Celebrado en Puebla (México) entre los días 12 y 14 de noviembre de 2014, este VI Congreso Mundial concluyó que a tras veinticinco años de existencia de la Convención sobre los Derechos del Niño restan todavía muchos retos y desafíos por lograr, muchas cumbres que alcanzar y, lo que es más importante, muchas conciencias que remover.
Los Estados parte de la Convención sobre los Derechos del Niño deben entender definitivamente el carácter vinculante de este instrumento internacional, así como el reconocimiento de niños, niñas y adolescentes como actores sociales propios. Es por ello que los participantes en el VI Congreso Mundial de la Infancia y Adolescencia instan a sus gobiernos y a la sociedad en general a redoblar sus esfuerzos, a no tener miedo y a creer, sobre todo, a creer, en que un mundo más adecuado por y para la infancia y adolescencia es realmente posible.
Los niños y niñas también alzaron su voz en este VI Congreso Mundial de la Infancia y Adolescencia para reclamar un mundo mejor para ellos y exigieron justicia para el caso de José Luis, un niño mexicano asesinado en junio de 2014 y sobre cuya muerte aún se ciernen muchas dudas (respecto a las causas). Los niños y niñas instaron a hacer seguimiento de este asunto y solicitaron un nuevo congreso para enero de 2015 en el que se dé cuenta de los avances sobre todas sus demandas planteadas en el Congreso de Puebla.