Fotografía: Patti Brito / Unsplash
- La Comisión Europea lanza un programa piloto, con apoyo de UNICEF, para abordar la pobreza infantil en siete Estados miembros, incluyendo España, con el propósito de asegurar una Garantía Infantil efectiva
- “El primer paso es realizar un análisis en profundidad de cómo invertir de manera innovadora los fondos y proponer nuevas medidas y programas eficaces para acabar con la pobreza”, explica Cristina Junquera, de UNICEF España
Acabar con la pobreza infantil, garantizar los derechos de los niños y niñas y colocar a estos últimos en el centro de la formulación de políticas de la Unión Europea: son las metas que se ha propuesto Europa, que acaba de aprobar a principios de este año su Estrategia sobre los Derechos de Infancia. Y para conseguirlas está preparando un instrumento: una Garantía Infantil Europea.
A fin de identificar los mejores mecanismos de implementación, la Comisión Europea, ha puesto en marcha un piloto, en siete Estados miembros, entre los cuales se encuentra España. En estos países se hará un análisis en profundidad de las políticas e intervenciones en infancia –a nivel nacional, autonómico y local– con varios objetivos: obtener una radiografía de la situación e identificar prácticas innovadoras en acceso a servicios básicos e intervenciones que permitan hacer recomendaciones encaminadas a reducir la pobreza y exclusión infantil en cada país.
¿Por qué es tan importante? Se trata de la iniciativa europea más ambiciosa para abordar la pobreza infantil y la exclusión, ya que busca un compromiso de los Estados miembros para garantizar que los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza y exclusión social tengan acceso a cinco ámbitos de actuación prioritaria: vivienda, sanidad, nutrición, educación y cuidado en la primera infancia, así como educación y oportunidades de desarrollo durante la etapa obligatoria. Incluye, además, un enfoque específico para perfiles vulnerables, al incorporar enfoques como el de discapacidad o género.
UNICEF ha recibido el encargo de llevar a cabo un análisis en profundidad de la situación de la infancia en los siete países participantes (Bulgaria, Croacia, Grecia, Italia, Lituania, España y Alemania) en el programa piloto para asegurar la efectividad de esta Garantía Infantil; así, desde UNICEF España estamos coordinado, para el Estado, un análisis en profundidad de la pobreza infantil y la exclusión en España.
Esta Garantía Infantil ha estado presente en la Cumbre Social de Oporto, que se ha celebrado entre el 7 y 8 de mayo en Oporto, lo que supone una oportunidad para reforzar el compromiso de los Estados miembros, las instituciones europeas, los interlocutores sociales y la sociedad civil para la implementación del Plan de acción para el pilar europeo de derechos sociales, que ha fijado el objetivo de reducir la pobreza infantil en cinco millones de niños y niñas para 2030.
Romper el círculo de la pobreza y exclusión
Europa ha experimentado muchos avances a finales del siglo pasado, pero la crisis socioeconómica que comenzó en 2008 y la actual pandemia del COVID-19 han empeorado la situación de la infancia, el colectivo más golpeado. Tomando el caso de España, aunque no está entre los países más pobres de Europa sí lo está en términos de pobreza infantil: antes de la pandemia, uno de cada tres niños se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social, siendo el tercer país con una tasa de pobreza infantil más elevada. Lo más terrible es que se espera que esta situación empeore debido a la crisis sanitaria actual.
En este contexto se enmarca la Garantía Infantil Europea, que forma parte del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales. En 2015, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE “introducir una Garantía Infantil para que todos los niños en situación de pobreza puedan tener acceso a atención médica gratuita, educación gratuita, cuidado infantil gratuito, vivienda digna y nutrición adecuada, como parte de un Plan europeo integrado de lucha contra la pobreza infantil”.
La Garantía Infantil Europea tiene como objetivo romper este ciclo de desigualdad. Para lograrlo, los Estados miembros deben garantizar el acceso gratuito a la asistencia sanitaria, a la educación y actividades escolares, a la educación y cuidados gratuitos en la primera infancia, la vivienda digna y la nutrición adecuada, incluyendo al menos una comida saludable durante la jornada escolar, de la infancia más vulnerable, es decir, niños, niñas y adolescentes, por ejemplo:
- con discapacidades
- en régimen de acogimiento alternativo
- de origen inmigrante (incluidos los niños refugiados) y
- que viven en situaciones familiares precarias
“Un paso de gigante”
Desde UNICEF España, junto con el Alto Comisionado para la Lucha de la Pobreza Infantil y la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, hemos recibido un encargo muy especial: el de llevar a cabo un análisis en profundidad del sistema español para identificar soluciones eficaces y mejorar el acceso a los servicios básicos que mejorarán la vida de los niños y niñas en riesgo de exclusión social. El análisis presentará propuestas de reformas que podrían incluir cambios estructurales y eficaces en la lucha contra la pobreza infantil y la exclusión social.
Este análisis cuenta con la participación de varias entidades asociadas, como la Federación Española de Municipios y Provincias, la Secretaría General de Cooperación Territorial y el Cuerpo Superior de la Administración, representación de entidades sociales, expertos de la academia y, por supuesto, la propia infancia.
“La Garantía Infantil Europea es una estrategia que verdaderamente puede acabar con la pobreza”, sostiene Cristina Junquera, responsable de Incidencia Política y Estudios de UNICEF España. “Este programa europeo comienza ahora, con un análisis en profundidad de cómo invertir de manera innovadora los fondos, estudiar cómo los programas están funcionando, si son eficaces o no, y sin duda proponer nuevas medidas y programas eficaces para acabar con la pobreza. La infancia es cosa de todos, y el reto que tenemos es enorme. La Garantía Infantil Europea es un paso de gigante en este camino”.
Una estrategia que pone a la infancia como protagonista
La Estrategia de la UE sobre los derechos de los niños y niñas se ha desarrollado contando con sus opiniones: para su diseño se llevó a cabo la consulta “Nuestra Europa, nuestros derechos, nuestro futuro”, en la que participaron más de 10.000 niños y niñas y cuya finalidad era conocer en profundidad las condiciones y calidad de vida de la infancia y la adolescencia en Europa.
A fin de explorar las necesidades de los más pequeños, la Comisión Europea encargó dos estudios:
- un estudio de viabilidad, centrado en aspectos como el acceso a la atención médica, la educación, el cuidado infantil, una vivienda digna y una nutrición adecuada para cuatro grupos: niños y niñas con discapacidades, en cuidado alternativo, de origen migrante o refugiados y que niños y niñas viven en situaciones familiares precarias.
- un estudio sobre el marco económico.
Ambos estudios se beneficiaron de una amplia consulta de varias partes interesadas, incluida la propia infancia: tanto la Estrategia sobre los Derechos de la Infancia como la Garantía Infantil Europea se beneficiaron de la contribución de más de 10.000 niños y niñas, cuyas opiniones se recopilaron a través de un cuestionario online. El informe principal resultante de esta consulta se presentó el 23 de febrero de 2021 en un evento online con niños, en el que participaron la vicepresidenta croata Šuica y los comisionados Reynders y Schmit.
Además, los resultados también se debatieron ampliamente en cuatro talleres temáticos y dos conferencias. Las versiones adaptadas a la infancia de la estrategia fueron co-diseñadas por los niños y niñas y presentan la información de una manera amigable para sus lectores. También asesoraron sobre el lenguaje, las imágenes y los ejemplos utilizados en los folletos. La participación de los niños y niñas en la vida política y democrática de la UE es una de las seis áreas temáticas de la Estrategia: no se puede abordar uno de los grandes problemas de los niños, niñas y adolescentes sin contar con su participación.
