>>> Una encuesta pregunta a más de medio millón de jóvenes en todo el mundo qué necesitan para aprovechar su talento
>>> Entre las medidas, destacan el acceso a la educación, servicios de salud, conocimientos financieros y una economía estable.
Los datos actuales son terribles para las niñas y jóvenes, pero el potencial es inmenso. “Si reciben los recursos y las oportunidades adecuados, las más de 600 millones de adolescentes y mujeres jóvenes del mundo que tienen entre 10 y 24 años pueden convertirse en la mayor generación de dirigentes, científicas, profesoras, trabajadoras sanitarias, empresarias, artistas, diplomáticas, innovadoras y agentes de cambio que nunca haya habido en el mundo”, explica este informe publicado por UNICEF y que recoge las opiniones de opiniones de casi 590.000 jóvenes que participaron en una encuesta mundial sobre los derechos de las adolescentes y las prioridades en materia de políticas a través de la plataforma mundial de U-Report.
“Su potencial es ilimitado. Sin embargo, sabemos que las niñas tienen que hacer frente a importantes dificultades en cada etapa del camino hacia la realización de este potencial”, indica Y es que la realidad que sufren las niñas en el mundo sigue estando marcada por la discriminación. Desde barreras que evitan su desarrollo, hasta violencias que imposibilitan realizar una vida normal. Se calcula que 640 millones de niñas y mujeres vivas en la actualidad se casaron cuando eran todavía niñas. Las adolescentes representan tres cuartas partes de todas las nuevas infecciones por el VIH. Las niñas adolescentes de todo el mundo tienen el doble de probabilidades que los niños adolescentes de no cursar estudios y de no trabajar o recibir formación.
Esas son solo tres situaciones que ayudan a entender lo difícil que lo tienen las niñas para convertirse en jóvenes con todo su potencial. ¿Cómo revertimos esta situación? Esa es la pregunta que se han hecho desde UNICEF y el Grupo Consultivo Mundial de Niñas Dirigentes. Partiendo de la encuesta – 590.000 adolescentes y jóvenes de ambos sexos y realizada en 39 países- se ha podido escuchar la voz de las jóvenes que saben perfectamente que necesitan las nuevas generaciones para lograr igualdad. Medidas políticas para hacer frente a la desigualdad de género y promover los derechos de las niñas que se recogen en las cinco prioridades normativas que entiende UNICEF básicas para las adolescentes.
1. Acceso a la escuela y competencias, incluidas la educación sobre los derechos de las niñas y la igualdad de género.
2. Educación sexual integral y servicios de salud para adolescentes centrados en las niñas.
3. Clases para progenitores y cuidadores sobre los derechos de las niñas.
4. Formación financiera para gestionar los recursos y los medios de subsistencia.
5. Seguridad económica con apoyo para ganar dinero y programas de dinero para la familia
1. Acceso a la escuela y competencias, incluidas la educación sobre los derechos de las niñas y la igualdad de género
Entre las cinco medidas para niñas y adolescentes está que casi la mitad de los encuestados, el 42% de las niñas y el 46% de los niños, eligieron el ‘acceso a la escuela’ como su principal prioridad para que las niñas reciban una educación y obtengan habilidades. La segunda prioridad más seleccionada fueron las aptitudes relacionadas con el trabajo, que fueron elegidas por el 21% de las niñas y el 20% de los niños. La tercera prioridad más seleccionada fue ‘acabar con la violencia de género’, que fue elegida por el 19% de las niñas y el 17% de los niños.
Entre las medidas de políticas y las inversiones que están entre las cinco medidas para niñas y adolescentes para contribuir a aumentar el acceso a la educación:
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Realizar inversiones en el acceso de las adolescentes a las escuelas y a las oportunidades de aprendizaje, incluido el acceso a las habilidades que necesitan para la transición al empleo.
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Tomar medidas de protección social, como programas de transferencias monetarias plus y prestaciones de la seguridad social que ayuden a superar los obstáculos económicos que dificultan el aprendizaje.
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Analizar las políticas y leyes que prohíben a las niñas embarazadas y a las madres adolescentes el acceso a la educación, y poner en marcha políticas proactivas de apoyo a la reincorporación, incluida la provisión de servicios de atención a la infancia.
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Realizar inversiones en transporte público para que las niñas puedan llegar a las escuelas de forma segura y asequible.
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Poner en marcha programas escolares de educación sobre la violencia con un enfoque integral que implique a todas las partes interesadas de la escuela (dirección, educadores, progenitores y cuidadores, alumnos, etc.) con el fin de prevenir y abordar la violencia.
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Impulsar los programas de salud mental a través de las escuelas y otros modos de aprendizaje.
“Trabajaría para promover la educación de género con el fin de reducir la discriminación y la violencia contra las niñas. A largo plazo, intentaría cambiar las leyes y la cultura que las oprimen para garantizar que todas tengan una vida libre y digna”. Niña, 17 años, Bolivia.
2. Educación sexual integral y servicios de salud para adolescentes centrados en las niñas
La encuesta refleja claramente estas lagunas en el acceso a los servicios y los conocimientos, ya que las y los adolescentes de todos los grupos de edad eligieron la ‘educación corporal’ como máxima prioridad para capacitar a las niñas a la hora de tomar decisiones sobre su cuerpo. Casi una tercera parte (32% de las jóvenes y 33% de los jóvenes) eligió educar a los progenitores sobre los derechos de las jóvenes, y la tercera prioridad política más votada fue la atención sanitaria (17% de las jóvenes y 15% de los jóvenes).
Entre las intervenciones basadas en pruebas que pueden salvar la vida de las niñas y favorecer su salud y bienestar se encuentran las siguientes:
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Inversiones en servicios sanitarios centrados en las adolescentes, salud sexual y reproductiva y pruebas, tratamiento y atención del VIH;
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Educación sexual integral vinculada a los servicios relacionados con los derechos sexuales, reproductivos y de salud, utilizando planes de estudios basados en pruebas.
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Políticas y programas nacionales que apoyen el acceso de niñas y niños a servicios de salud e higiene menstrual, así como a información sobre la salud de los y las adolescentes;
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Aceleración de la vacunación sistemática contra el virus del papiloma humano para cohortes de niñas de entre 9 y 14 años, vinculada a servicios conexos como pruebas, asesoramiento y atención en materia de VIH y detección de la violencia, entre otros.
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Distribución de suplementos de hierro, folato y micronutrientes múltiples a las adolescentes para hacer frente a la malnutrición, dando prioridad a las adolescentes embarazadas que corran más riesgo de padecer anemia.
“Asignaría fondos para mejorar el acceso de las niñas a los servicios de atención sanitaria, incluidos servicios de salud reproductiva, vacunaciones y programas de nutrición. Garantizar que las niñas tengan acceso a la atención sanitaria es esencial para su bienestar general y su desarrollo”. Niña, 15 años, Madagascar.
3. Clases para progenitores y cuidadores sobre los derechos de las niñas
La encuesta mostró que los y las jóvenes creen firmemente que es importante educar a los progenitores sobre los derechos de las niñas. Más de un tercio de los y las jóvenes de todos los grupos de edad que participaron en la encuesta declararon que esta era su principal prioridad (32% de las jóvenes y 33% de los jóvenes). Es probable que esta cifra incluya a los propios progenitores adolescentes. La educación o las clases para progenitores y otras personas sobre los derechos de las niñas también se mencionaron con frecuencia en la opción de cuadro de texto abierto como una estrategia importante para capacitar a las niñas y facilitar que tomen decisiones sobre sus propias vidas, y también como una estrategia de respuesta a la violencia.
Es necesario realizar mayores inversiones para garantizar que los programas sean de calidad y a gran escala, y que estén basados en pruebas. Las pruebas demuestran que los programas para progenitores y cuidadores pueden conseguir diferentes tipos de resultados positivos tanto para los progenitores/cuidadores como para los niños y las niñas que participan en ellos.
“Invertiría en formación para adolescentes y progenitores sobre la importancia de la igualdad de género”. Niña, 17 años, Indonesia
4. Formación financiera para gestionar los recursos y los medios de subsistencia
Las niñas expresaron sistemáticamente su deseo de recibir formación sobre finanzas y tener acceso a recursos financieros. En todo el mundo, las niñas y las jóvenes tienen menos probabilidades de recibir educación financiera que los niños y jóvenes de su misma edad, y menos probabilidades de acceder a servicios financieros formales como cuentas bancarias. Casi mil millones de mujeres de todo el mundo carecen de acceso a los servicios o están insuficientemente atendidas por el sector financiero formal.
Por eso, otra de las cinco medidas para niñas y adolescentes de intervenciones políticas y programáticas son:
– Formación en educación financiera y acceso a servicios financieros apropiados para la edad y centrados en las niñas, que permitan a las niñas y a las jóvenes practicar técnicas de ahorro, elaboración de presupuestos, inversión y gestión de las finanzas.
– Garantizar reformas normativas y jurídicas en la legislación nacional para eliminar la discriminación de género y mejorar la accesibilidad a los bienes y servicios, incluida la aplicación de estas reformas y una vía complementaria para abordar las normas y prácticas discriminatorias de género relacionadas con los bienes económicos.
“Invertiría en educación financiera para reducir la dependencia económica (de las niñas)”. Niña, 18 años, India
5. Seguridad económica con apoyo para ganar dinero y programas de dinero para la familia
El informe mostró como una de las cinco medidas para niñas y adolescentes los resultados segmentados por edad con respecto a las prioridades de las políticas de las jóvenes en materia de seguridad financiera. Un mayor porcentaje de los y las adolescentes de 14 años o menos consideraron prioritario que la familia recibiera ayuda económica (27%), en comparación con los y las adolescentes de más edad (17%), que votaron que su prioridad principal era ganar dinero (27,5%).
En resumen, las acciones políticas y las inversiones basadas en pruebas para lograr la seguridad financiera de las niñas incluyen:
– El uso de enfoques multisectoriales centrados en las niñas con programas de dinero en efectivo plus para las familias, con el fin de maximizar los beneficios de las medidas de protección social para las niñas. Esto incluye establecer programas con un componente de carácter intencional sobre las adolescentes o que se centren en ellas como grupo destinatario directo.
– Las posibles intervenciones incluyen realizar transferencias de efectivo “complementarias” y formular mensajes dirigidos a mantener a las niñas en las escuelas, o componentes plus dirigidos a las adolescentes, como se ha descrito anteriormente.
– Inversiones en programas a gran escala de fomento de competencias centrados en las niñas, en particular los que combinan competencias básicas, transferibles, relacionadas específicamente con el puesto de trabajo y digitales.
“Yo ayudaría a los progenitores que no tienen medios suficientes para que sus hijos reciban educación y luchen contra la violencia”. Niña, 17 años, Haití