Para las personas refugiadas en un país distinto al de origen, la vida sigue en las ciudades. Y sin embargo, hasta la fecha, la mayor parte de la atención y el debate se ha centrado en las responsabilidades de los países de acogida. Un hecho que ignora el papel central de las ciudades, verdaderas protagonistas en la acogida a las personas refugiadas y en su integración en una nueva vida, un nuevo presente, un nuevo futuro.
Las personas refugiadas se asientan en lugares específicos y son son esos lugares los que deben afrontar el peso de las cuestiones sociales y económicas que implica la acogida. A pesar de los retrasos en la reubicación de las personas refugiadas, localidades de toda Europa están experimentado un cambio demográfico importante que conlleva un enorme reto, tanto para las ciudades grandes, donde la densidad y diversidad es ya elevada, como para las ciudades más pequeñas, que son más homogéneas y menos acostumbradas a cambios en sus poblaciones.
Las ciudades y las naciones difieren marcadamente en el modo que tienen de enfocar la cuestión de las personas refugiadas . Mientras que los Estados se plantean en general cuestiones de carácter más existencial -¿qué significa ser alemán o sueco? ¿qué implican las fronteras en el nuevo orden global?- las ciudades se afanan en encontrar soluciones más terrenales: como acomodar, formar e integrar a personas de diferentes orígenes educativos y culturales, que a menudo necesitan atención sanitaria especial al tiempo que se mantienen el orden social previo.
La publicación de Eurocities “Recepción e integración de las personas refugiadas en las ciudades” hace un análisis de las tendencias y buenas prácticas desarrolladas por diferentes ciudades europeas (en concreto, 34 ciudades en 18 países distintos) en respuesta a la situación de las personas refugiadas que han llegado a Europa en el último año.
Hemos querido destacar nueve aprendizajes recogidos por la publicación que nos ayudan a comprender los esfuerzos que se están haciendo desde muchas ciudades para hacer una Europa más integradora, más allá de las políticas nacionales. Por encima de las fronteras.
1. Las ciudades han mostrado un fuerte liderazgo y la habilidad para coordinar diferentes servicios municipales (educación, sanidad, vivienda, etc), muchas veces en ausencia de una respuesta clara a nivel nacional.
Algunas ciudades lograron crear grupos de trabajo para los refugiados en cuestión de días. Otras tuvieron más tiempo para tomar medidas preventivas meses antes de que comenzase la mayor afluencia a través de la ruta de los Balcanes. Dussedorf fue la primera ciudad alemana en nombrar a un funcionario como “comisionado de refugiados”, responsable de supervisar la totalidad de la respuesta. Gante estableció tres subgrupos de trabajo dentro de su equipo de atención a refugiados: refugio , emergencia / voluntarios e integración, una medida que mejoró la cooperación y coordinación entre los diferentes servicios de la ciudad, el Servicio Público de Bienestar Social ( PSSW / OCMW ), las ONG locales y los voluntarios a título individual .
2. La respuesta de la población en las ciudades ha sido en su mayoría muy positiva, con la movilización de la sociedad civil para apoyar los esfuerzos de las administraciones locales. Sin embargo, existen también cierta preocupación sobre el aumento de las tensiones entre sectores de la población local hacia los refugiados, fundamentalmente por parte de grupos de ultraderecha.
La Asociación de Migración de West Midlands en Reino Unido se estableció para ayudar a las autoridades locales de apoyo al asilo en la región. Birmingham es una de las seis ciudades participantes en una alianza que busca proporcionar asesoramiento y coordinación para la migración en la región especialmente en materia de asilo con los refugiados y los migrantes vulnerables.
En Madrid surgieron también redes de apoyo a personas refugiadas que desde una de las estaciones de autobuses de la ciudad buscaban seguir su camino hacia otros países europeos en los que solicitar asilo.
3. Uno de los grandes desafíos para las autoridades locales es el de proporcionar viviendas asequibles para los refugiados y, a nivel municipal, se está trabajando duro para asegurar unas condiciones de vida justas. Desde las organizaciones que trabajan apoyando a los refugiados se han criticado las condiciones de vivienda así como los largos procedimientos para los solicitantes de asilo.
El Ayuntamiento de Preston proporciona a los responsables del alojamiento de las personas y familias refugiadas directrices claras sobre el número y tipo de unidades de vividera en la ciudad que el sector del alquiler podría proporcionar y mantener. Este número fue acordado por todas las partes, lo que hace que el Ayuntamiento sea capaz de garantizar la normas de seguridad así como tener en cuenta los aspectos de cohesión de la comunidad en determinados lugares. Desde el Ayuntamiento se insistió en que todas las propiedades fueron inspeccionadas y se comprobó su idoneidad antes de ser ocupadas, descartando todas aquellas que no cumplían con los estándares.
4. A pesar de su poco margen de maniobra, las ciudades han ido tomando el relevo de los gobiernos nacionales para establecer medidas de acogida de refugiados. La capacidad de las ciudades está limitada en gran medida por el hecho de que la política de asilo es una responsabilidad de los gobiernos nacionales.
Desde la Red de Municipios y Provincias se ha impulsado la Red de Municipios de Acogida de Refugiados, que busca, entre otros muchos objetivos, elaborar un Protocolo de Acogida de Refugiados en coordinación con las instituciones y las entidades colaboradoras y mejorar el acceso de las personas refugiadas al catálogo básico de servicios sociales de las Entidades Locales
En algunos países como Alemania y Holanda se han implementado cambios legales para facilitar acciones a nivel local, como la construcción de campos de refugiados o el uso de edificios industriales o comerciales vacíos, albergues y hoteles para el alojamiento temporal o de tránsito.
Algunas ciudades están aumentando su propio gasto para hacer frente a la situación de los refugiados a través de la contratación de personal adicional y la mejora de la prestación de servicios tales como cursos de idiomas.
5. Muchas ciudades están optando por una comunicación abierta y transparente con sus poblaciones sobre la realidad de la situación.
El Ayuntamiento de Utrecht organizó cinco sesiones informativas con los vecinos para abordar las preocupaciones de los residentes frente a la llegada de los refugiados y en particular, sobre el establecimiento de dos centros de refugiados en lugares clave de la ciudad. En las sesiones se involucraron a las distintas partes interesadas, entre ellas, el Vice Alcalde, responsable de las solicitudes de refugio y asilo, el jefe de policía y un médico que atiende a las personas residentes en centros de asilo. Las reuniones ayudaron a tranquilizar a los residentes y a fomentar una actitud positiva hacia las personas refugiadas . Durante los últimos 15 años , Utrecht ha asumido un enfoque de derechos humanos con respecto a la migración que ha favorecido un ambiente de aceptación e inclusión entre los nuevos residentes.
6. La inclusión inmediata de los niños recién llegados en el sistema educativo es una prioridad para muchas ciudades, que reconocen la importancia de la educación como medio a la integración a largo plazo.
Algunas ciudades europeas como Berlín , Espoo y Leipzig han tenido que aumentar su infraestructura educativa a todos los niveles con el fin de acomodar los más rápidamente posibles a los hijos de los solicitantes de asilo y proporcionar apoyo específico a los menores no acompañados. Los servicios educativos en algunas ciudades están bajo una gran presión, como es el caso de Utrecht, donde los niños refugiados deben incorporarse a los centros educativos a los tres días siguientes a su llegada.
En la ciudad sueca de Solna, la Oficina para el Cuidado de la Infancia y la Juventud, la Consejería de Educación y los Servicios Sociales están trabajando conjuntamente para garantizar una recepción coordinada de los menores refugiados no acompañados promoviendo actividades deportivas y de convivencia con familias locales.
7. Muchas ciudades se ven obligadas a operar en medio de un contexto de recortes presupuestarios y de congelación de nuevas contrataciones. Además, las normas vigentes sobre ayudas estatales de la UE hacen que el apoyo público a la vivienda asequible sea más difícil. Todo ello tiene un impacto negativo en las políticas destinadas a promover la convivencia e incrementa el riesgo en la creación de guetos.
En la publicación, a base de entrevistas a los responsables en asilo de las ciudades analizadas, se recomiendan cuestiones clave como la supresión de los grandes centros de recepción de refugiados. Una recepción más descentralizada facilita la integración dentro de las comunidades y ayuda a evitar temores y oposiciones por parte de los residentes locales así como tensiones dentro de los coampos.
8. Las ciudades con una larga tradición de servicios públicos fuertes y bien financiados están en mejores condiciones de hacer frente a esta situación excepcional.
Recursos
- Publicación de Eurocities (en inglés) “Recepción e integración de las personas refugiadas en las ciudades”
- Información sobre la Red de Municipios de Acogida de la FEMP