La muerte de cuatro niños palestinos – todos de una misma familia – y las heridas sufridas por otros dos niños mientras jugaban en una playa en la ciudad de Gaza es un claro recordatorio de que ya ningún lugar es seguro para los niños en la Franja de Gaza.
Hace unos días se encontraron unos misiles escondidos en una escuela de UNRWA en Gaza, haciendo caso omiso a la neutralidad de las escuelas.
En Gaza han muerto al menos 48 niños desde el comienzo de la violencia hace diez días. En promedio, cuatro niños de Gaza son asesinados cada día.
Es indignante que los niños de Gaza continúen pagando un precio tan alto en un conflicto del que no son responsables. Los niños de ambos bandos del conflicto deben ser protegidos de esta violencia sin sentido. Quienes están en posición de mando tienen la obligación de mantener a los niños fuera de la línea de fuego.
UNICEF acogió positivamente la breve pausa humanitaria que tuvo lugar ayer y reitera el llamamiento hecho por el director ejecutivo de UNICEF en el que exhorta a ambas partes a ejercer la máxima moderación y evitar más víctimas infantiles.