •  “No queremos que los adultos arrogantes preparen nuestro futuro sin escucharnos” (niña de 11 años, Belice).

 

Finalmente, niños y niñas proponen que existan espacios para compartir sus ideas sobre posibles soluciones. También, que haya acciones claras y transparentes de gobiernos y corporaciones, fomentar la sensibilización y educación ambiental y que exista cooperación entre países y regiones del mundo para poner fin a este desafío medioambiental que amenaza el futuro de todos y todas.

 

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