Es lo que gritan a coro los niños, niñas y adolescentes que han trabajado en la Vacuna del Buen Trato, un proyecto para trabajar contra la violencia en su entorno, porque, recuerdan, “todos y todas debemos ser tratados con igualdad y con respeto con nuestras diferencias, no importando si somos de origen rural o de ciudad, si somos ricos o pobres, el idioma en el que hablamos, la religión, si somos más o menos listos, la familia en la que nacemos y si tenemos una discapacidad. ¡Fuera etiquetas! Estamos hartos de mirar hacia otro lado. Tenemos que pedir ayuda y no callar. Tenemos que buscar una solución de verdad contra la violencia”.
Han hecho falta meses de trabajo para llegar a estas conclusiones. Desde UNICEF España propusimos en septiembre la guía metodológica para que tanto niños y niñas, tanto de centros educativos como de consejos locales, reflexionaran sobre el “virus de la violencia” -o violentovirus–. Su objetivo era que el Día Universal de la Infancia (que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre de 2018) los consejos de infancia presentasen ante las autoridades locales su “Manifiesto del Buen Trato”, un documento que recogía no sólo sus ideas sino también sus compromisos y propuestas para que entre todos acabemos con la violencia contra la infancia. Además, los niños y niñas dieron a conocer en sus centros escolares, pueblos y ciudades lo que estaban haciendo, y lo compartieron a través de redes sociales.
A esta actividad se sumaron más de 136 consejos locales de infancia y adolescencia, y a través de ellos más de 1.570 niños y niñas. Con los manifiestos recibidos, todos ellos con grandes ideas y llenos de opciones para pasar a la acción, desde UNICEF España hemos sistematizado todas las propuestas recibidas, y las recogemos en el documento “Manifiesto del Buen Trato”, que ponemos a disposición de cualquier interesado en escuchar la voz de la infancia sobre este tema.
Como todo hay que empezarlo por el principio, el “Manifiesto por el Buen Trato” arranca con la definición que para los niños y niñas tiene la violencia: “(el) abuso de poder que ejerce una persona adulta o un niño hacía otra persona”.
A continuación, y dado que ellos y ellas no son ajenos a su papel activo, el documento incluye los compromisos que asumen los propios niños para no fomentar la violencia en su entorno, asumiendo su responsabilidad en respetar a sus compañeros y compañeras. Este compromiso es consciente de los riesgos planteados por las nuevas tecnologías, por ello en cuanto a posibles abusos en las redes, se comprometen a hacer un buen uso de internet y a ayudar a otros chicos y chicas cuando tienen problemas, así como a denunciar la violencia y el acoso, tanto en las redes como en la escuela.
Consideran que para prevenir la violencia es importante que todo el mundo aprenda a escuchar y a ser escuchado, a crecer desde la empatía, utilizando el diálogo y no la fuerza, y a ayudarnos entre todos y todas. Los consejos de participación inciden en la importancia de ser tratados con igualdad y con respeto a las propias diferencias, no importando el origen, situación socioeconómica, idioma, religión, o cualquier otra característica.
Finalmente, en lo que respecta a peticiones, solicitan una mejor protección en las redes sociales, que se dé luz a la ley que proteja del maltrato infantil y que se les escuche para que si un niño que sufre maltrato no tenga miedo a decir lo que le pasa.
Entienden que este es un problema de todos y todas; por ello hacen un llamado a un compromiso para erradicar la violencia, tanto a los gobiernos como a los medios de comunicación, a las familias, a los centros educativos, y a toda la sociedad en general. ¿Cómo respondes tú a este llamado?