El cuidado en la primera infancia: ¿es asequible y accesible en los países ricos?

07/09/2021 | Corresponsabilidad, Covid-19, Crianza, Garantía Infantil Europea, Igualdad de género, Previas

Cuidado primera infancia

Fotografía: Larry Crayton / Unsplash

 

  • La escuela infantil sienta las bases para tener éxito escolar en niveles posteriores del sistema educativo
  • No contar con acceso al cuidado infantil agrava las desigualdades socioeconómicas y las desigualdades de género, según un informe de UNICEF-Innocenti
  • “El cuidado de los niños y niñas es una opción de política pública. Algunos de los países más ricos del mundo no ofrecen cuidado infantil asequible no porque no puedan pagarlo, sino porque decidieron mantenerlo en manos del ámbito privado”, dice la investigadora Anna Gromada

 

El cuidado infantil accesible, asequible y de calidad tiene numerosos beneficios: la escuela infantil, desde los primeros años de la vida, sienta las bases para tener éxito escolar en niveles posteriores del sistema educativo, mejora el desarrollo social y cognitivo de los niños y niñas y promueve una sociedad más equitativa. Por tanto, las políticas de cuidado infantil juegan un papel clave tanto en el desarrollo de los niños y niñas como en el equilibrio entre la vida laboral y personal de los adultos.

Sin embargo, ¿cuentan con este derecho las familias de todos los países de economías desarrolladas? Los datos muestran que no.

El informe Where Do Rich Countries Stand on Childcare? (“¿En qué posición se encuentran los países ricos en materia de guarderías?”), publicado por la Oficina de Investigación de UNICEF – Innocenti, clasifica a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Unión Europea (UE) en función de sus políticas nacionales sobre los servicios de guardería y la concesión de permisos parentales.

Estas políticas incluyen la accesibilidad, la asequibilidad y la calidad del cuidado de los niños entre el nacimiento y la edad escolar.

El informe explica que, aunque la inversión en el cuidado infantil ha aumentado en los últimos 20 años, algunos de los países más ricos del mundo siguen sin ofrecer soluciones integrales de cuidado infantil a todas las familias y, en algunos casos, esto se debe más a prioridades políticas que a recursos disponibles. También concluye que no contar con un cuidado infantil asequible agrava las desigualdades socioeconómicas dentro de los países.

 

La importancia de contar con un servicio gratuito de guarderías

 

Pero, ¿por qué es tan importante garantizar el cuidado de la primera infancia?

Por un lado, la baja parental remunerada es una medida con la que no todos los países cuentan pero que supone numerosos beneficios: permite a los progenitores vincularse con sus bebés, apoya el desarrollo infantil saludable, reduce la depresión materna y aumenta la igualdad de género.

Por otro lado, los servicios de guarderías de calidad benefician a los niños y niñas de múltiples maneras: las interacciones con otros niños fomentan las habilidades cognitivas y socioemocionales, y el acceso a experiencias educativas y de cuidados tempranos fuera del hogar puede tener un efecto igualador en el desarrollo y las oportunidades de vida de los más pequeños, en particular para aquellos que provienen de entornos más desfavorecidos, como hemos señalado desde UNICEF España. La primera infancia importa mucho. Por eso, una alimentación adecuada, estímulos y atención (o, en otras palabras, “comer, jugar y amar”) son esenciales para el desarrollo del cerebro del bebé en sus primeros 1.000 días de vida.

Anna Gromada, investigadora de UNICEF-Innocenti, explica en una entrevista: “Los países ricos se están convirtiendo en una sociedad de un solo hijo, los niños y niñas no tienen hermanos. El cuidado de niños es uno de los pocos lugares donde un niño puede interactuar con iguales, cómo negociar algo… No se trata de educación formal, también se trata solo de interacción humana con otros niños”.

De acuerdo con el informe, Luxemburgo, Islandia, Suecia, Noruega y Alemania ocupan los puestos más altos en prestaciones de cuidado infantil entre los 41 países analizados. Solo Bélgica, Dinamarca, Lituania, Noruega y Eslovenia ofrecen acceso gratuito a los niños menores de 3 años (en España es de 3 a 5 años).

En los últimos años, muchos de estos países han aprobado nuevas políticas de paternidad. En 2020, Nueva Zelanda amplió la licencia parental remunerada de 18 a 26 semanas, mientras que Australia incluyó una mayor flexibilidad. España aumentó su licencia de paternidad de 4,3 a 16 semanas en 2021.

 

Qué supone no contar con servicios de cuidado infantil

 

No contar con un cuidado infantil asequible y accesible agrava las desigualdades socioeconómicas dentro de los países. Cuando este servicio es demasiado caro, se acentúan las desigualdades socioeconómicas y se disuade a las personas que son cuidadoras principales, en general las mujeres, de volver al trabajo. 

Muchos progenitores querrían utilizar los servicios de guardería pero no pueden hacerlo (un 15% en el total de países, un 33% en España). Sus principales obstáculos incluyen la asequibilidad (6,5%) y la disponibilidad de plazas (2,2%). Las familias de bajos ingresos expresan más preocupaciones sobre la asequibilidad. En España, al 22% de las familias de bajos ingresos y al 5% de las familias de altos ingresos les gustaría hacer un mayor uso del cuidado infantil, pero no lo hacen por razones de dinero.

Por otro lado, cuando se ofrece una licencia por paternidad más breve, pocos padres la toman debido a barreras profesionales y culturales, aunque esta tendencia está cambiando.

Para Gromada, “el cuidado de los niños y niñas es una opción de política pública. Algunos de los países más ricos del mundo no ofrecen cuidado infantil asequible no porque no puedan pagarlo, sino porque decidieron mantenerlo en manos del ámbito privado. En algunos de los países ricos es un bien de lujo”.

La investigadora pone el ejemplo de Suiza para comprobar qué supone que un país no cuente con un cuidado infantil asequible: “En la práctica significa que [si eres mujer] renuncias a tu trabajo y cuidas a tus hijos a tiempo completo mientras tu esposo te provee, o que ganas suficiente dinero para pagar a los cuidadores, o que no tienes hijos o tener pocos hijos que quisiera simplemente porque son artículos de lujo para acceder a la guardería”.

 

Una herramienta contra la pobreza infantil

 

La educación y cuidados gratuitos en la primera infancia son también una forma de mitigar la pobreza en la infancia, tal y como señalamos en nuestro  Cuaderno para el Debate nº6: La garantía del derecho a la educación en la etapa 0-3 años una inversión necesaria y rentable. La importancia de la inversión pública en la primera infancia ha sido reconocida por la Unión Europea, que ha incluido dentro del nuevo marco de financiación plurianual la Garantía Infantil Europea.

Garantía Infantil Europea, nuestra oportunidad para combatir la pobreza infantil

 

Durante la pandemia del COVID-19 se ha visto más claramente la función de estos servicios y cómo carecer de ellos impacta en la pobreza familiar. Debido a las cuarentenas y el cierre de escuelas y guarderías, el cuidado de niños y niñas fue uno de los servicios familiares más afectados y tuvo un efecto dominó significativo.

Sumado además a las pérdidas de empleos de las familias o que los cuidadores informales, como los abuelos, no estuvieran disponibles, han llevado a las familias a afrontar circunstancias mucho más difíciles. La carga del cuidado de los niños y niñas ha caído desproporcionalmente en los hombros de las mujeres.

El informe denuncia que si bien los países ricos han movilizado una cantidad histórica de fondos para contrarrestar los efectos del COVID-19, solo el 2% de este dinero se destinó a políticas sociales específicas para los niños y niñas y una fracción aún menor se reservó para el cuidado infantil.

En muchos países, la pandemia ha impulsado medidas para garantizar el cuidado de los niños y niñas más pequeños. Por ejemplo, Estados Unidos introdujo la primera licencia parental remunerada por mandato federal para los trabajadores cuyas escuelas infantiles y guarderías habían cerrado debido al virus. En España, el cierre de colegios y guarderías llevó a muchos municipios a llevar a cabo medidas que mitigaran el impacto en las familias con el objetivo de evitar la pobreza. Las escuelas han supuesto una herramienta para luchar contra la pobreza infantil durante esta crisis sanitaria y económica, como ha reconocido la red europea Eurocities respecto al caso madrileño.

 

Recomendaciones para mejorar la situación de las familias

 

Desde UNICEF recomendamos cuatro políticas clave favorables a la familia: licencia parental remunerada, apoyo a la lactancia materna, cuidado infantil de calidad accesible y prestaciones para niños. El informe ofrece además algunas recomendaciones:

 

  1. Proporcionar una combinación adecuada de permisos de paternidad y maternidad remunerados.
  2. El permiso debe ser tanto sensible al género como equitativo para garantizar que ninguno de los padres esté sobrecargado con el cuidado en el hogar.
  3. Debe ser inclusivo y otorgado a quienes se encuentran en formas atípicas de empleo o formación.
  4. Alinear el final del permiso con la disponibilidad de servicios de cuidado de niños y niñas.
  5. Poner a disposición de todos los padres y madres un cuidado infantil de calidad accesible, flexible y asequible .
  6. El cuidado infantil proporcionado públicamente puede facilitar su acceso a familias de bajos ingresos.
  7. Invertir en la fuerza laboral del cuidado infantil para fomentar los más altos estándares posibles.
  8. Alentar a los empleadores a que apoyen a los padres que trabajan a través de permisos pagados, acuerdos laborales flexibles y sistemas de apoyo para el cuidado de los niños y niñas.
  9. Proporcionar políticas de licencia y servicios de cuidado infantil con políticas familiares (por ejemplo, prestaciones por hijo o hija) para reducir el riesgo de que las desigualdades sociales se reproduzcan en los entornos públicos de cuidado infantil.

 

“Para que los niños tengan el mejor comienzo en la vida, debemos ayudar a los padres a crear un entorno acogedor y cariñoso que es tan fundamental para el aprendizaje, el bienestar emocional y el desarrollo social de los niños”, dice Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “La inversión del gobierno en políticas favorables a la familia, incluido el cuidado de los niños, garantiza que los padres y madres tengan el tiempo, los recursos y los servicios necesarios para apoyar a sus hijos en cada etapa de su desarrollo”.

 

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