Para una entidad local, el reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia es mucho más que una etiqueta. Se trata de un proceso que pone en valor el esfuerzo por situar la infancia y adolescencia en el centro de la agenda política y social.
La Convención sobre los Derechos del Niño insta a los Estados que la ratifican (entre ellos, España) a adoptar “todas las medidas administrativas, legislativas, y de cualquier otra índole” para garantizar el pleno cumplimiento de los derechos de los niños y niñas. Y, en ese contexto, la iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia es una herramienta de UNICEF España, junto con sus aliados (el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la Federación Española de Municipios y Provincias y el Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia), para impulsar procesos de transformación de la vida de la infancia en las Entidades Locales. Es decir, que la entidad local:
- se comprometa con el cumplimiento de los derechos de las niñas, los niños y adolescentes, tal como se establece en la Convención,
- tome las medidas oportunas y se dote del presupuesto para llevar a cabo todas estas acciones de mejora en la vida de los niños, niñas y adolescentes,
- sea capaz de demostrar avances mediante resultados medibles.
Este documento recoge el marco regulador del Reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia de UNICEF España. Es, por una parte, respuesta a la demanda creciente desde diversas procedencias, incluida la ciudadanía, de mayor trasparencia y rendición de cuentas sobre los logros que ha alcanzado Ciudades Amigas de la Infancia en más de dos décadas de trayectoria. Y, por otra, al imperativo de ajuste a los criterios mínimos internacionales de UNICEF.
Por ello, en 2019 se elaboró la batería de indicadores del Reconocimiento, que pasaron por un proceso de consulta con más de 100 profesionales de Entidades Locales, en seis6 comunidades Autónomas. En 2021, y con los aprendizajes de la convocatoria de dicho año, se abrió nuevamente un proceso de aportaciones con Entidades Locales. El resultado es una metodología ajustada para ser Ciudad Amiga de la Infancia. Además, se ha simplificado la herramienta de gestión para facilitar a las Entidades Locales el diseño de su Plan de Infancia, así como el seguimiento y medición de sus acciones a favor de la infancia. Todo ello conforma la totalidad del proceso para obtener el Reconocimiento, que presentamos en este documento que recoge el marco regulador del proceso.