Una norma global sobre los servicios para niños y niñas víctimas de violencia

06/05/2025 | Buenas prácticas, Normas, Leyes, Ordenanzas, Previas, Protección, Violencia contra la infancia

  1. Violencia contra la infancia
  2. Una norma global sobre los servicios para niños y niñas víctimas de violencia

Crédito: ronstik

 

  • La Organización Internacional de Normalización (ISO) busca transformar la atención, la justicia y la protección que reciben los niños y niñas víctimas del maltrato
  • Entre las buenas prácticas en las que se ha basado la norma está el modelo Barnahus, en Islandia, o los Children’s Advocacy Centers de Estados Unidos

 

¿Qué ocurre cuando un niño o niña sufre cualquier tipo de violencia? Un sistema de respuesta y protección caótico o mal coordinado, que no esté centrado en la infancia, puede añadir capas de dolor al daño ya existente. Por ejemplo, cuando al niño o niña se le obliga a testificar más de una vez, forzándolo a revivir el suceso traumático.

Se estima que, en todo el mundo, hasta 1.000 millones de niños y niñas de entre 2 y 17 años han sido víctimas de violencia en sus diferentes formas: castigos físicos por parte de sus cuidadores, acoso escolar o violencia física, emocional o sexual; todo ello, sin contar con los nuevos tipos de agresión que supone la tecnología.

Frente a ese panorama, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN) establece obligaciones claras para los Estados que la han ratificado: proteger a los niños y niñas de toda forma de violencia y garantizar su recuperación física y emocional. Y para ello son necesarios sistemas de respuesta eficaces y coordinados.

 

¿Qué son los servicios MDIA?

 

Los servicios de respuesta multidisciplinarios e interinstitucionales (MDIA, por sus siglas en inglés) son un pilar fundamental de los sistemas eficaces de protección infantil. Brindan respuestas integrales y adaptadas a la infancia coordinando a profesionales del bienestar infantil, la justicia penal, la sanidad y el ámbito legal para ofrecer una respuesta coordinada y centrada en el niño o niña.

Son servicios que entidades como UNICEF promovemos como parte de nuestro compromiso central con el fortalecimiento de sistemas integrales de protección infantil. Deben basarse en los cuatro principios generales de la Convención sobre los Derechos del Niño:

 

  1. la no discriminación (Artículo 2);
  2. el interés superior del niño (Artículo 3);
  3. el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo (Artículo 6);
  4. el derecho a ser escuchado y a participar (Artículo 12).

 

Una norma que propone un marco integral

 

La Organización Internacional de Normalización (ISO), federación mundial de organismos nacionales de normalización que publica normas internacionales desde 1946, acaba de publicar un nuevo documento que da recomendaciones y servicios de respuesta multidisciplinarios e interinstitucionales adaptados a los niños víctimas de violencia.

 

En concreto, esta norma está dirigida a organismos gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, organizaciones internacionales, organismos de monitoreo, partes interesadas y agencias o proveedores de servicios para niños y niñas víctimas de violencia. Les proporciona requisitos y recomendaciones para los servicios MDIA y ofrece un marco integral para garantizar que los niños y niñas que han sufrido violencia reciban una respuesta profesional, eficaz y adaptada a sus necesidades, en un entorno seguro.

 

La norma ofrece un marco integral para garantizar que los niños y niñas reciban una respuesta profesional, eficaz y adaptada a sus necesidades, en un entorno seguro

 

La norma, de alcance mundial, está basada en el consenso de expertos clave y organizaciones involucradas en su redacción, así como en buenas prácticas a nivel internacional. Si bien establece una base aplicable universalmente, reconoce la necesidad de adaptar el modelo según los entornos legales, geográficos, culturales y sociales específicos, desde entornos con muchos recursos hasta aquellos con capacidades más limitadas.

 

Una respuesta coordinada

 

La falta de coordinación, en ocasiones, obliga a los niños y niñas a enfrentarse solos a sistemas complejos, reviviendo su trauma al tener que contar sus experiencias múltiples veces ante diferentes profesionales. La ausencia de un enfoque centrado en la infancia agrava la dificultad de revelar estos hechos, especialmente en casos de violencia sexual, donde el miedo, la vergüenza y el estigma representan barreras importantes.

 

La falta de coordinación obliga a los niños a revivir su trauma al tener que contar sus experiencias múltiples veces ante diferentes profesionales

 

Los servicios MDIA ayudan a reducir la revictimización de los niños sometidos a explotación o abuso sexual, así como de niños víctimas y sobrevivientes de violencia, evitando la repetición de sus experiencias y a ser “retraumatizadas por los mismos sistemas que pretenden ayudarlas”, como dice el Secretario General de ISO, Sergio Mujica.

“Estas recomendaciones facilitan que los gobiernos y los servicios básicos, desde trabajadores sociales hasta fuerzas del orden, profesionales de la salud y entidades jurídicas, colaboren de manera eficiente y aseguren una respuesta global y estandarizada para los menores víctimas de violencia y maltrato infantil”, añade Mujica.

 

Ejemplos de buenas prácticas: Barnahus y los Centros de Defensa Infantil

 

Los principios MDIA pueden adaptarse a una variedad de entornos con diferentes recursos y marcos de gobernanza. Entre las buenas prácticas en las que se ha basado la norma de ISO está el modelo Barnahus (“Casa de los Niños”).

Originado en Islandia y reconocido internacionalmente, Barnahus es un modelo de atención integral donde todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual infantil se coordinan y trabajan bajo el mismo techo para atender al niño o niña víctima, minimizando el riesgo de retraumatización y garantizando una respuesta coordinada.

Cuando surgió en 1998, el modelo incluyó una novedad: que la entrevista forense con el niño o niña víctima se pudiera realizar por circuito cerrado de televisión ante un representante del ámbito judicial, para evitar que tuvieran que revivir el abuso. Dentro del modelo, otra forma de no revictimizar al niño o niña es garantizando que los centros sean amigables, ubicándolos lejos de comisarías u hospitales.

Otra de las buenas prácticas es la de los Centros de Defensa Infantil (Children’s Advocacy Centers) en Estados Unidos. Estos centros enfatizan la colaboración multidisciplinaria y ofrecen entornos amigables para la infancia para entrevistas, exámenes médicos y terapia.

 

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