“Los miramos con lupa pero no los vemos”: presentamos el informe ‘Más allá de la supervivencia’ sobre infancia migrante no acompañada

30/10/2020 | Derechos de la Infancia, Inclusión, Informes, Protección

 

  • El día 6 de noviembre a las 11:00 tendrá lugar la presentación online del informe “Más allá de la Supervivencia. Cómo mejorar la intervención con los niños y niñas migrantes no acompañados que quedan fuera del sistema de protección”, de UNICEF España
  • “Son niños, niñas y adolescentes y por eso tienen derecho al desarrollo pleno, a que se les escuche, a la protección y a no ser discriminados”, señala F. Javier Romeo Biedma, autor del informe
  • “Estos chicos y chicas no solo son víctimas del más absoluto abandono institucional, sino que además hay todo un imaginario social y un discurso en contra de ellos”, dice Laura Ganado Otero

 

En las últimas décadas, el movimiento de niños y niñas no acompañados desde los países en vías de desarrollo a los países europeos para escapar de situaciones difíciles ha obligado a los sistemas de protección de infancia de los países de acogida a tratar de adaptarse a las necesidades específicas de protección de esta infancia migrante, en ocasiones con poco éxito o sin tener en cuenta el interés superior de los niños y niñas.

Por eso, el informe “Más allá de la Supervivencia. Cómo mejorar la intervención con los niños y niñas migrantes no acompañados que quedan fuera del sistema de protección”, de los autores F. Javier Romeo Biedma y Pepa Horno Goicoechea y publicado por UNICEF España, recoge pautas para un nuevo “modelo integrativo” de intervención con estos chicos y chicas. El texto incluye una selección de buenas prácticas en varios países e incide en la importancia de crear una nueva narrativa inclusiva y no criminalizadora, y aboga por un modelo integrativo de intervención para el cuidado y la protección de los niños y niñas no acompañados que viven en la calle, incluyendo la promoción y desarrollo de entornos seguros y protectores, con un objetivo: lograr entre todos que estos niños y niñas también desarrollen su máximo potencial, más allá de la mera supervivencia.

 

La realidad de los niños y niñas que migran solos

 

Osama iba a cumplir 18 años. Vivía en un centro que hacía poco habían apedreado, pero tenía más miedo al cumpleaños que a las piedras. Esta historia que cuenta Sara Collantes Mateos, de UNICEF España, le aporta un rostro a este fenómeno aún desconocido para la mayoría de personas. Pero, ¿qué lleva a un niño o niña a migrar a otro país sin su familia? ¿Cuáles son sus motivaciones? Durante un encuentro virtual durante el III Congreso Internacional de Periodismo de Migraciones, Laura Ganado Otero, de la asociación Maakum de Ceuta, explica que la falta de oportunidades en sus países de origen es una de las motivaciones, y que en muchas ocasiones “no es solo un proyecto individual, sino familiar: vienen por sus padres, su familia, para buscar un futuro mejor. Quieren estudiar, trabajar…”

Ahmed Khalifa, vicepresidente de la Asociación Marroquí, coincide: “Los jóvenes en Marruecos no tienen las mismas oportunidades. Entre los menores que suelen llegar a España hay un sentimiento de responsabilizarse de ellos, de la familia, de coger el peso de la pobreza de la familia. Por eso desde occidente entendemos el proceso migratorio como una experiencia individual, pero allí es familiar”.

Dentro de esta infancia migrante, las niñas migrantes no acompañadas son mucho más invisibles y vulnerables. “Hay muchas niñas que huyen también de violencia intrafamiliar, la trata… También hay niñas que vienen buscando oportunidades de estudiar, que se encuentran con las mismas barreras o mayores”, explica Sara Collantes, que añade que existe escasísima información y datos en torno a ellas. “Nos ha sorprendido que en el sistema de protección e infancia no hay ningún enfoque de género”, denuncia.

 

Narrativas y discursos que deshumanizan

 

Pero, como indica Laura Ganado Otero, estos chicos y chicas no solo son víctimas del más absoluto abandono institucional, sino que además hay todo un imaginario social y un discurso en contra de ellos. Señala que el discurso de determinados medios de comunicación y partidos políticos deshumaniza y criminaliza a estos niños y niñas: “Ese discurso está generando esos ataques racistas, hemos vivido una situación de racismo y violencia en Ceuta que se está extendiendo a todo el territorio”, señala. “Es importante desmontar esto y crear nuevas narrativas”.

Para Collantes Mateos, “son niños que miramos con lupa pero no los vemos”. “Hay gente que tiene miedo de estos niños, pero después de este trabajo no nos queda duda de que este miedo nunca es mayor que el que tienen ellos mismos. Vivir en la calle es vivir con un miedo permanente: estás sobreviviendo, huyendo de mafias”, especifica.

Para Collantes, no es posible la integración si siguen proliferando las narrativas que se ceban con este perfil de jóvenes. “En nuestro país los adolescentes migrantes están sujetos a narrativas destructivas, que deshumanizan, que se ceban con ellos”. Por eso señala que el informe propone una narrativa para humanizarnos de nuevo, “meternos en la piel de cuando éramos adolescentes para entender mejor las historias”. “Hay gente que pide control y más sanciones para estos chicos, pero qué poca gente sale a pedir un sistema de protección a la infancia más robusto”, puntualiza.

 

Derecho a la protección y a ser escuchados

 

Por ello, el informe también aborda la necesidad de crear unas narrativas que no caigan en la discriminación. Francisco Javier Romeo Biedma, de Espirales Consultoría de Infancia y co-autor del informe, con la creencia de que “las palabras son ventanas o son muros”, pone como ejemplo el uso de la sigla MENA (menor migrante no acompañado), que se ha convertido en un concepto muy popularizado por los medios de comunicación: “En el informe no aparece el término MENA. Desde un enfoque de derechos, si utilizamos ‘menor’ parece que les estamos quitando categoría. Son niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, me parece que les humaniza más”, explica.

¿Cómo cambiar la narrativa en torno a los chicos y chicas migrantes no acompañados? “Primero, necesitamos formarnos. Cuanto más sepamos del tema más podremos comunicarlo con personas de a pie para que puedan entenderlo”, dice Romeo Biedma. Añade que además es necesario “escucharles, darles voz, que puedan expresarse. Mi experiencia con chicos y chicas de Marruecos y otros países es que cuando les escuchamos les entendemos mejor”.

Finalmente, Romeo Biedma cree que es crucial trabajar desde un enfoque de derechos: “No es opcional. Son niños, niñas y adolescentes y por eso tienen una serie de derechos, independientemente de su nacionalidad, su historia e incluso de lo que hayan hecho. Tienen derecho al desarrollo pleno, a que se les escuche, a la protección y a no ser discriminados”. Añade que “necesitamos preguntarnos qué está ocurriendo con el sistema de protección, que es una responsabilidad de España y las Comunidades Autónomas, y que haya rendición de cuentas, que las autoridades públicas expliquen qué están haciendo”. Coincide Sara Collantes: “Un niño no es que busque protección, es que estamos obligados a protegerlo”.

 

 

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