La imposibilidad de contar con espacios de ocio al aire libre durante la cuarentena ha puesto en jaque el derecho al juego de niños y niñas, impedido relacionarse con sus iguales y dificultado la detección de casos de violencia infantil.
La imposibilidad de contar con espacios de ocio al aire libre durante la cuarentena ha puesto en jaque el derecho al juego de niños y niñas, impedido relacionarse con sus iguales y dificultado la detección de casos de violencia infantil.