Cómo elaborar un Plan de Infancia: la Junta de Andalucía lo explica en un manual

23/11/2020 | Desarrollo de capacidades, Previas

Manual

Fotografía de Eye for Ebony / Unsplash

 

  • ¿De qué forma llevar a cabo el diagnóstico previo y el proceso participativo en tu municipio? ¿Cómo recabar y analizar la información? ¿Qué características tiene un buen Plan de Infancia y Adolescencia? El manual ‘La infancia en todas las políticas y todos los municipios’ responde a estas preguntas
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Durante las últimas décadas, Andalucía ha ido avanzando en materia de derechos de los niños, niñas y adolescentes, y en ese camino la Junta de Andalucía ha publicado un manual para todos aquellos ayuntamientos que se enfrenten a dificultades a la hora de planificar y diseñar políticas locales bajo un enfoque participativo y de derechos de la infancia.

El texto ha sido elaborado por el Instituto Andaluz de Administración Pública, la Dirección General de Infancia y la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, para dotar a los equipos técnicos de los ayuntamientos de herramientas para diseñar su propio Plan local de Infancia y Adolescencia.

Su objetivo es, además, servir de guía para implementar políticas municipales basadas en el enfoque de derechos de la Convención sobre los Derechos del Niño, fortalecer la coordinación entre las administraciones y unificar criterios de intervención respecto al bienestar social de la infancia y adolescencia a nivel municipal en todo el territorio andaluz.

Este es un recurso que puede ser de utilidad para todos aquellos municipios, u otros gobiernos locales, que tengan como objetivo contar con un marco estratégico de actuación, un Plan Local de Infancia, que guie el camino de las políticas y actuaciones hacia la promoción y la realización efectiva de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que viven en la ciudad o localidad.

 

La importancia de diseñar un plan local de infancia y adolescencia

 

En cualquier municipio, el bienestar de los niños, niñas y adolescentes debe ser garantizado por todas las áreas municipales y depende, en gran medida, de las políticas locales que se lleven a cabo. De ahí la importancia del Plan local de Infancia y Adolescencia, el instrumento clave a la hora de poner en práctica la Convención sobre los Derechos del Niño en el municipio y garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

En el caso andaluz, el II Plan de infancia y Adolescencia de Andalucía (2016-2020) estableció como unas de sus líneas estratégicas “la participación de la infancia y adolescencia en los asuntos públicos que les afecten de acuerdo con sus capacidades, necesidades e intereses, garantizando que este derecho a la participación sea real y efectivo en todos los ámbitos de la sociedad, la familia, la educación, la salud, los servicios sociales, el deporte y la cultura, como sustrato fundamental en la construcción de una sociedad justa e igualitaria”, según la declaración, recogida en el manual, de la Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz Domínguez.

 

El papel de la participación infantil y adolescente

 

En las políticas y planes municipales de infancia siempre debe incorporarse la voz de los niños, niñas y adolescentes. Por ello, en el manual de la Junta de Andalucía, Ruiz Domínguez destaca “el importante papel que desempeñan los Consejos Locales de Infancia, concebidos como órganos que garantizan que las opiniones de los niños, niñas y adolescentes sean oídas y escuchadas en la adopción de medidas que afecten a su vida diaria y que favorecen los procesos de participación, para de esta forma construir opiniones y propuestas que sean compartidas con las personas encargadas de la toma de decisiones”.

En Andalucía existen actualmente existen más de 100 órganos de participación infantil y adolescente bajo diferentes formatos: el más habitual es el Consejo local de Infancia y Adolescencia, pero también existen otros como el Parlamento Joven, los Voluntarios Infantiles o los Corresponsales Juveniles. Por otro lado, hay que destacar instrumentos dinamizadores como los Encuentros provinciales de participación infantil y adolescente, coordinados por la Junta de Andalucía, o iniciativas de participación infantil como Ágora Infantil, La infancia Opina o Participanda.

 

Pautas para elaborar un Plan de Infancia

 

Del manual pueden extraerse qué pasos son necesarios para elaborar esta herramienta imprescindible en todo municipio, y arranca con la importancia del diagnóstico de situación participativo como paso previo a la creación del Plan: no puede llevarse a cabo una actuación sin un buen análisis previo, y disponer de un diagnóstico de situación sobre el bienestar social de la infancia y adolescencia en el municipio permite entender y comprender qué está ocurriendo, conocer las necesidades y problemáticas y cuáles son las oportunidades de mejora.

 

“Sirva como botón de muestra, la experiencia que narran niños y niñas de 14 años en un ayuntamiento andaluz de 5.000 habitantes. En su participación en los talleres realizados para el diagnóstico social de su municipio, cuentan con sorpresa y preocupación, el consumo o abuso de bebidas energéticas que observan por parte de amigos y amigas de su misma edad. Gracias a su participación salió a la luz esta situación incipiente en el municipio sobre el consumo abusivo de bebidas energéticas en determinados perfiles de adolescentes. A raíz de su testimonio pudo incluirse medidas de detección precoz de estos consumos excesivos en el Plan local de Infancia y Adolescencia, pues no se disponía de indicadores ni datos al respecto” (extracto del manual)

 

La guía también habla de cómo llevar a cabo el proceso participativo en el municipio, cómo recabar y analizar la información y finalmente los pasos a seguir para elaborar un buen Plan de Infancia y Adolescencia: la creación de una hoja de ruta, el establecimiento de los objetivos y prioridades, el diseño de la matriz de planificación (valores a alcanzar, indicadores…), etc.

Como broche final, el manual destaca las características que debe tener un Plan local de Infancia y Adolescencia: entre otras, ser elaborado desde un enfoque de equidad, prestando especial atención a la infancia y adolescencia más vulnerable del municipio; contar con una perspectiva participativa con los distintos agentes locales del municipio, incluyendo a la infancia y la adolescencia, y estar basado en un Enfoque de Derechos teniendo en cuenta principalmente lo dispuesto en la Convención sobre los Derechos del Niño.

 

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