La violencia afecta a más de 1.000 millones de niños en el mundo. Para combatir esta lacra, que además sustrae anualmente cerca de 7 billones de dólares de la economía global, la comunidad internacional está luchando con calderilla: de los 174.000 millones de dólares de Ayuda Oficial al Desarrollo disponible en 2015, menos del 0,6% se destinó a poner fin a la violencia contra los niños. Teniendo en cuenta que la población infantil total de los 107 países receptores de ayuda ascendía a 1.660.000, la inversión promedio estimada ni siquiera alcanza los 65 centavos por niño al año.
Así lo revela “Contando peniques”, un informe que cuenta con el apoyo de UNICEF y la Alianza Global para poner Fin a la Violencia contra la Niñez.
La violencia despoja de su dignidad a más de 1.000 millones de niños y niñas en el mundo. Les priva de sus derechos, su potencial y, demasiado a menudo, también de sus vidas. Con independencia de las formas que tome —castigo físico, explotación sexual, tráfico, trabajo infantil, matrimonio forzado—, se sabe que la violencia contra los niños y niñas tiene un alto impacto en términos de salud, desarrollo, educación y, sobre todo, en sus perspectivas de futuro. También es conocido su impacto económico: la violencia le cuesta cada año al mundo cerca de 7.000 billones de dólares.
Pero ¿se sabe cuánto invierte el mundo para poner fin a esta lacra? Hasta ahora, a pesar de que constituía una de las prioridades de la agenda global para el desarrollo, poco o nada se sabía sobre la cantidad de ayuda destinada a combatir la violencia contra los más vulnerables.
Hace justo un año, en la sede de Naciones Unidas, gobiernos, fundaciones, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado se conjuraron para actuar y conseguir la meta propuesta en 2015 de poner fin al maltrato, la explotación, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños. Con la participación también de los jóvenes, nacía en Nueva York la Alianza Global para poner Fin a la Violencia contra la Niñez, una iniciativa de la que forma parte UNICEF y que busca posicionar esta cuestión en la agenda internacional y establecer como una responsabilidad colectiva el ponerle fin.
65 céntimos no bastan
Un año después de su lanzamiento, la Alianza Global, UNICEF y la Representante Especial del Secretario General sobre la violencia contra los niños han participado en el primer informe elaborado para conocer con exactitud la cantidad de ayuda destinada para acabar con todas las formas de violencia contra la infancia. Auspiciados por organizaciones como ChildFund Alliance, Save the Children, Aldeas Infantiles SOS o World Vision International, por primera vez un grupo de investigadores ha calculado el porcentaje de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que se destina a poner fin a la violencia contra los niños. El resultado habla por sí solo: en 2015 el gasto total de la AOD para combatir este mal ascendió a menos de 1.100 millones de dólares, apenas el 0,6% de la AOD total.
A partir del análisis de los datos de AOD que maneja el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, los investigadores estiman que en 2015 se gastaron 238 millones de dólares en proyectos dedicados directamente a combatir la violencia contra los niños, poco más del 0,1% de la AOD total. Otros 837 millones, un 0,5% del montante global de ayuda dedicada al desarrollo, se destinaron a iniciativas dedicadas parcialmente a frenar esta lacra.
Dado que 1.660.000 niños y niñas vivían en los 107 países receptores de la ayuda, la inversión promedio por cada uno de ellos y año se estima en algo menos de 65 céntimos. Si bien, como señalan los investigadores, no existen puntos de referencia acordados a nivel mundial para calibrar las inversiones destinadas a poner fin a la violencia contra los niños, esta cantidad parece pequeña si se compara con la AOD neta promedio de 53 dólares per cápita en los países de bajos ingresos.
El coste de la inacción
“Es muy preocupante que el gasto para abordar este grave problema de derechos humanos se estime en menos de 1.100 millones de dólares de Ayuda Oficial al Desarrollo”, dijo la Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra los niños, Marta Santos Pais, en la presentación del informe. “La vida de los niños está en juego y las graves consecuencias de la violencia duran toda la vida”, agregó. Aunque las prioridades políticas de los gobiernos son muchas y los recursos escasos, “los costos sociales y financieros de la inacción son demasiado altos“, afirmó Dantos Pais.
“La violencia contra los niños socava todas las actividades de ayuda y desarrollo“, dijo por su parte Trihadi Saptoadi, Vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Alianza Global.
Según ha desvelado el informe “Contando peniques”, la AOD para poner fin a la violencia contra los niños se destina principalmente a dos regiones geográficas, África subsahariana y Oriente Medio. Los países más afectados por conflictos y desplazamientos de seres humanos, como Irak, Siria y Sudán del Sur, reciben la mayor parte de estas inversiones.
El estudio recomienda a los donantes que mejoren el seguimiento del gasto para determinar cómo la AOD está contribuyendo a poner fin a todas las formas de violencia contra los niños, una de las metas fijadas en los objetivos de desarrollo sostenible. El informe también pide más investigación sobre la cantidad de recursos internos invertidos por los gobiernos receptores.
“La prioridad acordada a nivel mundial para poner fin a la violencia contra los niños debe ser correspondida con el aumento de AOD y el seguimiento del gasto para prevenir y combatir la violencia contra los niños”, dijo Santos Pais. “Esto debe producirse tanto mediante la ayuda oficial para el desarrollo como a través de la movilización de recursos internos“.