Invertir en igualdad de género es hacer frente a los desafíos globales

08/03/2024 | Adolescencia y juventud, Agenda 2030, Igualdad de género, Informes, Medioambiente, Participación Infantil

igualdad de género e infancia

iStock. Crédito: monkeybusinessimages

 

  • Las niñas y adolescentes son un motor de cambio y quienes muestran mayor compromiso frente a aspectos como la justicia social, la igualdad o el medioambiente

 

Conseguir la igualdad de género beneficiaría a toda la sociedad. Y son los y las jóvenes, en general, quienes más identifican con esta búsqueda.

Según el reciente informe de IPSOS realizado en 31 países, un 63% de las personas menores de 35 se identifican con el feminismo como movimiento que persigue la igualdad entre géneros, en comparación con el 50% de entre 35 y 49 años y el 52% de las mayores de 50.

La mayoría adolescentes cree que lograr la igualdad es cosas de dos, de chicos y de chicas. El estudio muestra, además, que España está entre los países con mayor conciencia de la existencia de desigualdad hacia la mujer en el ámbito laboral y redes sociales.

 

 

Sin embargo, también es entre la juventud donde más polarización encontramos en los discursos igualitarios. Un dato llamativo del estudio es que el 22% de los menores de 35 años creen que los hombres que se quedan en casa cuidando a sus hijos son menos hombres, frente al 9% de los mayores de 50 años. En España, un 18% de chicos niega la existencia de la violencia de género y un 47% cree que las mujeres, con la excusa de la igualdad, pretenden tener más poder que los hombres.

 

Las chicas, un motor de cambio

 

Entre la juventud, son las mujeres quienes muestran mayores compromiso cívico e implicación ciudadana. También las más movilizadas a favor de aspectos como la justicia social y la igualdad.

 

Las chicas se muestran más preocupadas por temas como el rechazo social, la desigualdad o el medioambiente

 

Como demostró el último Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia de UNICEF España, las chicas se muestran más preocupadas que los chicos por temas sociales, como el rechazo social, la desigualdad, las desigualdades de género, y otros como la contaminación o el medioambiente. Pero no solo eso: ellas también son más activas en asuntos sociales y políticos que las atañen.

El Barómetro muestra que las niñas y adolescentes participan más que sus compañeros varones en asociaciones educativas o culturales, asociaciones que luchan por causas sociales o grupos de jóvenes voluntarios que ayudan a los demás. Los chicos están más dispuestos, únicamente, a participar en partidos políticos o convertirse en representantes de clase o de sus consejos.

 

Mientras que ellos participan más en organizaciones vinculadas a un partido político, ellas lo hacen más en asociaciones educativas o culturales y en voluntariado dirigido a ayudar a los demás.

 

Otros datos del Barómetro: ellas estarían más dispuestas a participar en cualquier tipo de asuntos sociales o políticos (excepto colaborar activamente en un partido político, que les atrae más a ellos). Por ejemplo, colaborar con asociaciones para proteger a los animales o para mejorar el medioambiente, ser socias de una ONG, trabajar en grupos para resolver problemas de la comunidad donde viven, participar en protestas o manifestaciones, participar en asuntos que tienen que ver con la salud de la comunidad o trabajar como voluntarias para ayudar a las personas necesitadas.

 

Por qué invertir en igualdad de género

 

Este potencial de las chicas jóvenes es muy valioso, y está transformando sus realidades en muchas partes del mundo. Por eso, apoyarlas resulta crucial, como recuerda ONU Women, cuya nueva campaña insta a invertir en las mujeres ya que el progreso femenino es un factor que facilita el progreso de todas las personas y beneficia a la sociedad en su conjunto.

 

 

“La igualdad de género es esencial. Sin ella, no podemos proteger a todos los niños y niñas por igual, ni ayudarlos a desarrollar todo su potencial”, dice Verena Knaus, Jefa de Migraciones de UNICEF, en un encuentro online ofrecido el 7 de marzo. “La igualdad de género es, además, cada vez más importante a medida que nos enfrentamos a crisis climática o desplazamientos forzosos de niños y niñas”.

Sin embargo, aunque en los últimos años hemos visto progresos, en todo el mundo “nos enfrentamos a un aumento de los fundamentalismos y retrocesos preocupantes en igualdad de género. Para proteger los logros tenemos que oponernos a estas resistencias”.

 

“Nos enfrentamos a retrocesos preocupantes en igualdad de género. Para proteger los logros tenemos que oponernos a estas resistencias”

 

El informe “Feminist climate justice: A framework for action” confirma cómo las crisis globales, que van desde la desigualdad económica hasta el estancamiento geopolítico, se ven amplificadas por el cambio climático y tienen impactos desproporcionados en las mujeres y las niñas:

“La crisis climática alimenta el aumento de los conflictos y la migración, así como la retórica política excluyente y antiderechos dirigida a las mujeres, los refugiados y otros grupos vulnerables”.

Knaus insta a capacitar a las niñas “para que sean las líderes del futuro. Ellas son fundamentales como líderes y agentes de cambio. Invertir en sus habilidades es clave, podemos transformar comunidades enteras”.

 

 

En cuanto a España, “estamos en mejor situación: somos el cuarto país de la Unión Europea según el Instituto Europeo de Igualdad de género. Pero aquí también persisten retos”, dice María Solanas, miembro de la junta directiva de ONU Mujeres España, y patrona de UNIEF España, en el acto Acelerar la igualdad, una agenda conjunta, celebrado en Madrid como preámbulo al Día Internacional de la Mujer.

La pandemia, recuerda Solanas, supuso un retroceso inmenso en los avances hacia la igualdad de género en el plano político, económico, y social. Para paliar este rumbo, desde su organización instan a pensar en global y trabajar en local.

“Lo que intentamos de hacer desde los comités nacionales es potenciar alianzas desde una organización que promueve las normas globales de género e intenta traducirlas en lo local, en el terreno”, explica Solanas. Para ello, acompañan a las mujeres que trabajan a nivel local a establecer medidas y programas que sean eficaces para avanzar hacia el desarrollo sostenible: “Las mujeres son clave en este desafío”.

 

Igualdad de género y crisis medioambiental

 

Invertir en igualdad de género ayudaría también a paliar la crisis medioambiental y a facilitar una transición a una economía verde y a una sociedad del cuidado. Es lo que sostienen desde ONU Mujeres: “El sistema económico actual afecta desproporcionadamente a mujeres. Se debe transitar a una economía verde y una sociedad de cuidados para amplificar las voces femeninas”, recomiendan.

La justicia climática feminista nos muestra un mundo en el que todas las personas puedan disfrutar de sus derechos humanos, libres de discriminación y prosperar en un planeta saludable y sostenible. Para lograr este ambicioso objetivo, en su informe ONU Mujeres proponen las cuatro Rs:

 

  • Reconocer los derechos, el trabajo y el conocimiento de las mujeres en la lucha contra el cambio climático. Resaltar el papel crucial que las mujeres y las niñas han desempeñado en el activismo climático, así como su contribución única al manejo sostenible del medioambiente, especialmente en comunidades indígenas, rurales y entre la juventud.
  • Redistribuir los recursos económicos hacia actividades que prioricen el cuidado de las personas y el planeta. Alejar los fondos de las industrias extractivas y dañinas para el medio ambiente, y dirigirlos hacia sectores que promuevan la igualdad de género y la resiliencia climática, garantizando el acceso equitativo de las mujeres a oportunidades laborales, educativas y tecnológicas.
  • Representar las voces y la agencia de las mujeres en la toma de decisiones sobre políticas climáticas. Hace falta una mayor inclusión de mujeres en los espacios de formulación de políticas ambientales a todos los niveles, así como la importancia de grupos feministas y defensoras de los derechos humanos en este proceso.
  • Reparar las desigualdades e injusticias históricas en la respuesta al cambio climático. Es necesario que los países ricos cumplan con sus compromisos financieros para apoyar a las naciones y comunidades más vulnerables, así como en la importancia de abordar las consecuencias no económicas del cambio climático, como el aumento de la violencia de género y el desplazamiento de personas de sus hogares.

 

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