Fuente: UNclimatechange
- La presión juvenil en este tipo de cumbres resulta crucial en la lucha contra los combustibles fósiles y por la justicia climática, como reconocen los representantes de la ONU
La 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) tuvo lugar entre el 10 y el 22 de noviembre en Belém (Brasil), coincidiendo con el décimo aniversario del Acuerdo de París de 2015. A una semana de su clausura, es hora de hacer balance de qué ha supuesto.
Por primera vez, los participantes expresaron la urgencia de dejar atrás los combustibles fósiles, directos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las potencias petroleras, lideradas por países como Arabia Saudita, se opusieron a que el término “combustibles fósiles” apareciera siquiera en el documento final de la COP30. Tras 11 días de debate, el resultado no incluye ni una mención a la necesidad de abandonar los combustibles fósiles.
Por primera vez se expresó la urgencia de dejar atrás los combustibles fósiles, aunque las potencias petroleras, lideradas por Arabia Saudita, se opusieron a que el término “combustibles fósiles” apareciera en el documento final
Un avance fue la activación del fondo para pérdidas y daños (“loss and damage”), concebido para reconocer la irreversibilidad e injusticia de los impactos extremos del cambio climático en regiones vulnerables. Además, la COP30 fue el escenario de un pacto histórico contra la desinformación sobre el clima: un grupo de 12 países firmó la Declaración sobre la Integridad de la Información en el Cambio Climático, contra el contenido falso y los ataques a periodistas y científicos, una desinformación “altamente organizada” y “respaldada por fuerzas poderosas, particularmente la industria de los combustibles fósiles”, según Maria Clara Moraes, de la iniciativa Verified de la ONU, quien aseguró que las generaciones más jóvenes son “una gran fuente de esperanza y optimismo”.
Otra de las novedades, según un análisis de The Conversation, es que las calles de Belém se han llenado de protestas, algo que no ocurrió en las otras ediciones (blindadas represivamente), y miles de manifestantes, con gran presencia de población indígena, se congregaron reclamando “justicia ambiental”.
Fuente: UNclimatechange
La juventud y la infancia, en el centro
La presión juvenil en este tipo de cumbres resulta crucial en la lucha contra los combustibles fósiles y por la justicia climática, como reconocen los representantes de la ONU. Los testimonios de niños y niñas afectados por la crisis climática tienen un fuerte peso a la hora de obligar a los países a que cumplan con sus obligaciones. El Secretario General de la ONU convino en que una mayor participación de los jóvenes, especialmente de las comunidades indígenas, conduciría a mejores resultados.
La crisis climática es una crisis de derechos de infancia; por eso, hoy recordamos que en 2019, durante la COP25 de Madrid, un grupo de dirigentes mundiales y jóvenes activistas firmaron la Declaración Intergubernamental sobre los Niños, Niñas, Jóvenes y la Acción Climática, un compromiso para impulsar políticas y acciones climáticas inclusivas y centradas en la infancia y la juventud, que partía de la idea de que los niños y niñas son quienes se enfrentan a riesgos mayores debido al cambio climático.
Fuente: UNclimatechange
UNICEF recuerda que tanto gobiernos como empresas deben proteger a la infancia y su futuro, poniéndolos en el centro de todas las decisiones. Entre sus objetivos debe estar acelerar el financiamiento para la acción climática y cumplir con los compromisos existentes sobre los combustibles fósiles. Pero deben hacerlo escuchando a la infancia. Entre sus recomendaciones está empoderar a los niños, niñas y jóvenes para que participen de manera significativa e influyan en la toma de decisiones climáticas:
- Garantizar que los niños, niñas y adolescentes sean incluidos como agentes de cambio y de las partes interesadas clave en los procesos de toma de decisiones climáticas a todos los niveles.
- Incluyéndolos como observadores y negociadores en las delegaciones de los países y los equipos de negociación en la COP30.
Fuente: UNclimatechange
La juventud en el proceso de negociación
De hecho, cada vez hay más presencia joven en los procesos de preparación y negociación de las Cumbres Climáticas. Un ejemplo es Marina, de 19 años y del grupo asesor de UNICEF España, que asistió a la COP30 con el Consejo de Juventud de España. Uno de sus objetivos fue servir de enlace entre la LCOY y la Cumbre del Clima, encargándose de trasmitir a la COP30 las realidades que viven los más jóvenes. Previamente, ella y sus tres compañeros se repartieron los temas sobre los que cada uno se especializaría: mitigación, adaptación, financiación climática y transición justa.
Fuente: UNclimatechange
“Me gustó especialmente poder seguir las negociaciones la primera semana, la semana técnica”, cuenta. Ella estuvo siguiendo las negociaciones sobre el plan de acción de género. La segunda semana destaca la propuesta de la primera conferencia para la eliminación de los combustibles fósiles: “Fue muy emotivo, un poco tristes con el resultado, pero para nosotros a nivel personal fue una experiencia increíble, poder representar a ese sector de la población que somos los jóvenes”.
“Fue muy emotivo, un poco tristes con el resultado, pero fue increíble poder representar a ese sector de la población que somos los jóvenes”
Considera que los niños, niñas y adolescentes tienen una visión de la crisis medioambiental diferente a la de los adultos. “Somos otra generación con otras necesidades diferentes. También tenemos una mayor presión, cuanto más joven eres más vida tienes por delante y más riesgos ambientales tienes, no ve igual de inminente un riesgo una persona de 60 años que un niño que tiene toda la vida por delante. Entonces sí, tenemos una visión diferente, a veces más consciente que la de los adultos”.
Por eso, cree que es importante que se los incluya en estos espacios de toma de decisiones en la crisis medioambiental: “Tenemos unas necesidades distintas, si omites a un sector de la población la solución no va a ser completa, va a ser para una parte. Si no se nos incluye, no va a haber una solución verdadera”. Además, cree que los jóvenes deben involucrarse, aparte de para contribuir a las soluciones, “como modo de toma de conciencia como generación. Hay muchos jóvenes concienciados, pero aún hay un pequeño sector que no lo está. Involucrarse es una manera de llamar la atención sobre el tema, que se nos tome con seriedad y concienciar a nuestros compañeros, es una forma de ejercer presión sobre el cambio climático”.
