- Técnicos municipales y educadores comparten experiencias de dinamización de espacios virtuales, las herramientas utilizadas y los retos con los que se encuentran
- El nuevo modelo “requiere un mayor esfuerzo, pero hay más compromiso por parte de los niños y niñas, mayor asistencia, un mayor feedback…”
- “Ha servido para detectar de una manera muy clara la desigualdad que existe y la brecha digital”
- Puedes ver el encuentro online completo aquí
Los niños, niñas y adolescentes no quieren dejar de ejercer su derecho a la participación, ni siquiera aunque esta situación de confinamiento haya paralizado sus proyectos e imposibilitado las reuniones físicas. Tampoco los encargados de dinamizar estos grupos, para quienes esta puede ser una buena oportunidad de buscar herramientas nuevas e innovadoras y fortalecer los procesos de participación. Técnicos municipales y asociaciones han compartido experiencias de dinamización de espacios virtuales y explican qué herramientas y metodologías utilizan y con qué retos se encuentran en un proceso que supone un aprendizaje continuo.
En la ciudad de Madrid, por ejemplo, 2.300 chicos y chicas que participan activamente en los diferentes distritos vieron todas sus actividades detenidas debido a la crisis sanitaria, entre ellas los plenos del distrito. “Nosotros tuvimos que hacer teletrabajo, los dinamizadores no se podían reunir con los chavales…”, cuenta Javier Pomar, Jefe de Unidad de Derechos de la Infancia del Ayuntamiento de Madrid, añadiendo que la dispersión territorial de la ciudad hace aún más difícil reunirse. “Había que buscar un sistema para mantener esa participación de forma activa sin verse físicamente”.
Durante el estado de alarma “había que buscar un sistema para mantener esa participación de forma activa sin verse físicamente”
La propuesta de los dinamizadores para el Ayuntamiento fue acompañarles en las distintas fases en función de sus posibilidades de participación, a través de foros virtuales, plataformas de videollamada, redes sociales o aplicaciones como WhatsApp. Un nuevo paradigma que ha traído cambios en muchos aspectos, y algunos positivos: “Nos hizo volver a un planteamiento más colectivo y pautado entre todos”, explica Diana Camafeita, coordinadora de dinamización del Ayuntamiento de Madrid. “Hasta ahora hacíamos un trabajo muy local, ahora nos exigen reflexiones más desde lo global”.
Desde el Ayuntamiento han lanzado una una newsletter dirigida a las familias y entidades y se ha puesto en marcha una página web para que sea “el altavoz y la plataforma para que niños, niñas y adolescentes vayan colgando todas las iniciativas y propuestas que deseen realizar”, explica Camafeita. Ella cree que esta experiencia obliga a reformular el trabajo a medio y largo plazo en aspectos como las nuevas formas de interconexión o el compromiso por parte de los responsables municipales para los niños y niñas sigan teniendo voz y sigan siendo sujeto de derecho.
La importancia de las redes y medios ‘online’ durante el confinamiento
En Mislata, en la Comunidad Valenciana, los niños, niñas y adolescentes del consejo de participación han querido también seguir con sus actividades y campañas durante el confinamiento, y hacerlas visibles a través de las redes sociales y los medios: la más destacada es la iniciativa del rap desde los balcones que formó parte de la campaña 12 Meses de Mediaset. Sergi Morales, de la Asociación Quera, explica cómo se articulan todas estas propuestas surgidas en tiempos de confinamiento, y qué aspectos facilitaron esas reuniones online: “Tener representantes que se encarguen de unas cosas, unos que hagan el orden del día de la asamblea, otro que se encargue de hablar con la concejala, otros que hagan los vídeos sobre el confinamiento…”. Descubrieron la importancia del uso de las redes sociales o de tener su propio canal de YouTube a raíz de escuchar las propuestas de los chicos y chicas. “Los que intentamos enseñar estamos aprendiendo muchas cosas”, señala.
Este nuevo paradigma ha supuesto un reto: “Ahora en lugar de estar al 100% estamos al 200%”, dice Morales: “Estamos disponibles a diario, cuando uno tiene una duda…” Y destaca que educadores como él, que fomentan actitudes como la resiliencia, quedan sorprendidos ante la capacidad que están demostrando los chicos y chicas para adaptarse a estas nuevas circunstancias.
El juego como herramienta transformadora
Bea Álvarez, dinamizadora de la Asociación Los Glayus en Asturias, explica que para ellos la participación infantil consiste en hacer que las voces de los niños lleguen a Ayuntamientos e instituciones y viceversa. “Cuando se cumpla este viaje de ida y vuelta se cumplirán los requisitos de la participación”, explica. “En estos tiempos tenemos que hacer también esos dos viajes”. Una de las claves para conectar es a través del juego como herramienta transformadora. “La pantalla distrae, a los chavales hay que motivarles”, dice. Para ello propusieron juegos a través de la plataforma Zoom, como el bingo, el quién es quién u otras actividades que ya habían recogido en el documento “Entiendiendo la participación infantil”.
“La participación supone que los niños lleguen a Ayuntamientos e instituciones y viceversa. En estos tiempos tenemos que hacer también ese viaje de ida y vuelta”
“El juego tiene que ser una herramienta capaz de manipularse, como plastilina, la tenemos que adaptar a cualquier persona y cualquier medio. Nos está facilitando estos encuentros. Necesitamos escuchar al grupo, ver qué necesita en cada momento”, señala Álvarez. “A través de la pantalla podemos seguir manteniendo esas dos dimensiones y encontrarnos”.
A algunos de estos encuentros, como en el caso de Avilés, ha asistido la alcaldesa (“fue un momento de compartir, preguntar, los chavales les iban contando las cosas en las que estaban metidos”, recuerda la educadora). Experiencias como esta u otras que parten de dinámicas similares son luego recogidas en un blog por los propios chicos y chicas.
Dificultades, brecha digital y lucha contra la exclusión
Esta situación de confinamiento y necesidad de las nuevas tecnologías para comunicarse está siendo una oportunidad para identificar las familias que no cuentan con acceso a internet, y ha sacado a la luz el problema de la brecha digital. En el caso de Madrid, “utilizar la web ha servido para detectar de una manera muy clara la desigualdad que existe”, explica Camafeita. ¿Cómo puede garantizarse el derecho a la participación de los niños y niñas que se encuentran en esta situación? Según la experiencia de estos dinamizadores, contactando con los niños y niñas por teléfono o WhatsApp para informarles de lo que se habla en las reuniones y, en el caso de Madrid, trabajando con entidades en las que estos niños y niñas participan, como Cruz Roja.
Un buen ejemplo de cómo solventar las dificultades se está dando en el consejo de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, donde tienen muy presente que ningún niño o niña debe quedar atrás en esta etapa de cuarentena. El consejo cuenta con 24 niños y niñas, un grupo heterogéneo, lo cual “hace más fácil la labor durante la cuarentena”, señala César González, maestro y dinamizador. “Tenemos niños con discapacidad visual y auditiva, y eso ha hecho que nosotros nos readaptáramos, una labor de labrar otros caminos y otros terrenos”, cuenta el educador.
“Tenemos niños con discapacidad visual y auditiva, y eso ha hecho que nosotros nos readaptáramos, una labor de labrar otros caminos y otros terrenos”
Desde que se decretó la situación de alarma, el consejo de Puerto del Rosario quiso seguir con el proyecto y de momento han hecho varios foros online, que al principio les suponían dudas, entre otras cosas porque no querían dejar fuera a ningún miembro. “Algunos niños o niñas no tienen buena conexión a internet, no tienen recursos tecnológicos en su casa. Otros están en una situación en casa donde es difícil la concentración, estudiar o llevar esa situación de conciliación”, explica González. Apostaron por la inclusión y por no dejar de lado a niños que no tuvieran facilidades tecnológicas: “Llamamos a esos niños para que supieran lo que los compañeros decían y qué tenían que aportar. A los que estaban viviendo una situación complicada, les propusimos que escribieran cuando estuvieran preparados para continuar el proyecto”.
Los foros se hicieron por pequeños grupos, para conocer en qué situación se encontraba cada niño o niña; en el tercer foro virtual, el 23 de abril, lograron integrar a la mayoría de representantes. “Seguimos planteando los foros por grupos. Poco a poco vamos investigando otras alternativas para generar espacios de participación”, cuenta González. Estos encuentros digitales sirvieron para plantear y llevar a cabo diferentes propuestas, entre las que representantes del Foro Infantil y Juvenil de la localidad crearan un vídeo con el que dirigir sus preguntas directamente al alcalde de Puerto del Rosario.
“A mi parecer se está viendo un nuevo paradigma que viene para quedarse: el de internet y el escenario virtual”, dice González. “Es otra vía de participación muy interesante para niños y niñas que antes no podía reunirse X horas a la semana, a los que veíamos quincenalmente. Ahora, tener este espacio de participación online es enriquecedor. Es verdad que requiere mayor esfuerzo y mayor explicación, pero hemos notado que hay mayor compromiso por parte de los niños y niñas, hay una mayor asistencia, pasas más tiempo con ellos, hay mayor apego, hay un mayor feedback… Eso está haciendo que rebroten y florezcan aspectos que nos parecen muy interesantes y positivos”. El reto, para ellos, es poder llegar a mayor número de niños y niñas de la localidad, y que ninguno quede atrás.