Una escuela basada en los derechos de los niños, una escuela amiga de la infancia

03/06/2016 | Derechos de la Infancia, Educación

Hay muchos tipos de escuelas. Hay escuelas públicas, escuelas concertadas, privadas, rurales, urbanas, escuelas con el francés como primer idioma… Pueden ser similares o distintas pero hay algo que todas las escuelas comparten: están diseñadas para el aprendizaje de los niños.

Hemos tratado de enumerar una serie de rasgos que definirían a una escuela en armonía con los derechos de la infancia y que puede servir a los profesionales de educación, tanto en contextos de educación formal con no formal. La educación está en todas partes.

1. Refleja y pone en práctica los derechos de cada niño y cada niña. Coopera con otros agentes para promover y monitorizar el bienestar y los derechos de todos los años y niñas; defiende y protege a todos los niños y niñas frente a abusos y violencia, dentro y fuera de la escuela.

2. Ve y comprende al niño de manera integral, dentro de un contexto más amplio. Se preocupa con lo que ocurre con los niños y niñas antes de que lleguen al aula, en sus casas, en su comunidad.

3. Considera las necesidades de la infancia por encima de las necesidades de otros agentes del sistema. Estimula la participación, la creatividad, la autoestima y el bienestar psicosocial ; promueve un curriculum estructurado y centrado en los niños y niñas, así como métodos de enseñanza-aprendizaje.

4. Es sensible a la equidad de género. Promueve la paridad en la escolarización y el logro educativos de niños y niñas por igual, vela por la equidad de género y elimina esteropetipos de génro, proporciona instalaciones, curriculum y procesos de aprendizaje inclusivos para las niñas.

5. Promueve aprendizajes de calidad. Anima a los niños y niñas a pensar de manera crítica, a a hacer preguntas, a expresar sus opiniones y a aprender a aprender. Ayuda a los niños y niñas a adquirir las habilidades clave de escritura, lectura, expresión y compresión oral, matemáticas y conocimiento general y habilidades requeridas para vivir en el nuevo siglo, incluyendo conocimientos tradicionales y los valores de paz, democracia y la aceptación de la diversidad.

6. Proporciona una educación basada en la realidad de los niños y niñas. Se asegura de que el contenido curricular responde a las necesidades de los niños y niñas de manera individual así como a los objetivos generales del sistema educativo y el contexto local.

7. Es flexible y responde a la diversidad. Se adapta a circunstancias y necesidades diversa.

8. Actúa para asegurar la inclusión, el respeto y la igualdad de oportunidades para todos los niños y niñas. No genera estereotipos ni excluye o discrimina en base a las diferencias.

9. Promueve la salud mental y física. Proporciona apoyo emocional, promueve prácticas y conductas saludables y garantiza un entorno higiénico, seguro y alegre.

10. Proporciona una educación asequible y accesible, especialmente a los niños y niñas de familias en mayor riesgo de exclusión.

11. Potencia las capacidades, la motivación, el compromiso y el estatus del profesorado. Procura a sus profesores la suficiente preparación previa, apoyo durante su prestación de servicios y un desarrollo profesional, consideración e ingresos apropiados.

12. Intenta trabajar con las familias y reforzarlas y ayuda a niños, padres y profesorado a establecer vínculos armoniosos y colaborativos.

13. Se apoya en la comunidad. Refuerza la gobernada de la escuela desde un enfoque descentralizado y basado en la comunidad; anima a padres, administración local, asociaciones locales y otras instituciones de la sociedad civil a participar en la dirección así como en la financiación de la educación. Promueve la colaboración y el trabajo en red centrados en los derechos y el bienestar de la infancia.

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