- Contar con un espacio público accesible y seguro es un elemento clave para la participación infantil y adolescente en los municipios
- El Foro Urbano Mundial de ONU-Hábitat, celebrado del 4 al 8 de noviembre en El Cairo, ha abordado iniciativas comunitarias de jóvenes en suburbios
En las ciudades, donde se suele dar prioridad a los vehículos sobre los peatones, los parques, patios, plazas, calles y áreas recreativas son muy importantes para la infancia. Ofrecen a los niños y niñas espacios de juego que fomentan el aprendizaje, la interacción social, y habilidades como la cooperación y la resolución de conflictos. Además, permiten el desarrollo físico, cognitivo y emocional, proporcionando oportunidades para explorar y aprender a través del juego y la convivencia.
Los espacios públicos son, por tanto, un escenario imprescindible para el desarrollo y autonomía de la infancia, pero también para permitir a los más jóvenes que se involucren con sus comunidades y municipios.
Según nuestro manual para la planificación urbana, para la participación infantil hacen falta mecanismos de gobernanza pero también es necesario que el espacio público sea accesible y seguro, para que los niños, niñas y las personas que los tienen a su cargo puedan reunirse, hablar e implicarse en la toma de decisiones.
El mismo informe destaca que entre los obstáculos a la participación infantil se encuentra:
- la falta de espacios públicos y zonas verdes en áreas urbanas;
- que los niños, niñas y su comunidad no tengan el suficiente espacio de calidad para jugar, reunirse y socializar, para relacionarse y construir su participación ciudadana;
- que esos espacios pueden ser inseguros (peligro de violencia o tráfico excesivo). Todas estas cosas dificultan la participación de los niños, niñas y adolescentes.
¿De qué formas los espacios públicos urbanos fomentan la participación infantil y adolescente?
Espacio para socializar
Suponen un lugar de encuentro y de intercambio de ideas. Los patios escolares, por ejemplo, son el primer entorno donde los niños establecen relaciones sociales fuera del entorno familiar.
Derecho al juego
Los parques, plazas y áreas recreativas permiten a los niños y niñas jugar y explorar, lo cual es fundamental para su desarrollo físico, cognitivo y emocional, así como para desarrollar habilidades sociales, como la cooperación y la resolución de conflictos.
Pertenencia a la comunidad
Cuando los niños y niñas tienen la oportunidad de participar en el diseño y mantenimiento de estos espacios, se promueve un sentido de pertenencia a la comunidad. Esta participación puede ser a través de talleres, consultas, o proyectos escolares que involucren a la infancia en el proceso de diseño urbano. Además, se genera una mayor apreciación y respeto por los espacios públicos, lo que puede traducirse en un uso más consciente y su cuidado.
Influencia en la comunidad
Los espacios públicos que reflejan la participación infantil suelen ser más inclusivos y diversificados, fomentan interacciones intergeneracionales y los espacios son más inclusivos para minorías, infancia con discapacidad, etc.
Derecho a la ciudad
La planificación urbana que incluye la voz de los niños y niñas respeta el derecho a la participación, y contribuye a una ciudadanía más inclusiva. La participación infantil en la construcción de espacios públicos garantiza que estos lugares respondan mejor a sus necesidades y preferencias.
Desigualdad urbana
Sin embargo, no todos los niños y niñas tienen acceso por igual, principalmente aquellos que viven en entornos desfavorecidos. “En torno al 40% de la población tiene acceso a espacios públicos abiertos. En países de bajo ingreso el porcentaje es del 30%. Y a veces la calidad del espacio no es la adecuada”, advierte Thomas George, líder mundial de UNICEF en materia urbana.
George ha participado en el Foro Urbano Mundial, el foro internacional que organiza la ONU-Hábitat cada dos años. Este año, se ha celebrado entre los días 4 y 8 de noviembre en El Cairo (Egipto) para abordar temas de urbanismo, como el impacto de los asentamientos humanos y su rápido crecimiento ámbitos como la economía, la política, y el medio ambiente.
Public spaces are crucial for children’s well-being and development.
Today our event at #WUF12 highlighted findings from a soon-to-be-released guide by @WHO, UNICEF, and @UNHABITAT on creating child-friendly urban spaces.
📹 https://t.co/ZvIw0sFOMz pic.twitter.com/UWjR52Xaze
— UNICEF Social Policy (@UNICEFSocPolicy) November 8, 2024
El experto de UNICEF ha recordado que frente al rápido crecimiento de la población urbana a nivel mundial, 500.000 millones de personas viven en suburbios: en el mundo, uno de cada tres niños y niñas urbanos viven en barrios marginales, ha recordado.
En el mundo, uno de cada tres niños y niñas urbanos viven en barrios marginales
También ha ofrecido una definición de espacio público: “Deben ser accesibles y tener acceso todos los niños, niñas y sus familias, independientemente del género, etnia o nacionalidad, sin discriminación”, dice. “Deben ser seguros sin importar el contexto. En los suburbios, a veces los niños y niñas pasan miedo en los espacios públicos. Deben ser mantenidos y surgir de forma espontánea, y contribuir a la salud pública”.
Participación juvenil desde los suburbios
Durante el foro se han presentado iniciativas locales llevadas a cabo por la infancia y adolescencia:
- Safrina Irungu, de Kenia, ha hablado del programa comunitario Mto Wangu Initiative, que se enfoca en el cambio climático y la restauración de medios de vida a través de la gestión de desechos y la restauración del río Mathare, y que fortalece la resiliencia de las mujeres y los jóvenes de los barrios marginales.
- Lujain Romouzy, estudiante de odontología, ha presentado el proyecto que creí con 16 años: un filtro que elimina los microplásticos. Ahora es representante de los jóvenes en el Comité Asesor Nacional de la Juventud, con un enfoque en Pérdidas y Daños.
“Yo nací y crecí en una favela y lo que más me duele es mirar que muchos jóvenes toman el camino del narcotráfico, la criminalidad porque no tienen el apoyo de su familia o de las autoridades públicas”, dice Ester Carro arquitecta, activista y urbanista social, durante su ponencia en el Foro Urbano.
Carro participó en la mesa redonda de infancia y juventud, donde se ha debatido sobre la exclusión de los más jóvenes en la toma de decisiones urbanas, algo que limita su impacto y genera desconfianza, y se ha buscado formas de empoderarlos y promover su participación. Allí ha explicado su trabajo enfocado en la democratización del acceso a la arquitectura y al urbanismo para poblaciones vulnerables, y preside Fazendinhando, un instituto dedicado a la transformación territorial y cultural en las favelas, donde nació y creció.
Explica que desde su iniciativa trabajan en dos pilares: “Con las redes colaborativas, haciendo trabajo con participación de muchas personas, y al mismo tiempo con la gobernanza: gobierno, estado, sociedad civil y organizaciones sociales”. Además, tratan de tener un diálogo con el liderazgo comunitario: “Es muy importante tener el diálogo con las personas que ya están allá y hacen un trabajo allá, en las favelas”.
¿Cómo lo hacen? “Creamos un ambiente para que los jóvenes tengan su voz, se les escuche. Es importante para nosotros involucrar a los jóvenes para participar. Por ejemplo el año pasado tuvimos un festival cultural donde tuvimos la participación de 700 personas. Que los jóvenes sean protagonistas es importante. Muchas veces los jóvenes no son valorados”.
“Explicamos a los jóvenes de las favelas que es importante su participación en la comunidad, para transformarla”
Para ello elaboran talleres de liderazgo, capacitación, economía y cultura. “Les explicamos que es importante su participación en la comunidad, para transformarla. También buscamos caminos para que los jóvenes tengan oportunidades laborales o académicas. Por ejemplo, creación de bonos culturales para que los jóvenes tengan espacio para usar su creatividad. Que transformen su comunidad pero que también sean protagonistas de su vida”, concluye.