- La respuesta de acogida de niños y niñas de Ucrania debe asegurar la máxima protección de la infancia y evitar el riesgo de tráfico y trata de seres humanos
- El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha publicado una circular con recomendaciones a las Comunidades Autónomas para garantizar una respuesta coordinada
- Puedes leer la circular completa aquí [PDF]
La guerra en Ucrania ha obligado a más de tres millones de personas a huir de sus hogares, de los cuales la mitad son niños y niñas. Entre ellos, muchos no están acompañados o han sido separados de sus familias. Pronto, podría convertirse en una de las mayores crisis de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Al igual que en otras crisis de desplazamiento que tienen lugar hoy en el mundo, la niñez se está viendo particularmente afectada. Niños y niñas representan el 30% de la población mundial, pero son el 42% del total de las personas desplazadas por la fuerza.
Abandonar el hogar debido a un conflicto es siempre devastador, pero para un niño, niña o adolescente supone algo más. No solo es un cambio drástico en su vida: también los obliga a enfrentarse a muchos peligros y vulneraciones graves de sus derechos.
Los niños que se desplazan dentro y fuera de Ucrania corren un mayor riesgo de quedar atrapados en la violencia o en vías de tránsito poco seguras. También, de ser objeto de trata de personas o trabajos forzados (peligros que se agravan cuando son niñas o menores no acompañados).
Necesidad de protección
Por todo ello, la prioridad debe ser garantizar espacios seguros para la infancia que huye de la guerra junto con sus familias, evitando las separaciones familiares que pueden surgir en la huida hacia otras zonas, como ha recordado el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 en una circular.
El texto, publicado el pasado martes, ha hecho también referencia a los miles de niños, niñas y adolescentes sin referentes adultos, recordando la necesidad de asegurar también su protección.
“Muchas entidades han ofrecido su colaboración para responder a dicha crisis humanitaria y numerosas familias se han mostrado dispuestas a acoger a niños, niñas y adolescentes que están saliendo del país”, cita la circular. “Estas muestras de colaboración reflejan los mejores valores de nuestra sociedad y queremos poner a disposición la información y los mecanismos necesarios para canalizarlas de manera efectiva y segura”.
Añade también que la respuesta social solidaria debe ser coordinada con las instituciones competentes para asegurar en todo momento la máxima protección de los niños, niñas y adolescentes, evitando el riesgo de tráfico y trata de seres humanos.
Cómo acoger: algunas indicaciones para la ciudadanía
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha incluido en la circular sus recomendaciones sobre desplazamientos y acogida de niños, niñas y adolescentes, dirigidas a la ciudadanía.
Insta a los ciudadanos a que cumplan con varias medidas e indicaciones, entre las que se incluyen garantizar que todos los traslados de los menores de edad se hagan por las vías oficiales y en coordinación con la autoridad competente de su comunidad autónoma.
También recuerda la necesidad de informar si hay previsión de llegada de los niños y niñas, así como de las intenciones de trasladar a aquellos que llegan sin familiares o tutores legales.
El texto especifica qué organismo tiene la responsabilidad en lo referente la recepción y acogida de los nacionales ucranianos, o el acogimiento de los niños, niñas y adolescentes no acompañados, y a quién hay que informar si hay indicios o sospechas de riesgo o desamparo del algún menor.
Además, recuerda que en todo momento se debe escuchar e informar a los niños, niñas y adolescentes sobre los procesos que les atañen, como los de traslado, acogida y tramitación para la solicitud de protección temporal.
Proyectos para la acogida
Desde UNICEF también hemos publicado una guía de orientación para acoger a los niños desplazados y refugiados dentro y fuera de Ucrania, dirigida a autoridades y trabajadores humanitarios.
En ella se aclara qué tipo de riesgos enfrentan los niños desplazados por la guerra en Ucrania, qué sucede cuando alguno de estos niños no está acompañado o qué les está pasando a los niños en cuidado institucional.
Aborda también el papel de las instituciones y centros de atención, tanto de Ucrania como de los países vecinos, y el tema de la trata: qué es, qué niños y niñas están en riesgo de sufrirla y cómo pueden ayudar los voluntarios y los buenos samaritanos a protegerlos.
Finalmente, se aclaran conceptos como la adopción o los llamados “puntos azules”, espacios seguros que brindan información y servicios críticos a los niños y las familias que huyen de Ucrania.
Por otro lado, desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se baraja el lanzamiento de un nuevo programa de acogida familiar para los refugiados ucranios. Se trata de un modelo que ya ha sido previamente ensayado en España, país con experiencia con acogidas temporales de niños de origen diverso (desde Ucrania al Sáhara Occidental) en cuyos casos los trámites son más rápidos.
Aunque el proyecto está en fase embrionaria, el ministro José Luis Escrivá anunció este martes que su plan es que el ministerio pueda coordinar y gestionar una bolsa de familias que quieran acoger a desplazados por la guerra en Ucrania. Mediadores sociales y los servicios sociales de los ayuntamientos serán los encargados de verificar la idoneidad de los voluntarios y de las viviendas.
“Estas personas tienen derechos y hay que asegurarse de que los tendrán también en una acogida familiar”, dice Escrivá.