Infancia sin violencias
Guía digital navegableModelo de prevención local de la violencia contra la infancia y la adolescencia

El Modelo de Prevención Local de la Violencia contra la Infancia y Adolescencia es una herramienta diseñada para apoyar a los equipos técnicos y multidisciplinares de entidades locales en la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Su principal objetivo es prevenir situaciones de violencia, garantizando entornos seguros y protectores, fomentando una cultura de buen trato. El modelo propone estrategias y acciones concretas para abordar de manera proactiva y preventiva los retos relacionados con la violencia, favoreciendo así el bienestar y desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes en el ámbito local.

1/5 niñas, niños y adolescentes en Europa sufrirá abuso sexual antes de los 18 años.
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enfrenta violencia en distintas etapas de su infancia.
La violencia contra niñas, niños y adolescentes es un problema persistente y generalizado que afecta a la infancia en todos los entornos, a menudo perpetrada por personas en quienes confían. Las estadísticas son alarmantes: se estima que uno de cada cinco niñas, niños y adolescentes en Europa sufrirá abuso sexual antes de los 18 años según el Consejo de Europa y, en España, más del 80% enfrenta violencia en distintas etapas de su infancia de acuerdo con el estudio del Grupo GReVIA para Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco.
A pesar de la gravedad del problema, menos del 10% de estos casos son denunciados o notificados, lo que refleja carencias críticas en el sistema actual. Los principales retos identificados incluyen:
Falta de coordinación intersectorial:
Existe un déficit en la colaboración entre los diferentes sectores municipales, lo que impide una respuesta eficaz y coordinada.
Desconocimiento de protocolos:
Los profesionales fuera del ámbito de los servicios sociales a menudo desconocen los protocolos de actuación, lo que lleva a una baja tasa de notificación y a una intervención ineficiente.
Sobrecarga de los servicios sociales:
Los equipos de servicios sociales enfrentan una sobrecarga que prioriza la atención a casos graves, desatendiendo los moderados o leves.
Falta de formación y herramientas de valoración:
Se requiere una mayor capacitación en la detección de situaciones de riesgo y la implementación de herramientas de valoración comunes que faciliten la coordinación intersectorial.
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aproximadamente de niñas, niños y adolescentes en España experimentan violencia en diversas etapas de su vida.

1/3 jóvenes podría estar siendo
víctima de acoso escolar.
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de las niñas y niños se sienten seguros en Internet, con una diferencia significativa entre géneros: 66% niños vs. 41% niñas
Fuente: Pereda, N. (2019). ¿Cuánta violencia es demasiada? Evaluación de la polivictimización en la infancia y la adolescencia. Papeles del Psicólogo, 40(2), 101-108
Fuente: UNICEF junto con otras entidades (como Eurochild, ChildFund Alliance, Save the Children y Aldeas SOS), ha impulsado en 2024 un proceso para conocer las preocupaciones de la infancia y adolescencia a nivel europeo. Se ha trabajado con un grupo asesor de chicas y chicos, los cuales han elaborado una encuesta en la que se han obtenido 9.200 respuestas en Europa, de las cuales 920 son de la infancia y adolescencia en España.
Iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia.
Desde 2002, esta busca impulsar el compromiso de los gobiernos locales para que la Convención sobre los Derechos del Niño sea una realidad. Que disfruten de sus derechos, se desarrollen y sean felices, en las ciudades y pueblos donde viven. Se enfoca para ello en objetivos como la no discriminación, la participación infantil, la creación de entornos seguros y protectores, urbanismo amigable con la infancia, así como el derecho al juego, al ocio, a la cultura y al tiempo libre.
Fuente: https://ciudadesamigas.org/reconocimiento-ciudades-amigas-de-la-infancia/
ESTE MODELO BUSCA:
Responsabilidad municipal:
Impulsar la responsabilidad municipal en la prevención de la violencia, otorgado por la legislación que les asigna competencias para evaluar necesidades sociales y responder a situaciones de riesgo. La eficacia del modelo de UNICEF España depende en gran medida de la implicación y el compromiso de las autoridades locales para llevar a cabo estas responsabilidades de manera proactiva y dedicada.
Metodología de trabajo:
Ofrecer un método de trabajo comunitaria y participativa para diseñar, implementar, hacer seguimiento y evaluar una estrategia local de prevención de la violencia contra la infancia.
Mejorar la coordinación local:
Establecer protocolos y circuitos de actuación claros y conocidos para facilitar la gobernanza entre los diferentes actores municipales.
Capacitar a los profesionales:
Aumentar la formación específica sobre las dimensiones de la violencia contra la infancia y sus mecanismos de prevención y detección para la implementación de un modelo de trabajo comunitario.
Crear entornos seguros:
Desarrollar estrategias, protocolos, circuitos y programas que generen espacios seguros para la infancia y la adolescencia.
Promover la participación de la infancia:
Incentivar la implicación activa de niñas, niños y adolescentes en la prevención y detección de situaciones de riesgo.
Este modelo no solo aborda las necesidades y desafíos detectados en el diagnóstico inicial, sino que también trata de impulsar la sensibilización y la formación de madres, padres, personas cuidadoras, niñas niños y adolescentes, profesionales de todos los ámbitos (servicios sociales, deportes, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, educación, sanidad, etc.), y en general de toda la comunidad alrededor de la infancia, de los tipos de violencia que pueden sufrir y estrategias para evitarla. Para llegar antes de que el daño se produzca. Estas entidades locales son responsables directas de garantizar entornos seguros y protectores para la infancia en sus comunidades. Al estar más cercanas a la realidad social de sus territorios, tienen un papel clave en la detección temprana de riesgos, la coordinación de recursos y la implementación de estrategias preventivas. Su intervención es crucial para crear redes comunitarias que promuevan el respeto a los derechos de la infancia y aseguren el bienestar de las nuevas generaciones.
ENFOQUES PRINCIPALES
Enfoque de Derechos de la Infancia
Este enfoque sitúa a las niñas, niños y adolescentes en el centro del modelo como titulares activos de derechos. Basado en la Convención sobre los Derechos del Niño, asegura que todas las niñas, niños y adolescentes tienen el derecho a vivir en entornos libres de violencia, con sus intereses siendo la prioridad en todas las decisiones que les afecten. La protección de sus derechos es responsabilidad de las familias, ciudadanía y de las Administraciones públicas, que deben adoptar medidas administrativas y sociales para garantizar un entorno seguro y propicio para su desarrollo. En la práctica, esto se traduce en intervenciones diseñadas para proteger a la infancia de cualquier forma de violencia, asegurando que sus voces sean escuchadas y consideradas en todas las decisiones. Las acciones adoptadas permiten la implementación de medidas para prevenir la violencia, y en el caso de que esta ocurra, incluirá protocolos claros de actuación en esos casos, así como la formación.
Enfoque de Participación Infantil y Adolescente
Este enfoque refuerza el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser escuchados y a participar activamente en todos los procesos que les conciernen. Reconoce la importancia de su voz en la formulación de políticas y programas que afectan su vida y bienestar. Promueve la creación de espacios seguros donde puedan expresar sus opiniones libremente y contribuir en la toma de decisiones, lo que fomenta su desarrollo personal y social.
La implementación práctica de este enfoque involucra el desarrollo de plataformas y foros donde los infancia y adolescencia pueden expresar sus opiniones y participar en el diseño, ejecución y evaluación de los programas que les afectan directamente. Esto se realiza a través de grupos donde pueden participar (como los consejos locales…) en sus localidades, talleres de formación en derechos y participación, y la integración de sus opiniones en las políticas locales de protección y bienestar. Este enfoque también promueve la autonomía y el fortalecimiento de la infancia y adolescencia a través del acompañamiento, formación y fomento del derecho a la participación.
Enfoque Comunitario
Centra la prevención de la violencia en una acción colectiva y colaborativa entre diversos actores de la comunidad, incluyendo profesionales, administraciones públicas y ciudadanía. Este enfoque busca unir esfuerzos para crear una red de apoyo integral que prevenga y responda eficazmente a las situaciones de violencia. Facilita la coordinación de servicios y la implementación de estrategias intersectoriales que aborden las causas de la violencia contra la infancia.
En la práctica, el enfoque comunitario implica la colaboración entre diversos sectores como la educación, la salud, los servicios sociales y la justicia para desarrollar e implementar estrategias integradas que aborden las necesidades y riesgos específicos en las comunidades. Esto incluye la formación de redes de apoyo que faciliten la rápida identificación y respuesta a situaciones de violencia, así como programas de prevención que involucren a toda la comunidad para fomentar entornos seguros y protectores. Los grupos motorizados dentro de cada comunidad son clave para impulsar y coordinar estas acciones.
Enfoque de Género
Este enfoque identifica y aborda las desigualdades y discriminaciones basadas en el género que pueden predisponer a niñas, niños y adolescentes a experiencias de violencia. Asegura que las medidas de protección y prevención consideren las necesidades específicas según el género y promueve la igualdad de trato y oportunidades. Es crucial para desmantelar los estereotipos de género que perpetúan la violencia y para garantizar intervenciones que respeten la diversidad de experiencias y identidades de género de la infancia y adolescencia.
Aplicado en la práctica, este enfoque se centra en identificar y desmontar los estereotipos de género y las dinámicas de poder que perpetúan la violencia contra niñas, niños y adolescentes. Esto se logra mediante programas educativos que promueven la igualdad de género y el respeto mutuo desde edades tempranas, intervenciones dirigidas a prevenir la violencia de género, y servicios especializados para víctimas de violencia que consideren las necesidades específicas según el género de las niñas, niños y adolescentes. Además, se implementan campañas de sensibilización y formación para profesionales y familias sobre el impacto de los estereotipos de género en el bienestar de las niñas, niños y adolescentes.

Paso 1: Condiciones previas
Analiza los recursos y condiciones con las que cuenta el gobierno local antes de implementar el modelo.
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Paso 2: Gobernanza
Organiza la colaboración entre responsables políticos, profesionales y la infancia.
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Paso 3: Diagnóstico ágil
Evalúa la situación de la infancia y los recursos locales existentes.
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Paso 4: Visión
Define el camino hacia una comunidad libre de violencia para la infancia.
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Paso 5: Planificación
Diseña un plan a medio y largo plazo para prevenir la violencia infantil.
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Paso 6: Implementación
Pone en marcha las acciones definidas en el plan de trabajo.
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Paso 7: Seguimiento
Monitorea el progreso para ajustar y mejorar el plan en tiempo real.
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Paso 8: Evaluación
Reflexiona sobre los aprendizajes y ajusta la estrategia.
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Paso 9: Planificación del segundo año
Planifica el siguiente ciclo con lo aprendido del primer año.
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LÍNEAS ESTRATÉGICAS
La implementación de estas estrategias por parte de la red comunitaria incrementa la capacidad local para prevenir posibles casos de violencia, detectar situaciones de riesgo y ofrecer atención temprana, evitando que los problemas se agraven. Además, estas acciones se llevarán a cabo en los entornos naturales de las niñas y niños, como escuelas, espacios de ocio y deportivos, minimizando el impacto negativo de intervenciones externas.
Cada municipio puede adaptar estas estrategias a su contexto local, combinando las medidas propuestas con otras soluciones que considere más adecuadas.

Sensibilización y formación
La estrategia de Sensibilización y formación busca generar un cambio en la forma en que se percibe y responde ante la violencia contra la infancia y adolescencia. Se enfoca en capacitar y sensibilizar a diferentes grupos de la sociedad para que, de manera conjunta, puedan prevenir, detectar y actuar ante situaciones de riesgo.

Participación Activa de Niñas, Niños y Adolescentes
Esta línea estratégica tiene como objetivo principal impulsar la participación activa de la infancia y adolescencia en las acciones de prevención y detección de violencia en el municipio. A través de su implicación directa en el diseño, desarrollo y evaluación de estas estrategias, se asegura su derecho a la participación y se refuerzan las capacidades locales de prevención.

Asegurar un entorno comunitario seguro y protector
El entorno comunitario seguro y protector es esencial para prevenir la violencia hacia niñas, niños y adolescentes. Esta estrategia se enfoca en desarrollar medidas para la prevención, detección precoz y atención temprana, garantizando que los profesionales del municipio trabajen de manera coordinada para crear espacios seguros y acogedores para la infancia.
Coste de implementación del proyecto
El Modelo de Prevención Local de la Violencia contra la Infancia y Adolescencia requiere una inversión económica, cuya magnitud dependerá del nivel de implementación que cada municipio decida adoptar. Según un análisis realizado por Red2Red, existen tres escenarios de implementación que consideran distintos grados de compromiso y recursos:
- Escenario de partida: Corresponde a los municipios que ya destinan presupuesto a la infancia y adolescencia a través de planes de prevención, pero que no implementan medidas específicas contra la violencia.
- Implementación parcial: Los municipios que, sin realizar grandes inversiones externas, reubican recursos y horas de trabajo de su personal para empezar a aplicar medidas preventivas estratégicas.
- Implementación completa: En este escenario, el municipio adopta plenamente el modelo, invirtiendo en personal adicional, infraestructuras y herramientas necesarias para una prevención integral de la violencia.
Principales costos:
Los costos iniciales ya existentes suelen incluir partidas como:
- Actuaciones en materia de infancia (zonas de juego, centros educativos, ayudas comedor).
- Personal dedicado a la coordinación de planes de infancia.
- Uso de espacios para actividades formativas y de sensibilización.
Para una implementación parcial, los costos adicionales incluyen:
- Un referente técnico encargado de coordinar el plan.
- Personal para dinamizar la participación de la infancia y adolescencia.
- Formación clave, seguimiento y evaluación.
- Herramientas informáticas para la detección de casos de desprotección.
En la implementación completa, los costos incluyen:
- Profesionales adicionales para actividades preventivas.
- Apoyo jurídico para casos complejos.
- Remodelación de espacios para crear entornos más seguros y protectores.
RECOMENDACIONES PARA LA IMPLEMENTACIÓN
Estas son las principales recomendaciones extraídas de la aplicación práctica del modelo en los municipios. Estas recomendaciones están agrupadas en dos categorías principales: momentos clave en el proceso y recomendaciones generales para la implementación.
Momentos Clave en la Implementación del Modelo
Condiciones iniciales:
- Compromiso claro con los derechos de la infancia: Contar con un diagnóstico de la realidad infantil y adolescente, una estrategia con presupuesto, y estructuras de coordinación que incluyan la participación infantil.
Lenguaje común y codiseño de instrumentos:
- Formación compartida: Asegurar que todos los actores reciben formación y adoptan un enfoque común sobre la protección de la infancia.
- Codiseño colaborativo de herramientas como indicadores, protocolos y circuitos de actuación.
Arranque del modelo:
- Voluntad política y respaldo técnico: La implementación debe contar con un fuerte compromiso político y técnico, respaldado formalmente por acuerdos municipales.
- Asignación de recursos: Prever un presupuesto específico y dotación de recursos humanos para garantizar el éxito.
- Implicación de servicios sociales y áreas de infancia: Son actores clave que deben liderar o coliderar el proceso desde el inicio.
Participación activa de niñas, niños y adolescentes:
- Espacios de participación amigables: Involucrar a la infancia desde el inicio, en espacios adaptados y con metodologías participativas.
- Formación para la infancia: Capacitar a niñas, niños y adolescentes para que participen de manera efectiva.
Gobernanza comunitaria:
- Estructura de roles y responsabilidades claras: Los diferentes actores profesionales deben saber qué se espera de ellos.
- Participación infantil: Incorporar a niñas, niños y adolescentes en la toma de decisiones y diseño de actividades.
Gestión y seguimiento de casos:
- Coordinación de recursos: Mejorar la respuesta a situaciones de riesgo a través de circuitos comunitarios y coordinados.
- Clarificación de roles: Definir las funciones de cada actor en la detección, notificación y gestión de casos.
Institucionalización y sostenibilidad:
- Compromiso político a largo plazo: Garantizar el respaldo institucional y presupuestario para la continuidad del modelo.
- Informar a la ciudadanía: Mantener a familias y ciudadanía informadas sobre los avances y logros del modelo.
Seguimiento y evaluación:
- Registro de datos: Mejorar los sistemas de recogida de datos para basar las decisiones en evidencia.
- Evaluación continua: Fomentar el uso de sistemas de seguimiento para evaluar los resultados e impactos de las acciones.
Recomendaciones Generales para la Implementación
Implicación de todos los actores clave
Involucrar a todos los profesionales y entidades que trabajan con la infancia, tanto del ámbito público como privado (educación, salud, ocio, deportes, etc.), así como a las familias y la propia infancia.
Flexibilidad en la implementación
El modelo debe ser adaptable a las necesidades y características específicas de cada municipio, permitiendo ajustes según el contexto local.
Visibilización de los avances
Hacer visibles los logros y avances parciales del modelo, tanto a los responsables políticos como a la ciudadanía, para generar compromiso y respaldo.
Formación y sensibilización continua
Asegurar que todos los profesionales y actores involucrados reciban formación continua en prevención de la violencia y en los enfoques del modelo.
Optimización de recursos
Aprovechar al máximo los recursos disponibles mediante una gestión colectiva y coordinada de los mismos, potenciando la “inteligencia colectiva” del grupo.
Lo hacen posible
Financian


