Refugiados ucranianos: las ciudades pueden contribuir a su integración a largo plazo

16/11/2022 | Buenas prácticas, Conflicto de Ucrania, Emergencia en Ucrania, Garantía Infantil Europea, Inclusión, Protección, UNICEF

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María (10 años) juega con su hermano Max (cuatro años) en la guardería de Rzeszow, Polonia. Maria Moskalenko / UNICEF Polonia

 

  • Esto es lo que están haciendo los municipios de toda Europa para garantizar la acogida, vivienda, salud e integración laboral de las familias ucranianas refugiadas

 

Una cuarta parte de la población ucraniana se ha visto obligada a huir de sus hogares desde el comienzo de la invasión rusa de febrero de 2022, según ACNUR. Muchos de ellos son mujeres y niños. En abril, UNICEF ya anunciaba que dos millones de niños y niñas ucranianos habían abandonado el país.

Ante esta realidad, los estados de los países de acogida deben ofrecer espacios seguros para estos niños y sus familias. Muchos ya lo están haciendo: municipios de toda Europa se han puesto manos a la obra para facilitar la adaptación e integración de la infancia y adolescencia de Ucrania, a través de aspectos como la educación y el cuidado en primera infancia.

Pero, ¿de qué forma facilitar la integración a largo plazo para estas familias?

 

Así han acogido las ciudades europeas a los niños y niñas de Ucrania

 

El webinar Cities Welcoming Ukrainian Children: Transitioning towards a long-term integration strategy, ofrecido por UNICEF y Eurocities el pasado 19 de noviembre, abordó cómo los gobiernos locales pueden apoyar la integración de los niños y niñas ucranianos que llegan a nuestras comunidades, con los ejemplos de las ciudades de Kutaisi, Gothenburg, Burgas, Krakow y Madrid.

En el encuentro, Martina Tomic Latinac, Especialista en Protección Infantil UNICEF, ha recordado que la Garantía Infantil Europea (GIE) es clave en esta labor: “El objetivo de la GIE es prevenir la pobreza y la exclusión social garantizando a los grupos de niños y niñas más vulnerables acceso efectivo a servicios como educación, salud, vivienda, etc.”, explica. “Si bien la mayoría de los niños de la UE ya tienen acceso a estos servicios, algunos de los niños siguen siendo invisibles”.

Entre ellos, los niños y niñas migrantes o refugiados, los niños con discapacidad, los pertenencientes a minorías étnicas, aquellos privados del cuidado de sus padres o los que viven en situación de pobreza.

 

El 2 de agosto de 2022, la Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, Priyanka Chopra Jonas, visita un campamento de verano en Varsovia, Polonia. Vincent Tremeau / UNICEF Polonia

 

De la acogida a las soluciones a largo plazo

 

Kutaisi (Georgia)

Desde el inicio de la guerra, más de 1.500 familias ucranianas llegaron a la ciudad de Kutaisi (Georgia). La ciudad anunció paquetes de apoyo para las familias refugiadas, incluyendo un cheque para alojamiento y para alimentos y otras necesidades básicas, como explica Irakli Karkashazde, Teniente de Alcalde de Kutaisi.

“Nuestra prioridad es identificar a los grupos más vulnerables de la sociedad y apoyarlos de acuerdo con los programas que tenemos”, añade. Así se establecieron equipos multidisciplinares implicados en cada caso relacionado con el niño o niña (incluyendo abogados, trabajadores sociales, sanitarios, etc.). También se llevó a cabo una bienvenida simbólica “para apoyar las necesidades emocionales: esta gente y en su mayoría los niños están muy estresados”.

Hoy 450 familias ucranianas han permanecido en la ciudad, que acoge a más de 240 niños de Ucrania. Karkashazde comparte algunas medidas tomadas para facilitar la transición hacia la integración a largo plazo de estos niños y niñas:

  • Secciones ucranianas en escuelas y jardines de infancia.
  • Clases especiales para los ucranianos para estudiar el idioma georgiano.
  • Transporte municipal gratuito para los ucranianos.
  • Escuelas culturales y deportivas gratuitas para niños ucranianos.
  • Suministro de artículos necesarios para niños durante el año escolar y el invierno.
  • Fuerte cooperación y comunicación con las ONG que trabajan con refugiados.

 

Cracovia (Polonia)

Polonia es otro país que recibió un gran número de refugiados del conflicto. En la ciudad de Cracovia, el 1 de abril hubo casi 270.000 refugiados. Ahora hay en torno a 120.000. Mateusz Ploskonka, del Departamento de Política Social y Sanidad de Cracovia, explica que la ciudad destinó un fondo para vivienda, transporte público gratuito, comedores, productos de higiene, etc. para facilitar la acogida de estas familias refugiadas.

Las mujeres y los niños representan más del 94% de la población de refugiados ucranianos en Polonia, de modo que desde el principio se establecieron centros de desarrollo de la primera infancia (“Spynkas”), con apoyo de UNICEF, para brindar atención sin cita previa. Estos centros dan una oportunidad para que los niños jueguen, interactúen y sientan una sensación de normalidad. También permiten a las madres la oportunidad de buscar empleo, lograr la independencia financiera y desarrollar la autoestima y el sentido de comunidad.

 

 

Viktoria, una de las niñas refugiadas que asisten a la guardería “Spynka” en Rzeszow, Polonia, disfruta de un columpio con su amiga María en una cálida tarde de agosto. Mariia Moskalenko / UNICEF Polonia

 

Burgas (Bulgaria)

Este municipio búlgaro contó, entre los meses de marzo y junio de 2022, con 40.000 refugiados registrados para protección temporal. El gobierno estableció rápidamente un organismo de coordinación para abordar temas que van desde la atención médica hasta la educación, el apoyo psicosocial, la vivienda y la alimentación de todos los recién llegados.

Para coordinar la acogida, “en los primeros días el municipio creó un Centro de Crisis. Brindamos ayudas humanitarias de emergencia como alimentos, saneamiento, provisiones para niños. Hubo una gran simpatía, todos los días la gente donaba cosas”, relata Maria Salabasheva, directora centro juvenil en Burgas (Bulgaria).

De ese modo coordinaron información sobre vivienda social, acceso a servicios médicos, transporte gratuito, etc. “Todos los refugiados ucranianos tienen acceso a transporte gratuito en Burgass”, dice Salabasheva. Además, han ofrecido alojamiento gratuito a las familias refugiadas durante seis meses.

Hoy hay cinco Centros de Apoyo a los Refugiados en Bulgaria, inaugurados por UNICEF. El centro de Burgas recibe diariamente a 90 personas en búsqueda de información sobre oportunidades laborales, actividades, terapias, etc. Además, la ciudad ha desarrollado iniciativas para la integración a largo plazo de los niños, niñas y adolescentes, como clases de deporte o arte gratuitas o a bajo coste para adolescentes.

“El futuro es imprevisible. No sabemos cuál será la siguiente etapa, pero hay muchas familias ucranianas decididas a volver a casa y empezar de nuevo una vez acabe el conflicto”, dice Salabasheva.

 

Gotemburgo (Suecia)

A la ciudad de Gotemburgo han llegado, a la fecha, 495 refugiados, incluyendo a 243 mujeres y 136 niños y niñas. “La cuestión fue cómo dar acogida a tanta gente en tan poco tiempo”, explica Ranghild Ekelund, gerente de planificación de la ciudad.

Suecia tenía experiencia recibiendo solicitantes de asilo, de modo que “el Gobierno hizo un cambio en la legislación. La Agencia Sueca de Migración puede dar instrucciones a los municipios para que organicen viviendas para las personas cubiertas por la directiva de protección temporal”. Una medida que entró en vigor el 1 de julio de 2022. “No tuvimos mucho tiempo para prepararnos. Tuvimos alrededor de un mes”.

Uno de los retos fue lograr el alojamiento para personas asignadas a Gotemburgo de acuerdo con la Directiva de protección temporal. Para ello contaron con viviendas de evacuación inicial, casas vacías para personas mayores, pequeños apartamentos, casas de dos familias, albergues y casas privadas.

Ekelund destaca la importancia de la coordinación entre los municipios y las cinco ONGs que colaboraron. “No hubiéramos podido hacer todo esto sin los municipios. Estamos muy agradecidos a esta cooperación con las ONGs”. Y destaca que hay muchas cosas que los municipios pueden hacer para facilitar la integración de los recién llegados, dentro de áreas como la cobertura sanitaria, la educación, la información sobre la sociedad sueca… “Hemos estado trabajando con niños e iniciado grupos de apoyo. Asociaciones, fútbol, ​​parque infantil, puedes participar en las actividades…”

 

Madrid (España)

A la capital española han llegado 2.779 personas ucranianas, de las cuales un 41% tiene menos de 19 años. “Desde marzo de 2022, hemos atendido a 649 personas desplazadas de Ucrania en diferentes alojamientos, 245 niños y niñas”, dice Ana Buñuel Heras, Coordinadora del área de Familia, Igualdad y Bienestar Social.

Las iniciativas de largo plazo para integrar familias y niños se basan en crisis de migraciones previas. El objetivo: la integración social sin “guetización”, explica Buñuel, así como que se garantice el derecho a la educación y los servicios sociales.

A la hora de facilitar la integración de los jóvenes refugiados, Buñuel pone el ejemplo del Programa de Apoyo Socioeducativo y Prelaboral para Adolescentes (ASPA), dirigido a chicos y chicas en situación de riesgo o de conflicto social de 12 a 21 años y residentes en Madrid.

Algunos de los chicos y chicas usuarios “tienen problemas para conseguir los papeles y trabajar, pero también con la lengua…”, dice Buñuel. Con el programa se busca “la educación, formación, apoyo psicológico, ocio, deportes… para facilitar la integración”. Los objetivo son generar vínculos, permitir un acompañamiento individualizado, fomentar la participación social en el barrio o detectar duelo migratorio, entre otros.

Para ello cuenta con cinco líneas de acción: apoyo socioeducativo, pre-laboral, apoyo a madres y padres adolescentes, prevención de la violencia y apoyo para la autonomía personal y transición a la vida adulta. Desde 2021 han atendido a más de 4.000 jóvenes.

 

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