Al final de la primera historieta de Spiderman, publicada hace ya 55 años, aparecía la frase que resume el código de valores del famoso superhéroe creado por Stan Lee: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Bajo esa premisa, los representantes de los consejos de participación infantil y juvenil de España acudieron a su segunda comparecencia ante la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados. “Estar aquí hoy es sentirse eslabón de una cadena que es real. Me hace sentir que nuestras dificultades son comprendidas y nuestras propuestas estudiadas”, dijo Sara, una niña de Logroño que lleva 2 de sus 12 años colaborando con el órgano de participación infantil de su ciudad.
Lejos de conformarse con el trabajo realizado por sus compañeros doce meses atrás, los ocho niños y niñas participantes en el acto impulsado por la Plataforma de Infancia y UNICEF España asistieron a la cita parlamentaria para evaluar con ojo crítico las propuestas presentadas el año pasado y redoblar la apuesta con nuevas ideas para proteger sus derechos.
Como dicen que un objetivo sin un plan es poco más que un deseo, los representantes infantiles llegaron al acto con un decálogo de medidas bajo el brazo pensadas para hacer realidad sus aspiraciones. Entre otras acciones, los niños propusieron un Pacto por la Educación, una ley para erradicar la violencia contra la infancia, un órgano estatal de participación infantil o un plan de medidas concretas para facilitar la conciliación familiar.
Tras agradecer a los niños y niñas la benevolencia con que habían evaluado el trabajo realizado por la Comisión en su primer año de funcionamiento y alabar ese espíritu crítico que les permite realizar un diagnóstico certero de la situación de la infancia, los diputados confesaron sus limitaciones para sacar adelante iniciativas vinculantes y manifestaron su voluntad de ponerse las pilas para llegar a la comparecencia del año que viene con alguna ley o proyecto de ley que mostrar. De los muchos retos que afronta el órgano no legislativo en este 2018 para mejorar la situación de la infancia, los representantes políticos reconocieron que el Pacto de Estado por la Educación y una Ley integral que luche contra la violencia son quizás los más perentorios.
Además de animarles a que sigan fiscalizando su trabajo y exigiéndoles rendición de cuentas, los parlamentarios destacaron la importancia de mantener esta cita anual con los niños y se comprometieron, por boca de su presidenta, a establecer nuevos cauces de participación real y constante de la infancia con la Comisión.
Más participación
Recogió el guante una de las jóvenes intervinientes, Saray, de 12 años y originaria de Mislata (Comunidad Valenciana), quien propuso que los chicos y chicas de los consejos de participación puedan asistir a las comparecencias de expertos que organice la Comisión de Derechos de la Infancia. También pidió a los diputados que les mantengan informados de los avances que se vayan produciendo respecto a las propuestas presentadas por sus compañeros.
La primera de estas iniciativas llegó por boca de Alberto, que propuso la creación de un Consejo Estatal de Participación donde se puedan verter la opinión y la voz de los consejos locales. “Ejercer nuestro derecho a ser oídos y escuchados solo es posible si existen estructuras estables de participación que permitan incorporar la perspectiva juvenil”, dijo este joven de 16 años.
El chico de 17 años encargado de abordar la cuestión educativa, Francisco Javier, retrató con crudeza las principales carencias del sistema educativo. Para subsanarlas, reclamó a los representantes políticos mayor financiación para la escuela pública y les instó a alcanzar un acuerdo entre las autonomías y el Gobierno central que tenga en el estudiante su máximo beneficiario: “les pido que por favor abran los ojos, el futuro está perdido si no invierten en nosotros”, advirtió el joven castellanomanchego procedente de Alcázar de San Juan.
Más protección
La protección frente a cualquier tipo de violencia contra la infancia fue otro de los temas abordados por los niños en el Congreso. Además de la mencionada ley para erradicar la violencia contra la infancia, los intervinientes pidieron a los diputados que pongan en marcha una serie de acciones para erradicar el maltrato infantil, la violencia en el hogar, la violencia sexual y los delitos contra la libertad e identidad sexual. “La protección es la clave para eliminarlas”, dijo Mireia, “se necesitan leyes para poder disfrutar de una infancia y una adolescencia feliz sin violencias, ni abusos, ni acosos”.
Una garantía de la que carecen los más de 20.000 niños y niñas que esperan en los campos de refugiados de Grecia a que los países europeos cumplan lo pactado, dijo Andrea, recordando que a España apenas habían llegado 2.431 de los 17.337 refugiados que el Gobierno se había comprometido a acoger.
En nombre del consejo de participación infantil de Las Regueras (Asturias), Hugo recordó a los diputados que España es el tercer país europeo con mayor pobreza infantil y pidió mayor inversión en sectores decisivos para su desarrollo, por ejemplo aumentando la cobertura sanitaria en zonas rurales. “Los adultos de mi concejo, que cuenta con unos 2.000 habitantes, tienen médico de cabecera, pero al igual que en otras muchas zonas rurales el pediatra es inexistente y tenemos que recorrer kilómetros para ir a una consulta”, explicó.
Spiderman en el Congreso
El impulso del uso de las energías renovables para reducir la contaminación y poner así freno al cambio climático fue la última de las peticiones de los representantes de una generación decidida a cambiar la situación en el presente para disfrutar de un mejor futuro. “Esta aventura en la que nos encontramos no ha hecho más que empezar”, dijeron, y aprovecharon la jornada para invitar a los diputados al V Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente, que tendrá lugar en mayo en la ciudad de Oviedo y de cuya organización se harán cargo los propios niños, niñas y adolescentes.
La segunda comparecencia de la infancia ante “su” Comisión finalizó con la intervención de Yago, representante de 12 años del consejo de infancia y adolescencia de Pedrola (Aragón). “Nosotros todavía no podemos curar o dirigir hospitales, pero observamos las cosas con atención y tenemos un gran espíritu crítico. ¡Ojo!, espíritu crítico, pero con una intención constructiva”, afirmó.
Tras resumir las intervenciones de sus compañeros y hacer público su agradecimiento a todos los presentes, explicó que “los adultos nos hablan continuamente del gran ‘poder’ que tenemos para cambiar la sociedad al participar en estos actos”. Un atributo del que los niños son conscientes y que asumen con serenidad, dijo Yago parafraseando al narrador de Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.