Según la regla desarrollada por el psicólogo alemán Albert Mehrabian, a la hora de comunicar emociones y sentimientos las palabras apenas representan un 7% del mensaje transmitido. El 93% restante no corresponde a lo que se dice sino a cómo se dice a través del tono de voz (38%) y el lenguaje corporal (55%).
En el salón de plenos del Ayuntamiento de Madrid, reunido el 14 de junio por primera vez en su historia para escuchar las propuestas de los adolescentes de la capital, las palabras, la voz y los gestos de los chicos y chicas madrileños transmitieron con un 100% de efectividad su compromiso para mejorar la ciudad y las condiciones de vida de quienes viven en ella.
Vamos al pleno
Con la emoción ligeramente contenida y los temas muy bien trabajados, 69 jóvenes de entre 14 y 17 años comparecieron ante la alcaldesa y los representantes de los grupos políticos municipales para compartir las inquietudes y necesidades de este sector de la población.
Vestidos con coloridas camisetas diseñadas y elaboradas especialmente para este día con los lemas #VamosalPleno y #VozAdolescente, los menores madrileños no sólo llenaron de color el palacio de Cibeles sino que aportaron soluciones creativas a las carencias que previamente habían diagnosticado en parques, servicios de transporte e instalaciones deportivas de la ciudad.
El orden del día partía de una de las líneas de actuación contempladas en el Plan Local de Infancia y Adolescencia de Madrid, concretamente la número cuatro, que hace alusión a estilos de vida saludables, ocio, cultura y deportes. De este modo, las propuestas planteadas por los chicos y chicas se centraron en tres temas: parques para adolescentes, uso de BiciMad y canchas deportivas. Además, los jóvenes aprovecharon la oportunidad para reclamar la mejora del funcionamiento de las Comisiones de Participación de la Infancia y la Adolescencia (COPIA), una cuestión en la que el ayuntamiento viene trabajando desde hace tiempo y cuyos primeros resultados se esperan para después del verano.
Propuestas
En relación a la primera cuestión, la de los parques, los adolescentes madrileños reclamaron zonas verdes adaptadas a su edad. Para ello proponen que se diseñe e implante un espacio adolescente en los parques que cuente con bancos enfrentados que inciten a la charla, con papeleras donde poder reciclar, espacios cubiertos para protegerse de la lluvia y aparatos deportivos adaptados a su edad —del estilo de los que hay para menores de 12 años y para mayores de 65.
Otra de las demandas consensuadas por los jóvenes fue que se les permita acceder al servicio de BiciMad para convertir la bicicleta en uno de sus medios habituales de transporte. En la actualidad, necesitan la autorización de sus progenitores para darse de alta en el servicio, proceso que solo puede hacerse a través de una tarjeta de crédito, algo fuera del alcance de la mayoría. Para sortear este impedimento los adolescentes propusieron que se pueda hacer uso de Bicimad con el abono transporte, algo de lo que sí disponen de forma mayoritaria. Además, pidieron encarecidamente a los responsables políticos que se amplíe el servicio “a nuestros barrios, situados fuera de la M-30”, algo que según ellos contribuiría a reducir la desigualdad entre los barrios.
Por último, aunque consideran que el número de canchas deportivas al aire libre en los distritos es suficiente, “su estado y mantenimiento dejan mucho que desear”, afirmaron los jóvenes. Conscientes de que se trata de una competencia descentralizada en las juntas de distrito, los intervinientes expresaron su intención de asistir a los espacios de participación de los mismos para plantear allí sus demandas.
Contrapropuestas
La alcaldesa Manuela Carmena recogió el guante y se lo devolvió a los jóvenes en forma de tres contrapropuestas: la primera consiste que sean ellos quienes dibujen las propuestas para los parques. Para ello, el Ayuntamiento convocará un concurso entre todos los institutos “para diseñar los rincones de los jovencísimos, porque no gusta la palabra ‘adolescentes’, en los parques”.
Respecto a BiciMAD, Carmena admitió que la propuesta adolescente plantea problemas porque, por ejemplo, se trata de un vehículo a motor. Su contrapropuesta consiste en crear una comisión de adolescentes para estudiar qué tipo de bicicletas se pueden ofrecer a este colectivo y en qué régimen.
Por último, tras afirmar que “los problemas de la ciudad no se solucionan solo desde arriba”, la regidora madrileña preguntó a los jóvenes si ellos estarían dispuestos, a través de sus asociaciones, a cuidar las instalaciones deportivas implicándose de alguna forma en el buen uso y en el mantenimiento de las mismas.
Antes de cerrar el acto, Carmena rompió el protocolo para darle “una energía especial” al pleno e invitó a intervenir a quien tuviera algo más que decir. Tres chicas recogieron el testigo de la alcaldesa: en sus intervenciones, las dos primeras aceptaron el reto de diseñar los elementos que les gustaría que hubiera en los parques para adolescentes y mostraron su disposición a contribuir al cuidado de las canchas. La última en intervenir se acordó de la gente que está viviendo en la calle “que debería tener el derecho de tener hogares y de ir al colegio a estudiar”, y de las personas con minusvalía: “no nos riamos de ellos, porque también nos podríamos poner en su pellejo”, dijo la joven.
Para terminar la jornada, Manuela Carmena pidió a los jóvenes que pensaran si en el día de mañana les gustaría asumir responsabilidades políticas y avanzó que la siguiente edición podría tratar precisamente sobre la “noble actividad” de la política. Concluido el pleno, alcaldesa, concejales y jóvenes compartieron una merienda servida en la entrada del salón de plenos.